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La ubicación, el último escollo

La UE cierra treinta años de negociación para una patente única europea

Los líderes de la Unión Europea llegaron hoy a un acuerdo final sobre la patente única europea, un dossier que ha venido negociándose los últimos 30 años y que finalmente se ha resuelto mediante una decisión salomónica.

La sede del tribunal central, que se disputaban Reino Unido, París y Munich, se ubicará en la capital francesa, aunque Reino Unido y Alemania han sido compensadas con otras sedes importantes.

La ubicación ha sido el último y más complicado escollo en las negociaciones, de las que hace más de un año se desentendieron España e Italia por el régimen lingüístico.

Y es que a pesar de que la patente europea permitirá a los inventores presentar sus solicitudes en cualquier lengua, emitirá las nuevas licencias comunitarias en sólo tres idiomas: inglés, francés y alemán.

Según el acuerdo alcanzado finalmente y anunciado por el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la sede principal del tribunal estará en la capital francesa, aunque la distribución de las oficinas administrativas y de personal se distribuirán a partes iguales entre Londres, París y Múnich.

Tras hacerse público el nuevo acuerdo, el primer ministro británico, David Cameron, ha destacado ante la prensa de su país la buena noticia de que una de las sedes vaya a ubicarse en la capital de Reino Unido.

"Londres acogerá "una parte vital del Tribunal", dedicada a la industria ligera y a la farmacéutica, lo que traerá a Reino Unido "millones de libras y cientos de puestos de trabajo".

Londres vetó anoche en la primera discusión sobre el asunto en la cumbre europea que la oficina central fuera a ubicarse en París, como estaba previsto en el primer escrito de conclusiones.

El presidente francés, François Hollande, ha destacado que "se ha alcanzado un acuerdo tras 30 años sin conseguirlo" y que "el primer presidente de esa jurisdicción será un francés".

El lugar era el último gran obstáculo para la creación de la patente unificada europea, después de la larga disputa por las lenguas oficiales de la misma, que propició que España e Italia decidieran quedarse fuera del sistema común.

La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, cuyo país preside la UE este semestre, ha destacado la importancia histórica de un acuerdo que "llevaba 30 años negociando".

"La aprobación de la patente supone ahora que las empresas solo tendrán que dirigirse a un sitio para solicitar una patente", ha explicado la dirigente danesa, que ha resultado "la importancia para el crecimiento y la competitividad".

El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, ha señalado que con la nueva patente europea las empresas europeas ganarán territorio "frente a China y EEUU" quien también ha dicho "confiar" en que "España e Italia se sumen pronto a la patente única".

Según datos de la presidencia danesa de la UE, hoy en día, registrar una patente comunitaria cuesta unos 36.000 euros, en tanto que hacerlo en Estados Unidos sale por unos 2.000 euros y, en China, por alrededor de 600 euros.

La UE discute desde hace más de 25 años la creación de la patente común, señalada por Bruselas como uno de los factores clave para mejorar la competitividad de la economía europea.

La primera patente única registrada, ha señalado Barnier, "verá la luz en 2014".

Se espera que el Parlamento Europeo refrende la decisión la próxima semana o en el mes de septiembre a más tardar.

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