"La izquierda está fallando a su gente"

Se define, ante todo, como un laborista. No en vano, se trata de una de las figuras más reconocibles del partido británico: entre 1997 y 2005 ocupó las carteras de Educación, Interior y Empleo con los Gobiernos de Tony Blair, centrando gran parte de su actividad profesional en este último campo. David Blunkett es, además, un símbolo de autosuperación en Reino Unido. Ciego de nacimiento, se crió en uno de los barrios más deprimidos de Sheffield, ciudad que años más tarde representaría en el Parlamento. Retirado de la vida política en 2005, desde entonces compagina las clases en la universidad con las conferencias, tertulias televisivas y asesoría a compañías privadas.

¿Cómo se debería combatir el desempleo en España?

Yo recomendaría flexibilizar el mercado laboral, pero manteniendo un entorno regulativo protector. El sector privado tiene margen para contribuir a capacitar a los desempleados y proveer de puestos de trabajo. También creo que se deberían adoptar programas para atacar el desempleo juvenil. Por ejemplo, con más prácticas a lo largo de la carrera. También hay que combatir la economía informal y condicionar la percepción de subsidios a la cualificación profesional.

¿Qué le diría al nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy?

Flexibilidad laboral, sí, pero un rotundo no a los recortes drásticos de presupuesto, que es lo que están haciendo todos los países menos Alemania para calmar a los mercados y las agencias de calificación. Todas las lecciones que hemos aprendido de lo sucedido en Irlanda y Grecia se resumen en una: si se va demasiado lejos con las restricciones, la situación empeora en vez de mejorar.

¿Qué pueden hacer los Gobiernos para no basar sus políticas en las reacciones de los mercados?

Lo primero, persuadir a Merkel la canciller alemana de que sea mucho más abierta con el BCE. Cuanto mayor sea la restricción presupuestaria, más problemas habrá en el entorno micro. Rajoy, Sarkozy y el resto de líderes europeos tienen que persuadirla de que el BCE debería actuar como un donante independiente. Segundo, dado que la mayoría de Gobiernos europeos son conservadores, y por tanto hablan el mismo idioma, deberían mostrar cierta solidaridad los unos con los otros.

Casi todos los Gobiernos de la UE son conservadores. ¿Qué puede hacer la izquierda para recuperar terreno?

El conflicto fundamental ya no enfrenta a trabajadores y empleadores, sino a ciudadanos contra mercados financieros internacionales. Los partidos europeos de izquierdas deben reajustarse ante esta realidad y ver cómo pueden incidir sobre ella. Y eso aún no ha pasado. Hasta que no veamos cómo enfrentarnos a los mercados internacionales fallaremos a nuestra gente, porque pretendemos solucionar los problemas de maneras tradicionales, y no se puede.

Muchos votantes no ven diferencias entre las políticas aplicadas por la derecha y la izquierda.

Los mercados financieros son los que han hecho que se opte por esas políticas. Acusar a un Gobierno de no tener suficiente poder sobre los mercados, sea o no de izquierdas, es arriesgado en estos tiempos. Ningún país tiene ya la capacidad de hacer exactamente lo que quiera. Los Estados por sí solos no pueden lidiar con la fuerza que han ganado los mercados internacionales.

¿Cuáles deberían ser las respuestas de izquierdas a la actual crisis económica?

En primer lugar, aún tenemos la sociedad civil. Hay que reforzarla. La izquierda tiene que pensar soluciones radicales, diferentes maneras de cooperación y mutualidad, de lograr que fluyan las ayudas entre unos y otros. Así nacieron los sindicatos hace dos siglos: no buscaban el auxilio del Estado, sino que pensaban que este debía ser un mecanismo que ayudase a las personas a hacer las cosas por sí mismas. Y así lo concibe la socialdemocracia: el Estado debe ayudar a la gente y contrarrestar los efectos negativos del entorno económico.