El déficit del Estado supera por primera vez los 70.000 millones
Las cuentas públicas están sufriendo el mayor y más acelerado deterioro nunca visto en democracia. Por primera vez, el déficit del Estado superó, de enero a noviembre, los 70.000 millones de euros, cifra cinco veces superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Las finanzas públicas registran cifras inimaginables hace dos años, cuando las cuentas públicas nadaban en superávit. Hoy, el déficit del Estado -sin contar con las administraciones locales, autonómicas ni la Seguridad Social- supone ya el 6,79% del PIB (71.524 millones de euros).
Ello se explica, por un lado, por la caída de los ingresos públicos. Hasta noviembre, la Administración central ingresó 150.750 millones de euros, un 13,9% menos que en el mismo periodo del año anterior. El IVA es, con diferencia, el tributo que más está acusando la crisis económica y los ingresos derivados del principal impuesto indirecto descendieron un 29,7% hasta noviembre. Este desplome es consecuencia de la atonía en el consumo, pero también de un mayor incremento de las devoluciones. El Gobierno permitió por primera vez este año que todas las empresas pudieran optar por la devolución mensual del tributo, en lugar de esperar a final de ejercicio. De hecho, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, recordó en la presentación de los datos de ejecución presupuestaria que la mitad del déficit se explica por la crisis económica y la otra mitad por las medidas contracíclicas aprobadas por el Gobierno, como la rebaja de 400 euros para asalariados, pensionistas y autónomos en el IRPF.
En el impuesto de sociedades -tributo que grava los beneficios empresariales- el descenso recaudatorio alcanzó en noviembre el 23%. Una cifra muy alta si se tiene en cuenta que ya el año pasado los ingresos cayeron un 39%. El tipo general del impuesto pasó del 32,5% al 30% este año, aunque ello no basta para explicar un descenso tan acusado. Los datos muestran la dificultad de las empresas para escapar de las pérdidas y cosechar beneficios.
En cuanto al IRPF -el tributo más importante por recaudación- las cifras siguen reflejando el incremento del paro y los ingresos por el impuesto de la renta se redujeron un 11%. Las retenciones de capital bajan casi un 10% debido "a los menores dividendos pagados y a la caída de los intereses bancarios". Y las retenciones sobre los fondos de inversión retrocedieron un 50%. Ello indica que la "recuperación de la Bolsa no se traduce todavía en ganancias respecto al precio de compra de los fondos". Y mientras los ingresos caen, los pagos del Estado no cesan de aumentar. Hasta noviembre, un 24,7%. Una subida que se explica, sobre todo, por el fondo estatal de inversión local, dotado con 8.000 millones en 2009. Además, el deterioro del mercado laboral ha obligado al Estado a transferir hasta noviembre 17.700 millones al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE). Y la mayor emisión de deuda del Estado incrementó en un 10% los gastos financieros.
Ocaña reclama austeridad a las comunidades
El Gobierno mantiene su objetivo de alcanzar un déficit del 3% del PIB en 2012 para cumplir el Pacto de Estabilidad de la UE. Sin embargo, los números rojos del conjunto de las Administraciones Públicas cerrarán el año en torno al 10% del PIB. Así, parece cuanto menos difícil cumplir las expectativas fijadas por el Ejecutivo.El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, instó a alcanzar un pacto entre todas las administraciones, especialmente entre la central y la autonómica, para idear un plan común de reducción del déficit. Sin embargo, la Conferencia de Presidentes celebrada quince días atrás ya ilustró la dificultad que supone alcanzar un pacto global. Aun así, Ocaña avanzó que el Gobierno en los próximos meses trabajará para llegar a un acuerdo entre todas las administraciones para "iniciar la consolidación fiscal". Y advirtió: "Hay que hacer un esfuerzo para reducir no sólo el gasto público, sino también las estructuras administrativas". Sobre la posibilidad de recortar el número de funcionarios autonómicos, Ocaña se limitó a señalar que la contención del gasto también debe afectar al capítulo de retribuciones salariales. El sueldo de los funcionarios se incrementará un 0,3% en 2010Por el lado de los ingresos, Ocaña descartó nuevas subidas impositivas. "Lo que teníamos que hacer ya lo hemos hecho", señaló. El secretario de Estado se refería a la subida de dos puntos -del 16% al 18%- del tipo general del IVA a partir de julio de 2010. Por otra parte, en el IRPF, destaca la eliminación para el próximo ejercicio de la rebaja fiscal de 400 euros para los contribuyentes con bases imponibles superiores a 12.000 euros. Además, los primeros 6.000 euros procedentes de rentas del ahorro y plusvalías tributarán a partir de enero al 19% y, el resto, al 21%. Hasta ahora, se aplicaba el tipo único del 18%.Además, el Gobierno, ya aprobó en junio un incremento del impuesto sobre el tabaco y los hidrocarburos. Los dos únicos impuestos especiales que no han visto descender su recaudación durante este año.