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Análisis

Vuelve el síndrome de Sheffield: el subempleo femenino sustituye al empleo masculino

El mercado de trabajo muestra como ningún otro indicador que la actividad económica está paralizada y que no ha concluido la destrucción de ocupación, pero sobre todo que el horizonte sigue plagado de niebla y no hay expectativas para consolidar la contratación. Los datos aportados por la Encuesta de Población Activa en el segundo trimestre revelan una destrucción continua, aunque alejada de la de hace dos años, de empleo masculino de carácter fijo, y su sustitución por empleo femenino de mucha menos calidad, con contratación temporal masivamente, e incluso con el recurso al tiempo parcial. Gráficamente: el subempleo femenino sustituye al empleo masculino.

Es una tendencia que se puso de manifiesto en los momentos más duros de la crisis, en 2009 y 2010, cuando el ajuste en la construcción y la industria destruía masivamente ocupación masculina y disparaba la tasa de paro del cabeza de familia, y las mujeres hasta entonces inactivas se apresuran a buscar una alternativa de renta regular. El ejercicio llegó incluso a equilibrar el número de parados hombres y mujeres, en una suerte de fenómeno que aquí llamamos el síndrome de Sheffield: pérdida de empleo masculino industrial y bien remunerado, y aparición de ocupación en sectores más propias para las mujeres, tanto por sus niveles de esfuerzo físico como por la flexibilidad de la jornada. La película Full Monty, ambientada en la Sheffield industrial de los ochenta, es quien mejor ha retratado este fenómeno de cambio de roles laborales.

La Encuesta de Población Activa del segundo trimestre es nominalmente positiva, pero cualitativamente es muy preocupante. No hay ni un solo signo que permita creer que la recuperación es inminente, tanto por la naturaleza temporal de la contratación, como por el hecho de que la tasa de destrucción de empleo sigue aún en el 1% (0,94% para ser exactos). Hoy hay 188.200 parados más que hace un año, y 173.600 ocupados menos, y todo ello pese a que la población activa se ha estancado. En el trimestre se ha generado únicamente empleo temporal (el 91,3%), mayoritariamente a tiempo completo, eso sí, y concentrado en mujeres.

Sólo los sectores de los servicios (mayoritariamente las actividades turísticas) han generado empleo, mientras que todos los demás tienen un desempeño negativo en los últimos doce meses. Los hombres han registrado incluso una caída fuerte del número de activos, sobre todo por una salida anticipada del mercado de trabajo por jubilaciones anticipadas y prejubilaciones, práctica muy extendida en sectores con grandes empresas que disponen de recursos para facilitar salidas no traumáticas de sus plantillas.

Los activos masculinos descienden en 20.000, mientras que se incrementa en 94.000 en las mujeres, reanimadas por la pérdida de pulso de los asalariados hombres, y la necesidad de sustituir su renta en los hogares. Llama la atención precisamente la fuerte concentración de empleo femenino creado en el trimestre a partid de los 45 años, e incluso a partir de los 55, donde se aloja el colectivo más numeroso.

Aunque se ha producido un notable alivio en el empleo en los servicios, las comunidades autónomas no han cambiado prácticamente el perfil del desempleo, y sus tasas de paro siguen elevadas donde ya lo estaban. Así, Canarias sigue teniendo una tasa de desempleo del 29,76%, seguida de Andalucía con el 29,71%. Murcia la tiene por encima del 24%, y por encima del 23% Castilla Las Mancha, Extremadura y Comunidad Valenciana.

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