La producción industrial sigue su desplome al caer un 4,4%

La actividad del sector secundario de la economía española sigue dando muestras alarmantes de debilidad. El índice de producción industrial registró en julio un descenso del 4,4%, corregido de variaciones estacionales, según los datos publicados el viernes por el Instituto Nacional de Estadística. El Ministerio de Economía destacó inmediatamente que esa cifra supone una 'moderación' frente al pésimo 9,2% de caída del mes anterior. Sin embargo, el retroceso de la actividad continúa por tercer mes consecutivo y en el conjunto del año ya acumula una caída del 3% frente a los siete primeros meses de 2007.

Hace alrededor de un año, desde el Gobierno se transmitió la idea de que la industria podría tomar el relevo de la construcción para ampliar la fase de crecimiento de la economía, que duraba ya 14 años. En el último ejercicio, sin embargo, no sólo se ha constatado un desplome de la construcción mucho mayor de lo esperado. Además, la crisis financiera global y el deterioro económico de los principales socios comerciales han producido un efecto contagio entre sectores económicos que se observa bien a las claras en la industria.

En tasas interanuales, todos los grupos de bienes registraron descensos de producción, salvo la energía, que registró un crecimiento del 1,7%. La situación es especialmente sangrante para los bienes intermedios, que cayeron un 8,5%; los de consumo retrocedieron un 3,6%, y los de equipo un 2,2%.

Pero la tendencia bajista de la actividad no es la única señal negativa que emite la industria española: también los precios del sector ofrecen motivos para la alarma. En el mes de julio, el índice de precios industriales creció un 10,2% en tasa interanual, un nivel no visto en más de 23 años (desde octubre de 1984). El principal causante de ese encarecimiento fue el precio del petróleo; la buena noticia, si se quiere buscar una, es que el viernes el barril de Brent cotizó a 103 dólares, frente a los casi 150 de hace apenas dos meses.