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La recaudación por impuestos especiales se ha recortado

Altadis cree que "el Gobierno se hace la guerra a sí mismo" con la ley del tabaco

"El Gobierno no está en guerra con los fumadores ni con las tabacaleras, está en guerra consigo mismo", asegura la cúpula directiva de Altadis. El motivo: en los dos primeros meses del año, la recaudación por impuestos especiales sobre el tabaco se ha reducido un 8,9%, por el desplome de las ventas de cigarrillos. La presión a la que se ven sometidas las tabacaleras podría derivar en una nueva guerra de precios.

Es obvio que las tabacaleras no están nada satisfechas con la nueva ley del tabaco y menos aún con la subida de impuestos del pasado año. Sin embargo, no se consideran las más perjudicadas. "El Gobierno no está en guerra con el sector, ni viceversa, en realidad el Gobierno está en guerra consigo mismo", aseguran a CincoDías fuentes de la alta dirección de Altadis.

Una crítica que la filial de Imperial Tobacco realiza basándose en la caída de recaudación por impuestos especiales sobre el tabaco conseguida a lo largo de los dos primeros meses del año. Solo en enero, el retroceso fue del 15,7%, hasta los 505,7 millones de euros.

Una negativa noticia para las arcas del Estado que se habría solventado en parte en febrero, debido al incremento de precios de las cajetillas que llevaron a cabo la mayoría de las marcas de cigarrillos. Según las estimaciones realizadas por este periódico, la recaudación por impuestos sobre el tabaco se situó en febrero en los 474,7 millones, un 0,3% menos que en el mismo mes de 2010. De esta forma, hasta el 1 de marzo, Hacienda había reducido su recaudación por este concepto en un 8,9%, situándola en el entorno de los 980 millones.

Es decir, si se mantiene esta tendencia, el Gobierno no logrará su objetivo de incrementar la recaudación fiscal en 780 millones de euros, según las previsiones que realizaba en diciembre la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. Detrás de esta evolución está la caída de ventas de cigarrillos. En enero se redujeron un 34% y en febrero un 17%, impactando sobre todo en las marcas de gama alta, como Marlboro, Fortuna o Winston.

Más contrabando

Una circunstancia que, además, ha propiciado el repunte del contrabando, que según las fuentes citadas crece a un ritmo de entre el 5% y el 6%, cuando hace unos años era residual. Pero el Gobierno puede encontrarse con otra negativa sorpresa sobre la mesa. Ante esta caída de ventas, las tabacaleras es razonable que sopesen llevar a cabo una bajada de sus precios.

Una situación que reproduciría lo ocurrido en 2006, cuando Philip Morris (dueña de Marlboro) desencadenó una guerra de precios que dejó seriamente tocadas las finanzas de Altadis, propiciando la opa que la llevó a manos de Imperial Tobacco. De nuevo, la cúpula directiva de Altadis no quiere desencadenar las hostilidades, pero tampoco las rehúye. "Yo no quiero realizar ningún movimiento brusco de precios, porque estas guerras lo único que consiguen es hacer perder dinero a todo el mundo", aseguran las citadas fuentes. "Pero está claro que si alguien hace un movimiento brusco, nosotros responderemos", reconoce. Para ello, aseguran, tienen el respaldo financiero de su matriz. "Altadis es altamente rentable, más que otras empresas de consumo en España, nuestro balance es muy sólido", recalcan.

Al margen de una nueva guerra de precios -de consecuencias imprevisibles- la tabacalera dueña de Fortuna reconoce que la situación del mercado va a obligar a la compañía "a reequilibrar precios y optimizar nuestras estructuras porque los consumidores nos están exigiendo productos de valor a precios adecuados".

Un reequilibrio que no va a conllevar el lanzamiento de nuevas marcas de bajo coste. "Tenemos que conducir el negocio en la dirección adecuada", explican las citadas fuentes. "Por ejemplo, hace solo dos semanas hemos reestructurado la red de ventas, pero solo hemos eliminado siete puestos de trabajo de 300", argumentan.

La 'tormenta perfecta' para los fumadores

No es el mejor momento para ser fumador en España. A la ley del tabaco que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados se suma la subida de impuestos especiales y el posterior encarecimiento de los precios de las cajetillas en, aproximadamente, 15 céntimos."Estamos en una tormenta perfecta", reconocen desde la dirección de Altadis. "Pero somos optimistas pese a los cambios, porque a los fumadores les gusta fumar, es un hábito, y se adaptarán a esta situación", explican.A ambas circunstancias sectoriales, se suma la crisis económica, que ha llevado a muchos fumadores a replantearse el precio que pagan por su cajetillas y han trasladado su consumo a marcas más baratas.La cúpula de Altadis confía en que dentro de unos meses el Ejecutivo rectifique la ley del tabaco y opte por una restricción a su consumo menos severa, que beneficie a los hosteleros."Ya ha sucedido en otros países. Por ejemplo Gran Bretaña, Holanda o Croacia aprobaron unas legislaciones menos severas que la española y se han visto obligados a dar marcha atrás, lo mismo en España sucede igual", confían. Por el momento, la filial de Imperial Tobacco también descarta una nueva subida de impuestos especiales, al menos a corto plazo.

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