La destrucción de empleo disminuye un 80% respecto al año pasado
La Seguridad Social registró en febrero 26.000 nuevos afiliados, el primer saldo positivo en seis meses. No obstante, una vez corregido el efecto calendario, los datos muestran que se destruyeron 31.600 empleos. Una cifra que sigue siendo esperanzadora si se tiene en cuenta que el pasado año fueron cinco veces más. El número de parados, sin embargo, sigue aumentando, y el mes pasado sumó a 82.132 personas.
La economía española está recuperando afiliación y dejando atrás los momentos de destrucción más dura del empleo", aseguró ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado. El organismo que dirige registró en febrero un saldo positivo de 26.340 nuevos afiliados más. La primera creación de empleo neto que protagoniza el mercado laboral español en el último medio año.
"Como ya anunciamos, a partir de este año abrimos un nuevo periodo en el cual vamos a ir combinando datos positivo y negativos hasta que equilibremos el número de afiliados con el mismo del año pasado", explicó. "Y a partir de ese momento, probablemente encadenemos una serie continuadamente positiva", añadió, vaticinando que dicho cambio de tendencia se "consolidará" a partir de "septiembre u octubre" de este año.
La tasa desestacionalizada, que corrige los efectos del calendario, indica sin embargo que la Seguridad Social no ganó afiliados en febrero, sino que perdió 31.600. Lo cierto es, por otra parte, que el mismo mes de 2009 se destruyeron 159.000 puestos de trabajo en tasa corregida. Cinco veces más que este año, lo que demuestra que la tendencia tiende a mejorar, pese a que continúa siendo negativa.
La construcción fue el sector que mejor resultados obtuvo ya que registró 14.051 nuevos afiliados. La mejoría es resultado de la puesta en marcha del nuevo Fondo de inversión local del Plan E, que emplea ya a 33.183 personas. Pese a que los 5.000 millones con los que está dotado este año están, en teoría, destinados a fortalecer un nuevo motor económico más sostenible, la verdad es que "la mayoría" de los proyectos iniciados siguen relacionados con el ladrillo, admitió la directora general de empleo, Maravillas Rojo.
Las siguientes áreas por creación de empleo fueron la educación, con 11.827 nuevos afiliados y la hostelería con 11.017 personas más.
La perspectiva es peor, no obstante, del lado de los parados. Otras 82.132 personas pasaron a engrosar las oficinas del antiguo Inem (78.000 en términos desestacionalizados) con lo que suman ya 4.130.625 personas. Los servicios continúan siendo el sector más afectado, con 45.420 nuevos desempleados. El segundo colectivo fue, paradójicamente, el de quienes no han tenido un empleo anterior (14.810 personas). Esto significa que jóvenes, estudiantes y amas de casa siguen acudiendo a las oficinas públicas en busca de una ocupación.
La construcción, a su vez, generó 9.915 parados más, siendo el tercer grupo más numeroso. Para ayudar a este colectivo el Gobierno ha propuesto al resto de grupos políticos una apuesta decidida por la rehabilitación de viviendas, que estiman que podría generar 350.000 nuevos puestos de trabajo.
Una de las mejores noticias del mes, recalcó la secretaria general de empleo fue que del largo millón de contratos registrados, "el 10% fueron de carácter indefinido", por lo que los fijos ganaron algo de espacio a los temporales.
Necesidad de reformas
Por géneros, subrayó Rojo, el número de hombres y mujeres que van saliendo del mercado laboral es prácticamente el mismo. Una igualación que ha sido "consecuencia de la crisis", pero que según ella, "es positivo y debería mantenerse".
Para los agentes sociales, los datos de paro y la afiliación de febrero presentan ciertas mejorías respecto a la dureza de enero. Todos destacaron, sin embargo, la necesidad de acometer reformas para mejorar las perspectivas del mercado laboral. Como viene siendo habitual, no obstante, la propuestas de unos y otros distan mucho de coincidir. Desde UGT reclamaron una urgente "reforma del sistema financiero que incentive la actividad económica y la creación de empleo". Paralelamente, Comisiones Obreras hizo hincapié en la necesidad de que el Estado mantenga una amplia protección social sobre los desempleados.
Del lado patronal, la CEOE reseñó "la insuficiencia de las medidas paliativas" que ha llevado a cabo el Gobierno y reclamó cambios estructurales en el mercado laboral. Por su parte, Francisco Aranda, presidente de Agett (la patronal de las empresas de trabajo temporal), reivindicó al Ejecutivo una mayor "colaboración público-privada" en los servicios de búsqueda de empleo, para ayudar a paliar el problema.
El coste de las prestaciones por desempleo roza ya los 3.000 millones mensuales
El 80,9% de los 4,048 millones de parados registrados en España en el mes de enero se encontraban cubiertos por algún tipo de prestación por desempleo. El dato, que va con un mes de retraso con respecto al del paro, supone que el Estado pagó 2.923 millones de euros sólo en los primeros 30 días de 2010. De mantenerse la tendencia, el coste total en prestaciones ascendería hasta los 35.000 millones de euros al cierre del año.El coste representa un incremento interanual del 16,8%, en parte por la creación de la nueva renta de 426 euros dirigida a parados que han agotado sus prestaciones. El Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (Prodi), acumula 378.768 participantes. De éstos, informan desde el Ministerio de Trabajo, 4.468 pertenecen al segundo periodo de seis meses de ayudas que aprobó recientemente el Gobierno.La mayoría de los beneficiarios de prestaciones, sin embargo, siguen siendo aquellos que perciben la prestación contributiva que han generado mientras cotizaban. æpermil;stos suman 1,569 millones de personas, que cobran una cuantía media de 843,2 euros mensuales. No obstante, el colectivo que más ha crecido es el de los que pasan a recibir el subsidio asistencial por desempleo. Desde el último año han crecido un 106%, hasta alcanzar los 1,243 millones de parados. Existen además, 257.927 beneficiarios de alguna renta de tipo agraria o de inserción, y otros 887.926 parados que no reciben prestación alguna.
