Obama prevé recaudar un billón con el tributo a los ricos

El tiempo se agota, ya que a finales de noviembre expira el plazo que se dieron en agosto demócratas y republicanos para encontrar fórmulas que permitan reducir el abultado déficit presupuestario de la primera potencia mundial. Por ello, el presidente Barack Obama presentó ayer las líneas maestras de su draconiano programa de ajustes.

Con el fin de reducir el déficit entre dos y tres billones de euros en los próximos 10 años, el programa incluye duros ajustes del gasto público y una polémica subida de impuestos a los más ricos y a las grandes empresas, según anunció en los jardines de la Casa Blanca. Solo con el incremento de la presión fiscal a las grandes fortunas, Obama espera recaudar al menos un billón de euros extra. La mitad de esos recursos procederá de la tasa especial que creará para gravar a las grandes empresas y las clases altas. Se trata de la denominada tasa Buffett, en honor al multimillonario Warren Buffett, que en agosto pasado reclamó pagar más impuestos. "Se trata de la aplicación de un principio muy simple: que la secretaria del señor Buffett no pague más impuestos que el señor Buffett", dijo Obama.

Menos deducciones

Mientras que los salarios se gravan en EE UU a una tasa de entre el 10% y el 35%, los beneficios de las inversiones están sujetos a un gravamen fijo del 15%, lo que provoca que los estadounidenses más ricos paguen una proporción menor de sus ingresos en impuestos federales que los de clase media, recuerdan los expertos.

Para salvar esa brecha es para lo que Obama propuso ayer crear ese nuevo impuesto, que se aplicará a aquellos ciudadanos que ganen más de un millón de dólares al año (unos 700.000 euros) y que se enriquezcan fundamentalmente con el cobro de dividendos y ganancias de capital. Según indicaron funcionarios de la Casa Blanca a la cadena CNN, la tasa afectará únicamente a unos 450.000 estadounidenses, que conforman el 0,3% de los contribuyentes, informa Efe. La tasa Buffett sustituirá a la actual tasa mínima alternativa, creada para asegurar que todos los estadounidenses pagan un porcentaje mínimo de sus ingresos en impuestos.

La otra mitad del billón extra que se persigue recaudar con el aumento impositivo procederá de la eliminación de las deducciones existentes hasta ahora para las ganancias de las clases altas y para las compañías del sector aeronáutico, petrolífero y gasístico.

El plan de Obama incluye recortes por 220.000 millones de euros en los programas sanitarios Medicare y Medicaid, pero descarta elevar de 65 a 67 años la edad mínima para beneficiarse de esos seguros. Otros 800.000 millones de ahorro vendrán de la retirada de Irak y Afganistán. También anunció recortes en los subsidios agrarios.