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Gasto en los hogares

Las familias no se rascan el bolsillo en educación

A menos nivel de formación, más paro.

La educación y la formación se esgrimen hasta la saciedad como armas anticrisis. A través de informes, estudios, opiniones de expertos y de políticos, se han vertido ríos de tinta. Un tema en boca de todos, pero que a la hora de la verdad no se traduce en más dinero, especialmente cuando hablamos de los hogares españoles.

Las administraciones públicas parecen, no obstante, percatarse cada vez más de la relación entre mercado laboral y calidad de la enseñanza. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que muestran como las instituciones han aumentado paulatinamente el gasto público en esta década. En 2008, el Estado asignó 49.565 millones de euros, un 4,51% del PIB. Un sustancial incremento del 70,87%, si lo comparamos con 2001, año en el que el presupuesto público dedicó 29.007 millones, es decir, un 4,26% del PIB.

Los hogares españoles, por otro lado, y al igual que las administraciones públicas, también han incrementado su gasto en servicios educativos (centros, academias, clases particulares). Sin embargo, y habida cuenta del gran crecimiento económico de los últimos años, la partida de educación respecto al PIB incluso se redujo. En 2008, las familias desembolsaron 8.936 millones, un 0,81% del PIB, frente a los 6.526 millones de 2001, un 0,96% del PIB.

Si bien es cierto que el Estado español proporciona una gran cobertura de educación pública (con el 70,3% de centros de primaria y secundaria) esto no debería justificar el bajo peso que sigue manteniendo el gasto de las familias en educación.

Países como Finlandia, Alemania o Francia, con sistemas educativos basados también en la enseñanza pública, mantienen porcentajes de gasto de los hogares en educación más elevados que España. En este sentido, los recursos que destinan a formación las familias españolas son sólo comparables a los de los hogares de Portugal e Italia.

Otro dato a tener en cuenta es que existe un denominador común en el patrón de consumo en todas las comunidades autónomas que no ha cambiado en los últimos siete años: los hogares dedican más dinero al consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, que a la educación (ver gráfico). En 2007, el gasto medio anual en enseñanza fue de 390 euros (el menor de todas las partidas), mientras que el de alcohol y tabaco alcanzó los 601 euros. En términos relativos, los hogares destinan a tabaco y alcohol (1,9%) el doble que a enseñanza (0,9%).

Dinero, educación y paro

El esfuerzo presupuestario de las administraciones públicas también debe contextualizarse. Hasta 2005 (últimos datos disponibles), el gasto en educación en relación al PIB de España no había alcanzado siquiera la media europea, según Eurostat. En ese año, el desembolso medio de la UE supuso un 5,03%. España se situó de nuevo en los puestos de cola con un lejano 4,23%. Por delante, Alemania (5,03%), Francia (5,65%), Italia (4,43%), Reino Unido (5,45%), Países Bajos (5,19%) o Finlandia (6,31%).

Y es que las cifras desvelan una idea obvia en apariencia, pero que no acaba de calar del todo: la relación inversa entre educación y formación, y desempleo. En un contexto de paro abultado, que afecta en la actualidad al 17,92% de la población activa, los universitarios son quienes menos sufren el desempleo, con apenas un 9,5%, según el INE.

Para quienes finalizaron la segunda fase de educación secundaria, el paro se acerca a la media del país, ya que afecta al 17,3% de estos titulados. Quienes estudiaron la primera fase de secundaria registran un desempleo del 23,6% y quienes sólo lograron cursar primaria padecen una alarmante tasa de paro del 25,4%.

Grave problema de fracaso escolar

En un contexto de paro galopante, los fallos en el sistema educativo español aún pendientes de resolver se ponen de manifiesto en mayor medida, si cabe. La enseñanza, entre otros problemas, adolece de una gran tasa de abandono escolar. España supera el doble de la media europea (con un 14,8%). En 2007, un 31% de la población española de entre 18 y 24 años, no completó el nivel de educación secundaria en la segunda etapa y no cursó ningún tipo de formación adicional. Nuestro país se sitúa así en las posiciones de cabeza del ranking de la Unión Europea con mayor número de personas que deciden dejar sus estudios. Muy por debajo, se encuentran países de referencia, como Finlandia (7,9%), Países Bajos (12%), Francia (12,7%) y Alemania (12,7%). Por otro lado, la población española que ha terminado la segunda etapa de secundaria se encuentra en niveles muy inferiores a la media comunitaria (78,1%), con un 61,1%.Los malos resultados españoles encuentran eco en las conclusiones del último informe PISA, elaborado por la OCDE y que recoge el rendimiento educativo de nuestros escolares. España, en el puesto 31, ocupó una posición más que mediocre, teniendo en cuenta que fueron 57 los países evaluados. Por contra, Finlandia, que en cada edición del informe repite como una de las naciones que más recursos destina a la enseñanza, tanto a nivel público como privado, fue el país que mejor nota obtuvo.

Las cifras

9,5% de la población activa española cuenta con un título universitario y está en la actualidad en paro.8.936 millones de euros se gastaron las familias españolas en servicios educativos en 2008, cifra que representa un 0,81% del PIB.390 euros al año gasta un hogar español de media en educación, el 0,9% del presupuesto familiar total. A tabaco y alcohol destina 601 euros, el 1,9% del total.

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