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José Machado. Viceministro de Medio Ambiente de Brasil

"Nos interesa la gestión española del agua"

Experto en gestión hídrica, el integrante del nuevo Gobierno brasileño recalca que el país reforzará su apuesta por las energías renovables y la gestión de los recursos hídricos, con participación de inversión exterior

El currículum de Brasil es la mejor credencial para su embajador medioambiental: la mayor reserva de agua dulce del mundo, el quinto país más extenso del mundo, y una de las naciones con mayor concentración de tierras cultivables del planeta. El viceministro de la cartera más verde, José Machado, lanzó ayer un mensaje en su visita al Congreso Nacional de Medio Ambiente en Madrid: el gigante latinoamericano apuesta por un patrón de desarrollo sostenible. Y el modelo pasa por el Plan de Aceleración de Crecimiento diseñado por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y que su sucesora, Dilma Rousseff, será la responsable de dar continuidad.

¿Cuál es papel de los emergentes para el Medio Ambiente?

Los emergentes tienen una doble responsabilidad. En primer lugar son países con un crecimiento económico importante y es necesario que encuentren un modelo de desarrollo capaz de conservar los recursos naturales. Brasil en particular tiene una gran diversidad y no puede degradar sus recursos porque éstos son importantes para el futuro. En segundo lugar, los países en desarrollo influyen ahora en el mundo y por tanto tienen la responsabilidad de colaborar para alcanzar un consenso que logre mitigar las emisiones de gases invernadero.

El Ejecutivo de Dilma Rousseff dará continuidad al uso del biocombustible

Los brasileños parecen estar cada vez más concienciados. De hecho, Marina Silva se hizo con el 20% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales. ¿Lo tendrá en cuenta el nuevo Gobierno?

No hay duda de que las elecciones de esta año recolocaron de una forma inédita el tema medioambiental. Y sin duda, la votación en Marina simbolizó esa visualización. Pero es importante decir que Dilma Rousseff aumentará el nivel de las iniciativas verdes. Durante la campaña asumió compromisos para construir en Brasil un patrón de desarrollo sostenible. El presidente Lula ya tomó decisiones muy importantes en ese ámbito y el Gobierno de Dilma Rousseff será de continuidad.

Dentro de esa continuidad se encuadra el llamado Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC).

Sin duda. El PAC busca subsanar una situación crítica en Brasil como son las infraestructuras en las que el país quedó muy atrasado. El PAC de Lula fue una forma concreta de responder a esa necesidad. Y ya está programado que el próximo Gobierno ponga en marcha el PAC II, al que con seguridad la presidenta Dilma dará mucho énfasis.

Las infraestructuras deberán implantarse de forma amigable con el medio ambiente para lo que el Gobierno ya ha planeado algunas iniciativas. Por ejemplo, dar un mayor equilibrio a la matriz de transportes de tal modo que el sistema ferroviario y portuario crezcan más en relación al modelo de carreteras que predomina. El PAC II avanzará también en la manutención de la matriz energética renovable con la implantación de nuevas hidroeléctricas. Las proyectadas están en áreas muy sensibles desde este punto de vista, como es la Amazonía.

¿Y estas iniciativas podrían suponer una oportunidad para las empresas españolas?

España ha procurado un progreso muy significativo en el área medioambiental y de renovación tecnológica. Ya es un socio importante y hay espacio para que lo sea aún más. Brasil siempre estuvo abierto a las sociedades extranjeras y España con certeza tiene mucho que ganar y contribuir a Brasil.

¿Existen nuevas oportunidades empresariales como, por ejemplo, la gestión del agua, donde las empresas españolas tienen gran experiencia?

Nos interesa la experiencia que España tiene en esa área de gestión de escasez de agua. Y ya estamos cooperando en ese campo. Cuando fui presidente de la Agencia Nacional del Agua visité España dos veces precisamente para ese intercambio. España tiene una gran experiencia en oferta de agua ya que ha puesto toda la inteligencia para abastecer a las comunidades, irrigar y suministrar a las industrias en un contexto de escasez. Brasil tiene hoy en día un marco legal en el área de recursos hídricos. Pero nuestra legislación es muy joven y aún tenemos mucho campo para alcanzar un buen nivel de gestión.

Brasil es la región más rica en agua dulce del mundo, pero con regiones muy áridas como el nordeste, donde se está realizando un importante esfuerzo inversor.

Sí, la disponibilidad de agua es crítica allí. Lula proyectó un trasvase del río San Francisco hacia cuatro Estados del nordeste septentrional: Ceará, Paraíba, Pernanbuco y Río Grande do Norte. También se han proyectado varias hidroeléctricas a lo largo del río. La región es además muy favorable para el desarrollo de la energía eólica por lo que estamos desarrollando también varios proyectos en esa área.

Brasil fabrica una gasolina muy dulce

Brasil es uno de los mayores productores de caña de azúcar del mundo. Un producto con el que fabricar un combustible eficaz además de para endulzar la vida. "El bioetanol es una perspectiva extremadamente positiva", asegura Machado.La mayor parte de los coches brasileños ya emplean tanto etanol como combustibles del petróleo. "Más del 70% de la flota ya es mixta y para 2020 esperamos producir 77 billones de litros"."Hay espacio para no comprometer los ecosistemas". Al mismo tiempo, Machado cree que el bioetanol no implica una expansión agrícola ya que existe un marco regulatorio y la caña de azúcar tiene límites para su expansión.

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