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Las comunidades autonomas con un déficit de 30.000 millones

El déficit regional debe bajar 16.000 millones para cumplir con Salgado

Nunca antes las comunidades autónomas habían registrado un déficit tan elevado, que ascendió a 30.000 millones de euros en 2010, un 2,83% del PIB. Este año, deberán reducir esa cifra en 16.100 millones para cumplir la senda de consolidación fiscal fijada por el Gobierno. Se trata de un reto presupuestario sin precedentes y, sin embargo, más de la mitad de comunidades prevé en los presupuestos de este año gastar más que en 2010.

Los números no salen. Mientras las comunidades deberán reducir su déficit a la mitad este año, buena parte de ellas presupuestó incrementos del gasto respecto al desembolso realmente realizado el año anterior. Así, el esfuerzo fiscal sin precedentes que exige el Gobierno central a los territorios requerirá con toda probabilidad que las comunidades aprueben mayores recortes si quieren reducir el déficit del 2,83% del PIB en 2010 a 1,3% en 2011. El esfuerzo sería menor si las comunidades hubieran cumplido el objetivo de déficit fijado para este año en el 2,4%.

En cifras absolutas, los Gobiernos territoriales se enfrentan al reto de rebajar los números rojos de 30.000 millones a 13.993 millones. Para hacerse una idea de la magnitud del recorte basta recordar que el conjunto del sector público ha logrado recortar en 20.000 millones su déficit después de reducir un 5% el sueldo a los funcionarios, congelar las pensiones, elevar el IVA, el IRPF y los impuestos especiales o suprimir la mayoría de inversiones públicas previstas, entre otras medidas de austeridad. Ahora, las comunidades deberán hacer un esfuerzo similar.

Y, sin embargo, muchas de ellas prevén elevar los pagos en 2011. Cuando los Gobierno autonómicos publicitaron drásticos recortes del gasto comparaban el Presupuesto de 2011 con el aprobado en 2010. Ello tiene algo de trampa ya que las previsiones presupuestarias del año anterior no se cumplieron y los Ejecutivos gastaron menos dinero del previsto. Si se compara el Presupuesto de 2011 con el gasto realmente realizado en 2010, se observa una tendencia al alza, lo que pone en entredicho las políticas de austeridad tan cacareadas por las consejerías de Economía.

Es decir, si las regiones cumplen el presupuesto de gasto de 2011 no lograrán reducir los pagos respecto al año anterior. Y si bien está previsto que se incrementen los ingresos, ello no bastará para recortar a la mitad su déficit. Los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades indican que los Gobierno autonómicos gastaron en 2010 132.688 millones de euros mientras que en los presupuestos de 2011 se prevé que el capítulo de gastos ascienda a 138.240 millones.

Andalucía, Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Aragón, Asturias, Cantabria y La Rioja forman parte del grupo de territorios que tienen previsto elevar el presupuesto de gastos, incluido el financiero. En el lado opuesto, Murcia, Navarra, Galicia, Canarias y Comunidad Valenciana gastarán menos este año que el anterior. En la estadística quedan fuera Cataluña y Baleares ya que no han aprobado unos nuevos presupuestos. El Gobierno balear prorrogó los de 2010 al no alcanzar un acuerdo parlamentario y Cataluña aún no ha presentado las cuentas de este año debido a la celebración de las elecciones autonómicas.

Un análisis más detallado permite observar que todas las comunidades reducirán los gastos de personal. En este sentido, la reducción de un 5% del sueldo de los funcionarios aprobado en mayo del año anterior explica este descenso. Sin embargo, sorprende que algunas comunidades presupuesten un mayor gasto corriente. Es el caso de Castilla-La Mancha, que en 2010 destinó a este capítulo 1.000 millones de euros y, para el próximo año, tiene previsto elevar la cuantía en 230 millones. Y, curiosamente, Castilla-La Mancha lidera el ranking de comunidades con mayor déficit. Supone el 6,47% de su economía regional, una cifra elevadísima si se tiene en cuenta que el conjunto de los números rojos autonómicos no superan el 3%.

El creciente capítulo tres

Por otra parte, Castilla-La Mancha es la única comunidad autónoma que no prevé elevar el gasto del capítulo tres del presupuesto que corresponde al pago de intereses de la deuda. El resto de territorios va en sentido contrario ante la evidencia de que precisarán recurrir con más intensidad a los mercados de deuda.

En cualquier caso, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya advirtió la semana pasada que las comunidades deberán asumir nuevos recortes después de que superaran en 4.000 millones de euros el déficit previsto en 2010. Sin embargo, los consejeros económicos recuerdan que el presupuesto de gasto de las comunidades es muy inelástico en comparación con la Administración central. El peso del Estado del bienestar recae sobre las autonómicas, que deben financiar la sanidad, los servicios sociales y la educación. De hecho, estos tres sectores explican el 70% del gasto autonómico.

Aun así, resulta imprescindible para la credibilidad de la economía española cumplir el compromiso de reducción del déficit. Supone la principal prioridad junto con la reducción del paro. Para ello, el Gobierno central redoblará el control de las cuentas públicas y realizará un seguimiento trimestral de las finanzas autonómicas. Aunque quizá las circunstancias exijan medidas más expeditivas.

La deuda de hoy, números rojos mañana

La caída de ingresos fiscales y una política inelástica en el gasto explica que las comunidades autónomas hayan recurrido con más intensidad que nunca a los mercados de deuda. A falta de conocer los datos definitivos de 2010, la deuda autonómica en circulación hasta el tercer trimestre ascendía a 107.624 millones, un 27,3% más que en el mismo periodo del año anterior.Este incremento ha provocado que el Gobierno extreme el control sobre las nuevas operaciones de endeudamiento. Actualmente, solo Madrid y La Rioja tienen las cuentas suficientemente saneadas para colocar deuda sin permiso del Estado. El resto precisan del beneplácito del Ministerio de Economía.Salgado ya ha advertido que serán más exigentes que nunca a la hora de evaluar los planes de reequilibrio que las comunidades han presentado al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) tras sobrepasar el límite de déficit del 0,75% que establece la Ley General de Estabilidad.El mayor celo del Gobierno central es comprensible si se tiene en cuenta que la deuda pública de hoy se convierte en déficit presupuestario en el futuro. En cualquier caso, el Gobierno sí permite refinanciar la deuda que vence el próximo año. Cataluña, por ejemplo, negocia con La Caixa, Banco Santander y BBVA la refinanciación de 1.500 millones de euros.Con la situación actual, las operaciones de endeudamiento suponen un soplo de aire para las maltrechas finanzas públicas. Sin embargo, Funcas calcula que el conjunto de los presupuestos autonómicos tendrá que asumir una "amortización anual que rondará los 25.000 millones anuales.

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