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Del boom de las infraestructuras al tijeretazo

150.000 millones en obras durante la 'era Zapatero'

El 40% de los contratos adjudicados fue a parar a las seis grandes constructoras cotizadas. ACS acaparó el mayor volumen y Acciona fue la más regular.

150.000 millones en obras durante la 'era Zapatero'
150.000 millones en obras durante la 'era Zapatero'REUTERS / PABLO MONGE

Solía decir José Blanco, durante su reciente etapa de ministro de Fomento, que los Gobiernos de Zapatero son los que han apostado con mayor decisión "por dotar al país con las mejores infraestructuras para facilitar la movilidad de personas y mercancías". Y es cierto que España, con un esfuerzo multimillonario, se ha convertido en todo un campeón de la alta velocidad ferroviaria y de las carreteras desdobladas. Pero la digestión va a ser dura.

No hay dinero para mantener tanta infraestructura (mantener un kilómetro de AVE cuesta 180.000 euros al año) ni para acometer proyectos que los expertos apuntan como necesarios: la conexión de los puertos con los centros logísticos por ferrocarril o la ejecución de un plan hidrológico. La colaboración público-privada y la articulación de medidas recaudatorias, como la del pago por uso en las autovías, se antoja ineludible en los próximos años.

El gran banquete de la obra pública durante las dos legislaturas socialistas, sin entrar en la oportunidad o no de esta política expansiva, se saldó con el reparto de 148.700 millones en obra civil a cargo de Administración central (54.800 millones en contratos de obra adjudicados desde 2004), comunidades autónomas (67.100 millones) y ayuntamientos (25.900 millones), según datos manejados por distintas constructoras a los que ha tenido acceso CincoDías.

La dispar procedencia del dinero habla a las claras de que la promoción de obra pública no tiene color político. También resulta indiscutible el papel de la crisis a la hora de enfriar la fiebre inversora. De los 148.700 millones citados, 92.200 millones fueron adjudicados entre 2004 y 2008. En la segunda etapa de Zapatero en La Moncloa España dedicó casi un 50% menos a AVE, carreteras, aeropuertos, etcétera. A falta de presupuesto, el Ejecutivo diseñó un Plan Extraordinario de Infraestructuras por el que se daba la batuta de la inversión al capital privado, pero las dificultades para levantar financiación bancaria ponen en entredicho gran parte de los proyectos.

El hecho es que con la crisis ya desatada el Gobierno pasó de entregar obras por 34.900 millones en la primera legislatura a 19.900 millones en la segunda; las comunidades autónomas recortaron de 42.200 millones a 24.900 millones, y las corporaciones locales también ejecutaron una dura poda en el presupuesto de infraestructuras: si repartieron 15.100 millones en la primera etapa socialista, la cifra cayó hasta los 10.800 millones en el segundo cuatrienio.

Dragados, la gran referencia

La distribución de esta cascada de dinero da el dominio del sector a las seis grandes constructoras cotizadas: ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL se llevaron 60.200 millones de euros en el citado periodo (el 40% del total).

La compañía que preside Florentino Pérez ha sido y es la que domina de largo, a través de la filial Dragados. Según datos que maneja el sector, obtuvo una cuota del 14,2% en obras de la Administración central durante la primera etapa de Zapatero, cifra que cayó hasta el 12% en el postrer mandato. ACS también encabeza el ranking a nivel autonómico, prácticamente doblando a sus perseguidores, y es la que más trabajo firmó desde 2004 entre los ayuntamientos, donde, a pesar de todo, vio caer a la mitad su cuota de mercado durante la segunda legislatura socialista. En cifras redondas, ACS se ha apuntado obras en España entre 2004 y 2011 por unos 16.300 millones, de los que 7.500 millones le han sido otorgados por el Gobierno.

A la vista de la radiografía de la contratación de obra pública, se observa cómo ACS tiende a bajar su peso en las actuaciones que promueve Fomento. Fuentes del sector aseguran que en el último año no ha alcanzado el 7% de los contratos puestos en juego por el ministerio que ahora lidera Ana Pastor, viéndose superada por FCC, Acciona y OHL.

FCC es la eterna segunda: 11.085 millones contratados. Destaca el casi idéntico peso de Fomento y de las comunidades autónomas en su cesta de contratos: 5.006 millones le han llegado en los últimos años de la Administración central; 4.288 millones de las comunidades autónomas, y 1.781 millones fueron firmados en obras municipales.

Tercera por volumen de negocio adjudicado (9.834 millones) fue Acciona, la cual se muestra como la más regular en sus negocios con el Gobierno. La firma de Entrecanales se ha dejado apenas cuatro décimas de cuota de mercado en los últimos ocho años (9,1% al cierre de 2011) y, según las fuentes consultadas, se mantiene en el entorno del 10% en el último ejercicio. Acciona también ha sido capaz de defender su participación durante la era Zapatero tanto en relación con las comunidades (4,9%) como entre las Administraciones locales (4,7%).

Como sucede en el caso de sus rivales, Ferrovial pierde la mitad de la cifra obtenida del Gobierno entre una y otra legislatura. Sin embargo, la constructora de la familia Del Pino parte con la mitad de cuota que ACS en Fomento y está a dos puntos porcentuales de Acciona y FCC. Al parecer, en el último año abunda en su caída, pasando a la quinta posición entre los contratistas cotizados, detrás de Acciona, FCC, OHL y ACS. Una circunstancia que contrasta con el tamaño de empresa, ya que Ferrovial capitaliza en estos momentos como ACS y está muy por encima de Acciona y FCC.

Sacyr, con 7.300 millones, y OHL, que ha ejecutado obras por 6.300 millones, cierran el sexteto de grandes contratistas con la Administración española.

Al mismo ritmo que se imponía el tijeretazo en Fomento y en las comunidades autónomas, se aprecia un incremento en el protagonismo de constructoras medianas, con más dificultades para buscarse el sustento fuera del país. Estas se llevaban un 47% de los contratos de Fomento en la primera legislatura, pasando al 53% en la segunda. En el ámbito autonómico, donde cuentan con más influencia, evolucionaron del 64% al 68%, y en los ayuntamientos coparon el 73% del trabajo entre 2008 y 20011, frente al 56% del cuatrienio precedente.

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