Basf declara la guerra preventiva al 30% de reducción de emisiones
Basf, líder mundial del sector químico, ha declarado la guerra contra cualquier tentación de la UE de aumentar unilateralmente del 20% al 30% los compromisos de reducción de emisiones de C02. La compañía amenaza con deslocalizar su producción.
Mañana concluye en Bruselas la Semana Verde, la cita anual promovida por la Comisión Europea en la que centenares de representantes del sector público y privado debaten sobre medio ambiente. Y coincidiendo con estas jornadas, el grupo químico Basf ha dejado claro en la capital comunitaria su total rechazo a la aparente tentación de la CE de proponer un incremento del 20% al 30% en el objetivo de reducción de emisiones de la UE.
"Estamos totalmente en contra del 30%, no tiene sentido", señaló Erwin Rauhe, máximo responsable del grupo Basf en España, durante un encuentro con cuatro medios españoles acreditados en Bruselas, entre ellos, CincoDías.
Rauhe advirtió que un incremento unilateral de la UE en el objetivo de reducción de emisiones "nos obligaría a mejorar la productividad por arriba, y eso supone un coste social, o a deslocalizar la producción".
Basf teme que la reciente caída en el nivel de emisiones como consecuencia de la crisis económica aliente a los partidarios de reclamar más esfuerzos a ciertos sectores industriales.
En 2008, según los datos publicados el jueves por la Agencia Europea de Medio Ambiente, las emisiones de los 15 socios veteranos de la UE cayeron un 1,9% respecto al año anterior. Y en relación con 1990, la caída se sitúa ya en el 6,9%, muy cerca del 8% que la UE (sin contar los países de la ampliación) debe alcanzar en 2012, según el Protocolo de Kioto.
La comisaria europea de Medio Ambiente, Connie Hedegaard, también publicó a finales de mayo un estudio que estima que la consecución del objetivo del 20% se ha reducido de 70.000 a 48.000 millones de euros anuales. Y que el coste de alcanzar el 30% sería, ahora mismo, de 81.000 millones de euros anuales, 11.000 más que el coste inicial previsto para el 20%.
"Partir de un año de crisis como punto de referencia para establecer nuevos objetivos es muy peligroso", señala durante el mismo encuentro, celebrado el miércoles, Dagoberto Schmid, Director de Seguridad y Producto de Basf Española y portavoz de la compañía en Bruselas durante el semestre de presidencia española de la UE.
Aun así, la tajante postura de la multinacional alemana, que cuenta con más de 105.000 empleados en 385 plantas repartidas por todo el planeta, tiene un carácter casi preventivo. Bruselas, de momento, no ha propuesto de manera oficial ningún cambio en sus objetivos.
La UE mantiene su oferta de ampliar el recorte de emisiones hasta el 30%, sólo si se logra un acuerdo a nivel internacional sobre la continuidad del Protocolo de Kioto, que expira en 2012.