50.000 toneladas de carga rumbo a Panamá

Más personal, mucha más maquinaria y mayor ritmo de producción de hormigón es lo que ha puesto en juego Sacyr para compensar el medio año de retraso que supuso en 2011 dar con la fórmula del hormigón utilizado en las obras de ampliación del Canal de Panamá. Este hito por excelencia de la ingeniería en América supera ya el 40% de ejecución y se lleva a cabo tanto en el país centroamericano como en Italia, donde se ultiman las primeras compuertas.

Al margen de la excavación del nuevo cauce que atraviesa Panamá, Sacyr espera para agosto uno de los principales hitos del proyecto: la entrega de las compuertas que se fabrican desde septiembre de 2011 en los astilleros de Cimolai en Perdenone (Italia).

Tras una reciente visita, representantes de las constructoras han constatado que las tres primeras compuertas de las 16 que serán instaladas en la ampliación saldrán de Italia en buques especiales en unos dos meses. El peso total que debe transportarse en estos buques hasta Panamá, donde empezarán a llegar a primeros de 2013, se eleva hasta las 50.000 toneladas. Las medidas son descomunales. La primera compuerta, un mastodonte de 3.300 toneladas, tiene 30 metros de alto por 58 de largo y 10 metros de ancho.

Más ritmo

El hecho es que Sacyr y sus socios en la ampliación del Canal de Panamá (Impregilo, Jan de Nul y la firma local Cusa) han puesto la maquinaria a pleno rendimiento para cumplir con la entrega del proyecto antes del 21 de octubre de 2014, cuando se celebra el primer centenario de la infraestructura. La compañía española se juega el bonus de 50 millones por llegar a tiempo.

Conseguir una composición del hormigón que pusiera a todos los técnicos de acuerdo supuso un estancamiento tras el que llegó el relevo del responsable de la obra, el italiano Antonio Zafaroni. Sacyr puso al frente de la obra a Bernardo González, quien hasta entonces operaba como responsable de la constructora en Chile. Hoy, el consorcio que lidera Sacyr asegura que tiene hormigón en el Canal por encima de lo que marcaba el cronograma.

Para ello ha invertido una cifra cercana a los 45 millones de euros en potenciar los medios materiales a pie de obra, extraer áridos de nuevas canteras y reforzar los turnos de trabajo de una plantilla formada por 6.000 empleados, que ha ido cuatro veces a la huelga.

A partir de aquí, las constructoras y la propia Autoridad del Canal de Panamá (ACP) negocian para determinar si la inversión extra en maquinaria ha sido motivada por causas imprevistas en el contrato, tal y como defienden las empresas, y es imputable al presupuesto de la obra. El proyecto total de la ampliación es de 5.250 millones de euros, de los que 3.221 millones engrosan el trabajo adjudicado por el consorcio de Sacyr.

Fuentes de la compañía española aseguran que estas conversaciones quedan al margen de una ejecución que ya alcanza la mitad de la obra, desde la adjudicación del concurso en el verano de 2009.