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Cayetano Olmos. Socio de Deloitte Abogados y Asesores Tributarios

"Se necesitan entre 14 y 16 años para llegar a ser socio"

Conoce como nadie el esfuerzo y la dedicación que un abogado debe asumir para llegar a ser socio. Es uno de los 32 que tiene Deloitte Abogados, una firma integrada por 532 personas

"Se necesitan entre 14 y 16 años para llegar a ser socio"
"Se necesitan entre 14 y 16 años para llegar a ser socio"PABLO MONGE

El pistoletazo de salida para incorporar a los mejores abogados de la universidad ya se ha dado en la mayoría de las firmas legales. Deloitte Abogados suele incorporar cada año entre 70 y 100 nuevos profesionales, la mayor parte de ellos en septiembre, pero también en enero. Escoge para ello, no solo a los que han obtenido mejor expediente académico, sino a los que ofrecen más potencial para hacer una carrera, que él califica, de abogado de alto rendimiento.

¿Cuándo comienza el proceso de selección de nuevas incorporaciones?

Hay dos oleadas: la más importante es septiembre, cuyo proceso comienza en mayo, y luego hay otra en enero. Deloitte Abogados mantiene vínculos con 70 universidades, de donde elige a sus candidatos que luego deberán pasar varias pruebas (psicotécnicas, de dinámicas de grupo y reuniones con distintos profesionales). En 2010, incorporamos a 100 nuevos abogados en toda España y este año mantendremos la cifra para las 12 filiales repartidas por el territorio. Es algo que nos hace sentir muy orgullosos y, que incluso, en épocas de crisis como la actual seguimos apostando por ello.

¿Cómo suele ser una carrera profesional de alto rendimiento?

Deloitte apuesta por formar a los profesionales. Más que una política de incorporación de profesionales de fuera, lo que a nosotros nos gusta es fomentar las carreras internas.

¿Por qué categorías debe pasar hasta ser socio?

En Deloitte tenemos una carrera estándar que está bastante pautada. En los dos primeros años el abogado asume la categoría de ayudante, luego pasa otros dos años como experience senior hasta que llega a gerente o asociado, donde transcurre otros cuatro años. De ahí, se convierte en senior manager y está entre cuatro y seis años hasta que se alcanza la máxima categoría profesional. En total, se necesitan entre 14 y 16 años para llegar a ser socio.

El salario es un elemento relevante, pero en mi caso lo que más valoré cuando me incorporé fue la posibilidad de hacer una carrera profesional, donde cada año se puede evolucionar de categoría y tener subidas salariales.

¿Cuál es el salario de entrada? ¿Cómo ha evolucionado con la crisis?

El salario bruto de entrada asciende a 27.000 euros anuales. Se está manteniendo, pese a la crisis. Intentamos hacer paquetes atractivos que no solo incorporen retribución dineraria, sino también la formación. De echo, durante el primer mes de incorporación, el letrado no hace otra cosa que recibir formación.

Pero no todo el mundo llega a socio. ¿Qué ocurre en esos casos?

Las estructuras son piramidales y eso exige que haya un cierto nivel de rotación. Existen profesionales, que por su vocación o su empeño, su carrera no puede seguir avanzando. Forman la Red Alumni que son compañeros nuestros que en un momento determinado han decidido unirse a la empresa privada. Esto suele darse con bastante asiduidad, pero lo cierto es que toda la red Alumni, con los ex profesionales de la firma, me atrevería de calificarla de excelente y modélica. Es posible que se produzca alguna tensión, pero desde luego dista mucho de ser la norma general.

¿Cómo toman las decisiones los socios?

Los socios se reúnen mensualmente pero tienen una comunicación fluida a diaria. La figura del socio-director, que hoy ocupa Tato Guerra, la eligen los 32 socios cada cuatro años y puede renovarse sin limitaciones. Las decisiones como la apertura de una oficina forma parte de todos ellos.

Los rasgos de un abogado de alto rendimiento

Entrar en una firma como Deloitte Abogados no es algo sencillo. Se intenta seleccionar a los mejores y aquellos cuyas características van a estar en sintonía con la filosofía del despacho. Es lo que Cayetano Olmos llama abogados de alto rendimiento. "Profesionales que comparten el objetivo de exceder las expectativas del cliente, aportando valor desde una perspectiva multidisciplinar y en una coyuntura económica difícil", los describe.Entre sus rasgos, destaca su "sólida trayectoria académica, alto nivel de inglés, vocación extranjera, gran proactividad, capaz de entender el negocio y las necesidades del cliente, comprometido e innovador. También tener dotes comerciales y saber trabajar en equipo". Quienes cumplan estas características podrán desarrollar una carrera ligada al mundo empresarial muy interesante y con grandes alicientes, como la posibilidad de participar en intercambios entre distintas regiones del mundo y realizar cursos de formación internos y externos. Además, su salario, a partir de la categoría de asociado, tendrá una parte fija y otra variable en función de varios parámetros económicos, que incluyen desde resultados de la firma hasta esfuerzo personal.En el caso de los socios, Cayetano Olmos prefiere mantener en secreto el sueldo de los top, pero asegura que su remuneración es "muy atractiva", eso sí, completamente variable. Entre los mayores inconvenientes que estos abogados de alto rendimiento deben padecer destaca una dedicación casi plena, "si se les necesita a las tres de la madrugada o los sábados deben saber sacrificarse, o sea que nada de calentar el asiento", añade.

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