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Asegura que la carta para pedir estímulos económicos "no es un frente contra nadie"

Rajoy cierra el paso a cambios de calado en la reforma laboral

El Gobierno está dispuesto a sumar apoyos a la reforma laboral pero se niega a introducir cambios "sustanciales" en el trámite parlamentario porque "no sería bueno para España", según anunció ayer en Londres el presidente Mariano Rajoy. Admitió que es consciente de que el texto no gusta ni a empresarios ni a sindicatos.

Mariano Rajoy, entre el primer ministro británico, David Cameron (a su derecha), y el presidente y consejero delegado de FCC, Baldomero Falcones, en la visita a las obras del Crossrail en Londres en las que participa la constructora, y a la que también ac
Mariano Rajoy, entre el primer ministro británico, David Cameron (a su derecha), y el presidente y consejero delegado de FCC, Baldomero Falcones, en la visita a las obras del Crossrail en Londres en las que participa la constructora, y a la que también acCINCO DÍAS

Rajoy aprovechó ayer su viaje a Londres para enfriar las expectativas de quienes piensan que el Gobierno está dispuesto a admitir cambios de calado en la tramitación parlamentaria de la reforma laboral. El Ejecutivo está abierto a incorporar mejoras al texto, que reduce el coste del despido y prima los acuerdos dentro de la empresa sobre los convenios colectivos.

En rueda de prensa en Downing Street junto al primer ministro británico, David Cameron, Rajoy reconoció que todavía no ha recibido la carta que le han enviado los líderes de UGT y CC OO en la que le piden una reunión para negociar la reforma laboral tras las manifestaciones de protesta del domingo. Rajoy recordó que los representantes de los trabajadores "llevan mucho tiempo hablando con el Gobierno de España, con el anterior y con este" y que él mismo se reunió con los responsables de CC OO y UGT tras ganar las elecciones para pedirles "un esfuerzo" en la consecución de acuerdos con los empresarios.

El presidente dejó claro que ya conoce tanto sus propuestas como las de la patronal CEOE y, como no quiere "engañar a nadie", les ha avisado ya de que no habrá cambios profundos en la norma porque "el Gobierno tiene obligación de gobernar". En este contexto, volvió a calificar la reforma de "justa" y "equilibrada" y consideró que cuando comience el crecimiento económico servirá para crear empleo.

Rubalcaba confía en que el Gobierno acceda a negociar

A su juicio, el proyecto "no podía esperar más tiempo" porque el país no se puede quedar "anquilosado" con una legislación laboral que tiene ya treinta años. Para Rajoy, era necesario tomar decisiones en un país que registra más de cinco millones de parados y una tasa de desempleo juvenil del 45%.

Convencido de que hay cosas en el proyecto del Gobierno que no gustan a la patronal y otras cosas que no gustan a los sindicatos, reiteró que su obligación es defender el interés general. Destacó también los beneficios que en su opinión reportarán los cambios para las pequeñas y medianas empresas, así como para los autónomos.

El presidente del Ejecutivo español apostó ayer por emprender reformas estructurales capaces de liberalizar los mercados europeos y aseguró que la carta suscrita por doce países ante la próxima cumbre de la UE, que no han firmado Alemania ni Francia, "no es un frente de nadie contra nadie". Rajoy respaldó la oportunidad de esta misiva junto al primer ministro británico, David Cameron, otro de los firmantes, ante el convencimiento de que hay que acompañar las políticas de austeridad con estímulos económicos.

"No es un frente de nadie contra nadie", sino una carta "buena" y que defiende la necesidad de impulsar un "ambicioso" proyecto de reformas "con determinación y coraje para ponerlas en marcha y no solo para debatir", indicó Rajoy en una rueda de prensa conjunta con Cameron en Downing Street. Cameron dejó abierta la posibilidad de que tanto Merkel como Sarkozy puedan firmar dicha misiva en un futuro y destacó que "un grupo fuerte de países" la ha respaldado. "La carta pide que se complete el mercado único" en materia digital, de servicios y energía y que se impulse la innovación, indicó el primer ministro británico, del Partido Conservador.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, confió en que el Gobierno acceda a negociar la reforma con sindicatos y grupos políticos. Las medidas anunciadas por el Ejecutivo hace dos semanas no son "una buena reforma laboral" y "la negociación debe llegar porque hay que cambiar muchas cosas", añadió.

Cameron defiende la autonomía de Gibraltar

El conflicto entre España y Reino Unido por Gibraltar estuvo ayer presente en el encuentro entre Mariano Rajoy y su homólogo David Cameron. El primer ministro británico dejó muy clara la postura del Reino Unido al respecto: "Los gibraltareños son los que tienen que decidir su futuro". "No va a haber debate si los gibraltareños no quieren que lo hagamos", subrayó Cameron. No obstante y tras esta frase, insistió en las excelentes relaciones que unen a España y al Reino Unido en todos los ámbitos. Cameron recordó que la posición de Reino Unido "no ha cambiado".Rajoy, que pidió a su homólogo abrir un diálogo "constructivo" sobre el Peñón, fue más lacónico en su respuesta sobre el asunto. "Los ministros de Exteriores hablarán en el futuro. Tenemos posiciones diferentes, pero vamos a seguir hablando en el futuro".

"Justa" y "equilibrada"

Rajoy reiteró ayer los adjetivos "justa" y "equilibrada" para calificar la reforma laboral que aprobó el Gobierno hace dos semanas. No habrá cambios profundos en el texto a pesar de que es consciente de que tanto patronal como sindicatos discrepan del texto.

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