Los expertos exigen una reducción del número de empleados públicos
Piden que se mantenga la inversión para no frenar el crecimiento
De los 2,7 millones de empleados públicos que hay en España, 1,6 millones son funcionarios y el resto, personal contratado y de confianza. Este último es, a juicio de los expertos consultados por CincoDías, el principal margen que le queda al Ejecutivo para realizar el nuevo ajuste de gastos solicitado por la Comisión Europea. "Cerca del 30% de la plantilla contratada en la administración pública son temporales y en muchos casos desempeñan labores que pueden ser perfectamente suprimidas", recalca Javier Quintana, director del servicio de estudios del Instituto de Empresa Familiar. De ese ajuste quedarían excluidos médicos, policías o personal de justicia.
"Lo que no tiene ningún sentido es que se haya producido una corrección tan fuerte en el empleo privado mientras que el personal de la administración sigue creciendo", señala en referencia a los 67.000 contratados en los últimos doce meses. "Los sindicatos lo tienen que entender en el actual contexto", asegura Quintana, quien considera necesario que se revise el acuerdo de moderación salarial firmado con los sindicatos de la función pública, que establece un crecimiento de los salarios del 0,3% en 2010.
Susana Borraz, analista de AFI, precisa que el nuevo recorte debería orientarse hacia una reducción del gasto corriente y no de la inversión, "para no menoscabar ni poner en riesgo la recuperación". A su juicio, habría que revisar el acuerdo con las comunidades autónomas para la racionalización del gasto público. "Sería preciso además un mayor esfuerzo en el redimensionamiento del sector público dependiente, tanto estatal como autonómico, a través de medidas de mayor impacto presupuestario", apunta.
El director del servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, va más allá y exige que se establezcan límites de gasto y en la capacidad de endeudamiento de las comunidades autónomas. "En el equilibrio entre gastos e ingresos también sería beneficioso el establecimiento de ciertos copagos en sanidad o educación", señala.
"Hacia una mayor presión fiscal"
"Los objetivos de reducción del déficit son muy exigentes y no se van a poder cumplir sólo por la vía del gasto". Xavier Segura, director del servicio de estudios de Caixa Catalunya, señala que habrá que ir admitiendo que a medio plazo se producirá un aumento de impuestos para completar el ajuste. "La presión fiscal en España aún es más baja que en la media de la Unión Europea y eso da margen a posibles incrementos", recalca Segura, quién no obstante señala la dificultad de esas subidas en un escenario de recesión y por la polémica suscitada por el alza del IVA. "Pese a que puede ser contraproducente para el crecimiento económico, ahora lo importante es mandar un mensaje a los mercados para rebajar la presión sobre el coste de financiar nuestro déficit", dice.