Médicos de primaria agotados reclaman dignidad e inversión

No pueden más. Los médicos de familia han decidido unir su voz y poner el grito en el cielo antes de que la situación se convierta en insostenible. Se quejan "del cansancio, de no llegar a prestar una atención digna si no es a costa de un gran esfuerzo personal y de que su labor profesional sea menospreciada y se encuentre cargada de trámites burocráticos".

Por todo ello, tres asociaciones de médicos de primaria (MG's, MFC's, APD's) junto con el colectivo de pediatras decidieron reunirse ayer en la sede de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) para informar de la creación de la plataforma Casa Común del Médico de Primaria. Este organismo será el encargado de iniciar una serie de entrevistas con el Ministerio de Sanidad y los presidentes de gobiernos regionales con el objetivo de aumentar la inversión en estos centros.

El 25% del presupuesto

"Pedimos el 25% del presupuesto de Sanidad para el enfermo y la dignidad del ejercicio para nosotros", aseveró ayer Patricio Martínez Muñoz, secretario general del CESM. La inversión en la asistencia primaria, que empezó siendo tras la llegada de la Constitución del 17%, se ha reducido hoy al 14%. "Entendemos que estamos en una situación de crisis y que es difícil solicitar un incremento, pero bien podrían funcionar los vasos comunicantes", advierte el secretario.

Su propuesta se basa en menos tecnología y burocracia, y más interés en el trabajo del médico. El 85% del tiempo que recibe un paciente corresponde a la atención primaria. Pese a esto, el médico tiene que dejar de diagnosticar para destinar entre un 30% y un 40% de su tiempo a tareas burocráticas (emisión de recetas, partes de alta, baja y confirmación, así como múltiples informes). Los profesionales exigen menos cargas administrativas, y más tiempo para formación e investigación, algo que consideran imprescindible para favorecer su motivación y confianza. En este sentido, solicitan que la actividad asistencial sólo suponga un máximo del 60% al 65% de su jornada, para que el resto lo puedan dedicar al estudio. Para ello, creen necesario fijar el número de pacientes al día y el tiempo de consulta (entre 25 y 30 personas diarias y 15 minutos máximo cada uno), así como el número de tarjetas sanitarias por doctor (entre 1.200 y 1.500 por médico). Miguel Angel García, uno de los autores que han participado en el libro El ejercicio de la medicina de atención primaria habló de la necesidad de flexibilidad.