La cuesta de enero más dura

A más de una persona se le habrán atragantado las uvas que se tomó para celebrar la llegada de 2012. Los expertos vaticinan que va a ser con toda seguridad el año más difícil desde que comenzó la crisis por el goteo de medidas que han adoptado todas las Administraciones para cuadrar sus cuentas y reconducir el déficit al 4,4% del PIB. Lo peor es que ese ajuste acaba de comenzar. En definitiva, al brutal recorte del gasto y a la fuerte subida de impuestos y precios de algunos de los principales servicios no escapará nadie.

Transporte. Tanto si se opta por el público o por el privado, los usuarios van a tener que invertir más dinero en sus desplazamientos. En el caso del privado, los precios van a sufrir un fuerte incremento por la aplicación de una directiva europea que equipara la fiscalidad de camiones, autobuses y taxis con la de los particulares, lo que supondrá un aumento de 2,8 céntimos por litro.

A todos los usuarios les va a afectar la aplicación del céntimo sanitario. En la actualidad, hay nueve regiones que lo están aplicando y la última que se ha unido a esa lista ha sido Castilla y León, que cobrará 4,8 céntimos por litro este año con el objetivo de ingresar 140 millones. De este modo, el precio de un litro de gasolina o gasóleo puede acercarse el año que viene a 1,5 euros, más aún si el coste del barril de petróleo vuelve a repuntar este primer trimestre y si el Ejecutivo echa mano de los impuestos especiales para generar mayores ingresos.

Impuestos. El Consejo de Ministros aprobó el viernes una subida temporal de dos años en todos los tramos del IRPF, con los que obtendrá 5.300 millones de euros. Los porcentajes oscilarán entre el 0,75% para las rentas más bajas, hasta el 7% para las rentas superiores a 300.000 euros. Asimismo, también aprobó un aumento temporal del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), también por dos años, que afectará más a las casas con valores catastrales más elevados.

Luz, gas y calefacción. El precio de la energía no subirá durante este primer trimestre. Sin embargo, el nuevo titular de Industria, José Manuel Soria, no ha descartado que se puedan producir actualizaciones en función de cómo evolucione el déficit de tarifa (el desfase entre lo que cuesta la energía y lo que se ingresa por ello), lo que podría comportar nuevos incrementos en el recibo de la luz y la calefacción. Sí subirá el gas natural, una media del 0,5% para todo el primer trimestre; y la bombona de butano cuyo precio será revisado al alza en abril y noviembre.

Agua. Es uno de los conceptos que más se va a encarecer este año. Una directiva europea obliga a los ayuntamientos a cobrar el mismo importe que supone la producción, depuración y distribución del agua en núcleos urbanos. Algo que no se había hecho hasta ahora, gracias en gran medida a los ingresos procedentes del sector inmobiliario, que han desaparecido y difícilmente volverán. Uno de los últimos municipios que ha anunciado alzas ha sido Cáceres, en donde el recibo, según el alcalde, estaba referenciado a los costes de 2003. De este modo, la factura subirá hasta un 60% para los particulares y para los grandes consumidores, como son los hoteles.

Salarios. Los sueldos de los funcionarios se han congelado, de momento, y el de algunos empleados públicos autonómicos, como Cataluña y Castilla-La Mancha, va a sufrir una fuerte rebaja, aún por detallar. Al mismo tiempo, aquellas personas que perciben el salario mínimo interprofesional (SMI) o ayudas y subsidios, ligados al indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem), verán cómo no se actualizan este año. Con estas medidas, el Ejecutivo ya ha lanzado un mensaje claro a la patronal y a las centrales sindicales: lo deseable es congelación salarial para todos.