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Obama celebra la noticia

BP sella la pesadilla del Golfo de México

La petrolera asegura que no habrá más fisuras y vertidos en el pozo.

BP ha sellado definitivamente el pozo Macondo, fuente del mayor desastre ecológico en los tiempos modernos en EE UU tras la explosión de la plataforma que lo operaba (Deepwater Horizon) el pasado 20 de abril.

La petrolera, que el 15 de julio cerró de forma temporal la fisura por la que se ha vertido al Golfo de México más de 4,1 millones de barriles de petróleo, pudo por fin culminar una serie de obras que han permitido la cimentación y sellado definitivo de este pozo. El yacimiento queda, por tanto, "efectivamente muerto", según explicó el domingo al dar la noticia Thad Allen, el almirante retirado del servicio de Guarda Costas que es el representante del Gobierno para supervisar las maniobras de BP durante esta catástrofe.

Según Allen, se puede decir que definitivamente "el pozo Macondo ya no supone una amenaza continua al Golfo de México". El presidente del Gobierno, Barack Obama, emitió una nota en la que afirmaba que éste es "un momento importante", pero explicó que la Administración no va a dejar de trabajar para ayudar a los residentes de esta zona, "para que puedan reconstruir su forma de vida y restaurar el medio ambiente en el que viven".

Para BP, el cierre definitivo de este pozo es solo un paso adelante más en este momento delicado de su historia. La compañía, con sede en el Reino Unido, dice que, de momento, ha abonado 1.600 millones de dólares en concepto de reclamaciones y pagos al Estado. Adicionalmente, esta compañía, cuya estabilidad en Bolsa y su dividendo le habían convertido en una de las favoritas de los fondos de pensiones, tuvo que suspender el pago a los accionistas y se anotó unas pérdidas de 17.000 millones de dólares en su segundo trimestre, sobre todo por las provisiones de 32.000 millones con las que va a afrontar los pagos por el vertido.

Además de las reclamaciones de las familias de los 11 operadores de la plataforma que murieron en el accidente del 20 de abril, BP ha tenido que crear, a instancias del Gobierno de Obama, un fondo de 20.000 millones de dólares para compensar a los perjudicados por la catástrofe.

Con ello no se cierra la cuenta y es por ello por lo que las acciones de la compañía apenas se mueven, ni siquiera cuando cerró de forma temporal la fisura. BP tiene que hacer frente a multas por cada barril de petróleo que se ha vertido al Golfo de México. Son 1.100 dólares por cada barril y 4.300 dólares si se concluye que el accidente fue ocasionado por la negligencia de la empresa.

BP presentó el mes pasado un informe en el que admitía parte de culpa por el accidente, pero acusó también a sus socios en la plataforma y la cimentación, Transocean y Halliburton, de errores que cristalizaron en la catástrofe.

BP tiene muchas instancias a las que responder en EE UU por el accidente del Golfo de México. Además de las reclamaciones individuales, el departamento de Justicia tiene abierta una investigación y el comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes tiene otra para estudiar la responsabilidad de BP.

En la Cámara Baja circula además una propuesta para impedir que BP se haga con más yacimientos en el Golfo, dado a su dudoso currículo en cuanto a seguridad. Sería un revés para la petrolera más activa en estas aguas.

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