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El efecto de la 'primavera árabe' se diluye

La llegada de turistas cae un 1,7% en abril, el primer descenso en 13 meses

España recibió en abril 4,53 millones de turistas extranjeros, lo que supone un descenso del 1,7% en tasa anual. Es la primera caída desde marzo de 2011 y es una muestra de cómo se está diluyendo el impacto positivo para España de los conflictos registrados en Túnez y Egipto, entre otros.

En enero de 2011, los ciudadanos de Túnez se levantaron contra su Gobierno, al que finalmente derrocaron meses después. Las revueltas se extendieron rápidamente a Egipto y encendieron la llama de la denominada primavera árabe, que posteriormente se contagió a Libia. Las revueltas en los dos primeros países, competidores de España en el sector turístico, provocaron cancelaciones masivas a esos dos destinos y el traslado de viajeros a España. En ese contexto, España registró un récord de llegadas en abril (4,6 millones de viajeros) y logró recuperar más de cuatro millones de turistas a finales de año.

Los empresarios, sin embargo, ya venían advirtiendo desde hace meses que el efecto de la denominada primavera árabe se estaba agotando y que eso podría llevar a que la entrada de turistas registrara caídas ya este año. Así se ha producido en abril, cuando se han perdido 80.000 visitantes. Se trata del primer retroceso en 13 meses y muestra cómo los turistas extranjeros han vuelto a barajar Túnez y Egipto como destinos para pasar sus vacaciones. A esa bajada también ha contribuido la política de recorte de precios aplicada por esos dos países, que desde España se compensaría con una rebaja del IVA superreducido que grava las actividades turísticas. Finalmente, no se ha podido aprobar esa reducción fiscal por la necesidad de reconducir el déficit.

Desde el Ejecutivo, sin embargo, justifican la caída de abril porque las cifras registradas en 2011 estaban sesgadas por lo sucedido en 2010. En abril de ese ejercicio, un volcán islandés entró en erupción y provocó el cierre del espacio aéreo europeo durante una semana. La llegada de turistas a España se desplomó hasta los 3,9 millones, el registro más bajo de la serie histórica. Un año después, la cifra se disparó un 17%, hasta los 4,61 millones, por el trasvase de turistas extranjeros procedentes de Túnez y Egipto. Sin embargo, este año ha caído un 1,7%, a 4,53 millones.

En el análisis por mercados se puede observar un descenso significativo en la entrada de turistas británicos (un 12,9% anual), el primer mercado emisor, y de visitantes procedentes de los países nórdicos, con un recorte del 15,3%. En el lado contrario, Alemania y Francia, segundo y tercer mercado más importantes para España, no han sufrido con tanta intensidad como Reino Unido y han registrado crecimientos en abril.

Por comunidades autónomas de destino, el mayor descenso se ha dado en la Comunidad Valenciana, con un retroceso del 17,6% en abril. En lo que va de año ha perdido un 10,5%, siendo relegada por Madrid como la cuarta comunidad más visitada en lo que va de año.

Rusia se consolida como el emergente más influyente

Los grandes destinos turísticos en España se vieron beneficiados el pasado ejercicio por el tirón del mercado ruso. En 2011, la entrada de turistas de ese país registró un récord histórico al atraer 700.000 visitantes, un 50% más en tasa anual. Ese ritmo se ha mantenido en los cuatro primeros meses de este año, en el que han llegado 172.100 visitantes, lo que representa un incremento del 39,8%. Más de la mitad de los turistas (90.200) acude a Cataluña, seguida por Canarias (28.500) y Madrid (22.600).El mayor atractivo del turista ruso se basa en su elevado poder adquisitivo (1.429 euros por persona y estancia, un 42% superior a la media de mercados emisores) y en su potencial capacidad de crecimiento, ya que tan solo 12,6 millones de habitantes realizaron viajes por vacaciones el pasado ejercicio, apenas un 8% de la población.

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