APPA alerta a Industria sobre los pleitos que traerá la retroactividad en las renovables
El presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María González Vélez, advirtió ayer que la aplicación de un recorte retroactivo en la retribución de las energías renovables supondrá enfrentarse a "miles de pleitos" y "manifestaciones" de los promotores del sector.
El directivo expresó de nuevo su rechazo tajante a esta medida y avanzó que su asociación tiene preparada una nueva propuesta "razonable" para presentar al Ministerio de Industria y así evitar este sistema en la energía solar fotovoltaica. Ayer, a última hora de la tarde, acudían de nuevo las patronales de esta energía a una reunión en el ministerio. Según fuentes del sector no se ha avanzado mucho en el asunto de la retroactividad, pero si, en cambio, en soluciones para las plantas en situación de irregularidad.
La semana pasada, el secretario de Estado de la Energía, Pedro Marín, presentó a los representantes de esta energía una rebaja de las primas para las plantas ya en marcha de un 30%. González Vélez calificó de "injusta e ilegal" cualquier medida con efectos retroactivos y añadió que el sector no puede sufrir un cambio regulatorio que vulnere "el principio de seguridad jurídica" y que aumente las ya "gravísimas dificultades de financiación" por las que pasa. Apuntó que la Asociación Española de la Banca (AEB) ya se ha remitido al Ministerio para situarse en contra de esta medida.
El presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables presentó una serie de escenarios a 2020 preparados por la patronal en los que se estudia si se cumplirá el objetivo del 20% de energía consumida a partir de renovables que ha fijado Bruselas. Según González Vélez, "si no se introducen cambios regulatorios no se alcanzarán los objetivos comprometidos", que sitúan en el 22,7% el objetivo de renovables para 2020.
De hecho, para la patronal, hay un escenario óptimo en el que se aprovecharía todo el potencial de las renovables en España. Estas tecnologías limpias generarían así el 54,3% de la energía consumida en España, lo que supondría un ahorro de 500.000 millones de euros en importaciones de gas y petróleo en los próximos 25 años.
