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Reunión

El despegue de los cultivos energéticos en España

El mercado de los cultivos energéticos en España está a punto de despegar. Mañana se producirá una nueva reunión de la Mesa Nacional de Biocarburantes, en la que productores, agricultores, industria transformadora y Ministerio de Agricultura podrían alcanzar un acuerdo para la creación de un contrato marco que regule los precios de compraventa, las condiciones de pago, los plazos de entrega o los pagos por calidades de los cultivos energéticos que se empezarán a sembrar a partir del próximo mes.

Estos contratos estarán homologados por el Ministerio de Agricultura y serán supervisados por una comisión paritaria de seguimiento, en la que estarán representados la industria transformadora y las organizaciones agrarias.

Fuentes participantes en la negociación apuntan que el acuerdo está casi cerrado en cuanto a la colza y al girasol, cuyos precios quedarán ligados a la evolución del precio del crudo y a los mercados internacionales, mientras que señalan que el acuerdo para los cereales está lejano.

Sin embargo, esas mismas fuentes reconocen los avances que se han producido durante las diez reuniones que han mantenido los representantes de la industria y las organizaciones agrarias en las tres últimas semanas. 'Hemos pasado de un esquema de precios fijos sin referencia de mercado en cereales a otro en el que ya se contemplan precios variables o se diferencia los cultivos de retirada', apuntan.

Precios disparados

El principal escollo en los contratos de cereales, reconocen, es el alto precio que tienen en la actualidad. 'Este año es el peor momento para cerrar un acuerdo ya que los precios de la cebada (150 euros por tonelada) o del trigo (170 euros) están disparados y la industria no está dispuesta a comprar a ese coste', señalan.

A los altos precios de las materias primas se les unen los costes logísticos derivados de la ausencia de mercado para cultivos energéticos en España, que obliga a la industria a exportar toda su producción, y las dificultades para alcanzar un acuerdo sobre el cálculo del precio del cereal dedicado a bioetanol, que las organizaciones agrarias quieren ligar a la evolución del destinado a usos alimenticios.

Ante la falta de tiempo para seguir negociando, previsiblemente los contratos de cereales destinados a cultivos energéticos para esta cosecha no estarán homologados por el Ministerio de Agricultura y tendrán que ser negociados de forma particular entre las industrias transformadoras y las organizaciones agrarias.

Tampoco se ha alcanzado un acuerdo sobre la duración de los contratos, por lo que el mes de marzo se empezarán a firmar contratos para este año y, en función de cómo evolucionen, los siguientes contratos podrían ser de carácter plurianual.

Pero los beneficios que estos cultivos pueden traer a los agricultores, en forma de alternativa a los tradicionales y como una manera de ocupar las superficies en retirada que marca la Política Agraria Común (PAC), se puede transformar en un problema si se reproducen las distorsiones de precios que ha sufrido el maíz en México, cuyo precio se ha duplicado en los últimos seis meses.

¿Podrían reproducirse estos mismos efectos en España? Las organizaciones agrarias responden que solo cuando una excesiva demanda de un cultivo energético pueda desestabilizar ese mismo producto dedicado a usos alimenticios, como puede ocurrir en el maíz, el trigo o la cebada en el caso del bioetanol o con el girasol en el caso del biodiesel.

Esta situación es poco probable actualmente en España si se analiza la superficie dedicada a cultivos energéticos (26.276 hectáreas durante el año 2005), casi cincuenta veces menos que la destinada al cultivo de la vid.

Causas del encarecimiento

Industria y agricultores consultados coinciden en que el fuerte encarecimiento de las materias primas como el maíz, tal y como ha ocurrido en México, tiene poco que ver con el desarrollo de los mercados de los biocarburantes.Desde la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) se apuntan unos datos aportados en los últimos estudios de la Comisión Europea, en los que se señala que el incremento del consumo de aceite de palma para usos alimenticios ha sido de 10 millones de toneladas desde 2001 a 2005, mientras que el crecimiento del aceite de palma para cultivos energéticos tan sólo fue de 30.000 toneladas en 2005.Por su parte, las organizaciones agrarias dicen que el repunte de los precios de los cereales el año pasado se debe a una confluencia de factores, aunque coinciden en señalar la escasa repercusión del desarrollo del mercado de los biocarburantes.A su juicio, el primer factor que ha elevado los precios ha sido el fuerte aumento de consumo en países con una gran densidad de población como India o China. Especialmente curioso ha sido el caso de China, que en pocos años ha pasado de ser exportador a importador nato. Los otros dos factores han sido las fuertes sequías que han padecido los grandes exportadores como Australia, India o Argentina y la fuerte especulación en la Bolsa de Futuros de Chicago.

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