La incertidumbre sobre la recuperación marca el inicio de curso en la UE
La Unión Europea (UE) vuelve al trabajo esta semana tras el parón veraniego con el reto de acabar de cocinar las reformas esbozadas en los últimos meses para prevenir nuevas crisis, pero sin perder de vista el devenir de los acontecimientos, ante la persistente inestabilidad en los mercados y la incierta recuperación.
La Comisión Europea (CE) retomará oficialmente la actividad mañana, cuando inicia un seminario de dos días en el que pasará revista a los asuntos pendientes para el otoño, entre los que destaca el paquete legislativo destinado a extraer las lecciones de la crisis económica y del caso griego.
En este área, el asunto más relevante es el endurecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que rige la disciplina presupuestaria europea y que fue exigido por Alemania como condición para dar su visto bueno al rescate de Grecia, la pasada primavera.
El Ejecutivo comunitario presentará una propuesta a finales de este mes, sobre la base de las iniciativas enunciadas antes del verano, entre las que se cuenta la suspensión de ciertas ayudas comunitarias a los países infractores.
El grupo especial liderado por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, también trabaja sobre el asunto y se reunirá el próximo lunes para avanzar en el informe de propuestas que deberá presentar en octubre.
Otro de los puntos de calado es el nuevo sistema comunitario de supervisión financiera, pendiente de que los Veintisiete y el Parlamento Europeo lleguen un acuerdo definitivo, ante la negativa de la Eurocámara a aceptar una vigilancia poco estricta o fraccionada a escala nacional, como quieren los países.
El comisario del ramo, Michel Barnier, se reúne hoy con una representación parlamentaria y la Presidencia belga de turno de la UE para intentar alcanzar un consenso lo antes posible, a fin de que las nuevas autoridades de vigilancia para la banca, la bolsa y las aseguradoras comiencen a funcionar el año próximo, como estaba previsto.
En relación con la regulación de los mercados financieros, la CE también presentará propuestas a partir del 15 de septiembre sobre algunos instrumentos y prácticas de inversión muy criticados recientemente por su papel en el encarecimiento de la deuda pública de determinados países del euro, como los seguros contra el impago de deuda (CDS's), las ventas al descubierto o los derivados.
Asimismo está pendiente de acuerdo con el Parlamento la directiva encaminada a reforzar el control sobre los gestores de fondos de inversión, especialmente los más especulativos (hedge funds), después de que los ministros de Finanzas le dieran su visto bueno en mayo pese a la oposición de Reino Unido, donde se concentra entre el 70 y el 80% de este sector europeo.
Fuentes comunitarias aseguraron que la Comisión "todavía tiene la esperanza" de zanjar el asunto para finales de año, pero reconocieron que las conversaciones siguen encalladas en torno al llamado "pasaporte europeo", que permitiría que los gestores de fondos basados fuera de la UE pudieran operar en toda la Unión tras lograr la autorización de un sólo país.
Pero más allá de las medidas a nivel comunitario, Europa se juega "la recuperación en los cambios fiscales, de pensiones o laborales" que los distintos Estados miembros se han comprometido a poner en marcha, según recuerda a Efe el portavoz comunitario Amadeu Altafaj.
En este sentido, también será vital conjurar el riesgo de que las medidas de consolidación fiscal anunciadas por los gobiernos la pasada primavera terminen por ahogar la desigual recuperación.
Los últimos datos oficiales constataron una mayor consolidación económica de la prevista en el segundo trimestre de 2010, con Alemania como motor de empuje; mientras que las previsiones de la CE para los próximos meses continúan siendo moderadamente positivas.
Sin embargo, algunos países como España ya han adelantado que los recortes presupuestarios afectarán a su economía y los temores a una recaída de Estados Unidos tampoco contribuyen a despejar el horizonte.
æpermil;sta será una de las cuestiones que abordarán los ministros de Finanzas de la zona euro la próxima semana, en la que también discutirán el desembolso del segundo tramo de ayuda a Grecia y la negativa del Parlamento de Eslovaquia a participar en el rescate de ese país.
Asimismo, debatirán la posibilidad de efectuar periódicamente los test de solvencia que fueron realizados recientemente a las principales entidades financieras del continente para reforzar la confianza en el sector.