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Gadafi anuncia un nuevo alto el fuego

La guerra abierta en Libia dispara la presión sobre el precio del petróleo

La coalición internacional asegura haber establecido la exclusión aérea en Libia, aunque los interrogantes sobre el curso de los acontecimientos son numerosos y amenazan con disparar el precio del crudo. Gadafi insiste en proteger su petróleo, si bien ha anunciado un nuevo alto el fuego ante la fuerza del ataque aliado.

La guerra abierta en Libia dispara la presión sobre el precio del petróleo
La guerra abierta en Libia dispara la presión sobre el precio del petróleoREUTERS

La primera oleada de ataques iniciados por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han conseguido en el fin de semana el primero y más urgente de los objetivos: establecer una zona de exclusión aérea en Libia y detener el avance de Muamar al Gadafi sobre la ciudad rebelde de Bengasi. de entrada, el uso de la fuerza, bajo las condiciones establecidas por la resolución de Naciones Unidas aprobada por su Consejo de Seguridad el pasado jueves, encendió al gobierno del dictador libio, que ayer lanzó un mensaje con un claro protagonista: la defensa no sólo de su régimen sino del petróleo que ha sostenido al país en las últimas décadas y del que se abastecen buena parte de los países que ahora toman parte del ataque libio.

El coronel Gadafi amenazó a las potencias occidentales con una "guerra victoriosa de larga duración " y afirmó que "no permitiremos que los cristianos tomen nuestro petróleo". En su discurso no faltaron las alusiones a una guerra santa en defensa de la tierra y de sus valiosas materias primas. "Dios está con nostros, el diablo con vosotros. Todos los libios están preparados para el martirio, lucharemos por cada palmo de tierra", afirmó Gadafi. Sin embargo, ante el recrudecimiento de los ataques, Gadafi anunció en la tarde de ayer un nuevo alto el fuego. También lo hizo el pasado viernes, un compromiso que duró apenas unas horas y que desencandenó el ataque aliado, junto a la desconfianza hacia las decisiones del régimen.

Libia está sumida desde hace semanas en un duro conflicto interno entre los opositores a Gadafi y las tropas fieles al dictador, pero el aumento de la tensión bélica desencadenado por la intervención militar de Occidente promete trasladarse con fuerza esta semana al mercado del petróleo. Especialmente si el ataque aliado no logra consolidar la posición de los rebeldes y derrocar con rapidez a Gadafi. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, el almirante Mike Mullen, reconoció ayer que la operación aliada en Libia puede concluir sin que Gadafi abandone el poder. Añadió que la intervención aliada, que no prevé ofensiva terrestre, es la primera fase de una campaña "muy compleja".

El alto mando de EE UU reconoce que la operación militar es "muy compleja"

La posición de los países árabes ante el conflicto libio -por ahora solo Catar ha confirmado su participación en el despliegue militar occidental, según confirmó ayer Francia- es otro factor de peso político y de trascendencia para los mercados, que tendrán en cuenta la postura manifestada ayer por la Liga Árabe. Su secretario general, Amro Musa, aseguró ayer que "la protección de los civiles no requiere una operación militar".

La evolución en el precio del petróleo será uno de los temas principales de la reunión que hoy celebran en Bruselas los ministros de Energía de la Unión Europea, en la que analizarán las consecuencias que la crisis de Libia y Japón puedan tener en el suministro de gas y petróleo y el impacto en el mercado energético internacional.

En clave doméstica, José Luis Rodríguez Zapatero comparecerá mañana en el Congreso para explicar la participación española en el operativo militar sobre Libia.

Una coalición con alta dependencia energética

El petróleo había sido hasta ahora un elemento clave en la permisividad con que Europa había tolerado los excesos del régimen de Muamar al Gadafi. No en vano, Libia exporta el 32% de su crudo a Italia -antigua metrópoli y con fuertes vínculos emrpesariales con el país árabe-; el 10% a Francia -que ha llevado la iniciativa en la ofensiva militar con el primer ataque aéreo a posiciones libias-; el 9% a España -que también participa en el dispositivo- y el 14% a Alemania, que permanece en un incómodo segundo plano frente a la postura de sus socios europeos. Hacia EE UU viaja solo el 5% del petróleo que exporta Libia lo que, frente a lo sucedido en la guerra de Irak, libera a la potencia estadounidense de la sospecha de motivaciones energéticas en su participación en el conflicto.Tras la intervención militar, la presión está servida sobre el precio del petróleo. Barclays Capital señala que "el mercado de petróleo ha entrado en un periodo de volatilidad extrema" y apunta a que hay que retroceder al menos 30 años, a la época de la caída en Irán del Sha de Persia, para encontrar un cúmulo semejante de factores capaces de influir de forma determinante sobre el crudo. "En nuestra opinión, independientemente de la evolución de la situación militar, Libia y el corte de sus exportaciones es probable que siga siendo un problema importante para los mercados en 2011 y 2012", explica la firma.

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