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Robert Mabro

'La inversión financiera se está mudando al petróleo'

Cree que el mercado ya no tiene el control sobre los precios y que la OPEP no tiene clara su estrategia: quieren precios bajos, por debajo de 70 dólares, pero temen que se desplomen si sube la producción

Mabro (Alejandría, 1934) es presidente honorífico del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, que dirigió durante 19 años. Considerado como uno de los mayores expertos en el mercado del petróleo, cree que el fuerte crecimiento del precio (la cotización en Estados Unidos y Europa tocó máximos anuales esta semana no está relacionado con el clima o las reservas, sino con la falta de rentabilidad de los mercados financieros y el fuerte traslado de inversión a los futuros del petróleo.

El precio del crudo vuelve a estar en máximos anuales, ¿ese incremento responde a alguna razón en concreto?

El precio del petróleo está determinado por los mercados de futuros. Y los mercados de futuros están monopolizados por mercados financieros, en donde trabajan inversores que a su vez negocian otro tipo de activos (bonos, oro, acciones...). Los inversores lo que quieren es mejorar su rentabilidad. La actual falta de rentabilidad de esos mercados es lo que está provocando que las inversiones financieras se trasladen o muden a los futuros del petróleo, ante la expectativa de que suba a corto plazo. Esta es la principal razón por la que está subiendo el precio.

Pero los productores como la OPEP tendrán cierto margen para controlar los precios...

No. Estamos en un sistema imperfecto. Si los países de la OPEP decidieran incrementar la producción, el precio debería bajar. Esto ocurriría si el petróleo dependiera en exclusiva de las reservas. Sin embargo no sucede así, ya que cuando la OPEP sube la producción, el precio no baja, sino que sube.

Sin embargo, a los países productores no les interesa que el precio del crudo esté muy alto y fuera de control

La OPEP ha decidido que una subida fuerte de los precios puede ser muy peligrosa, ya que puede afectar al crecimiento económico mundial o a la demanda. Desde ese organismo están intentado controlar unos precios que no se pueden manejar por la fuerte volatilidad. Todos los miembros tienen dudas: quieren que el precio baje a 65 dólares, pero tienen miedo de que baje demasiado deprisa. No lo tienen claro.

¿Cuál es su pronóstico sobre la evolución de los precios a corto plazo?

En diciembre, el precio del crudo estaba en 78 dólares y en junio bajó a 50. ¿Por qué? No se sabe. Es muy difícil hacer un pronóstico. Lo único que está claro es que el mercado no resistiría subidas o bajadas de precios muy fuertes. No serían sostenibles en el tiempo.

¿A quién le puede afectar más un precio alto del petróleo, a Estados Unidos o a la Unión Europea?

Estados Unidos consume 12 millones de barriles al día, así que un alza de 10 dólares supone un gasto adicional 120 millones de dólares al día. Es una subida demasiado alta. Hasta qué punto puede empezar a ser un problema no lo sé... La ventaja que tiene EE UU es que dispone de políticas monetarias para devaluar la moneda y controlar el precio. El riesgo en la UE es bastante menor.

Bolivia y Venezuela han decretado recientemente la nacionalización de los hidrocarburos, ¿eso tendrá un impacto en el precio?

No. Bolivia sólo produce gas, no tiene petróleo y sus principales clientes son regionales. Así que el problema será para Brasil, que es su principal comprador. En el caso de Venezuela, el impacto se producirá fundamentalmente en EE UU, su principal cliente. A pesar de lo que pueda parecer, las exportaciones con EE UU no han bajado en los últimos años; lo que se han reducido son las ventas a Latinoamérica o Europa.

Hay muchos estudios que apuntan a la falta de reservas a corto plazo, ¿qué hay de cierto en ello?

En la actualidad hay suficientes reservas para satisfacer el consumo pero no se invierte lo suficiente para explotarlas a medio plazo. No hay falta de petróleo, sino que hay problemas de acceso a las reservas y de financiación para las nuevas explotaciones.

'La Unión Europea tiene paranoia con Rusia'

Mabro no logra entender la 'paranoia' de la UE con los 'supuestos' problemas de suministro con Rusia. Más aún cuando la Unión Europa ha decidido que los inversores extranjeros de fuera de la UE no entren en las redes de distribución, en alusión a los intereses de Gazprom por hacerse con infraestructuras propiedad de miembros de la UE.A su juicio, la UE siempre ha dependido del gas y el petróleo de esa zona. 'Cuando era la Unión Soviética, Europa no tenía problema. ¿Por qué lo tienen ahora que es con Rusia? Lo que tiene Bruselas es paranoia... Están obsesionados con que Rusia utilice el petróleo como arma de presión, cuando nunca lo ha hecho', dice. Lo que sí ha decidido es renegociar los precios que cobra a sus vecinos y ha bajado la presión del gas para intimidarlos. Esa bajada también se notó en la UE y 'fue la que disparó todas las alarmas', concluye.

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