"Un crudo caro restará décimas de crecimiento al PIB"
Cree que el crudo se ha convertido en el principal riesgo para el sector exterior y augura, con todas las cautelas, que si sigue encareciéndose, su aportación positiva al PIB puede verse recortada en unas décimas.
El repunte de las exportaciones en España no ha sido suficiente para ganar cuota de mercado mundial. En 2010 perdió un 11% por la mayor pujanza de los emergentes. Bonet (Palma de Mallorca, 1958) aboga por mejorar la posición de España en esos destinos, especialmente en algunos países del sudeste asiático, como Indonesia, Singapur o Filipinas, que tendrán un papel protagonista a corto plazo.
En 2010, el déficit comercial volvió a crecer como consecuencia del encarecimiento del petróleo. ¿Esa situación se va a volver a producir este año?
El hecho de que el precio del petróleo siga subiendo afecta muy directamente a nuestra balanza comercial. Es más, se ha producido una recomposición en el déficit comercial, ya que el componente energético explicaba solo un tercio del mismo y ahora es el responsable de dos tercios. Esto no se ha producido porque hayamos importado más productos energéticos, sino porque los hemos comprado más caros. Este año es pronto para saber lo que va a ocurrir, pero si sigue encareciéndose el barril de pecrudo está ahora a 126 dólares, nuestra factura va a crecer y las cuentas con el exterior van a empeorar.
¿Puede verse comprometida la aportación del sector exterior al crecimiento del PIB?
Si el petróleo sigue caro, podría restar varias décimas de crecimiento aportado por el sector exterior. Pero todo depende de cómo se cierre el ejercicio. Por ahora, solo disponemos de datos hasta marzo y el impacto se tendrá que evaluar con lo que ocurra todo el año.
Una vía para contrarrestar el impacto del petróleo es que las exportaciones continúen con la senda de crecimiento de 2010. ¿Qué previsiones maneja para 2011?
Los primeros datos son todavía mejores que los de 2010, cuando crecieron un 17%. La tendencia hasta marzo muestra que nuestros principales socios están creciendo rápido y que nuestras exportaciones han reaccionado con prontitud. Ello ha sido posible gracias al posicionamiento que se ha conseguido en esos mercados en los últimos años. Y lo que es más positivo: este efecto también se ha producido en los países emergentes.
Sin embargo, el volumen de exportaciones a esos países es todavía bajo. ¿Cuál es el motivo?
Las empresas españolas han llegado, en general, más tarde que el resto de competidores, pero están recuperando el terreno perdido muy rápido en China o Rusia. Y también están tomando posiciones en los próximos países emergentes, entre los que los del sudeste asiático van a jugar un papel importante.
¿Esto obligará a cambiar los planes de internacionalización?
Nuestros planes integrales de desarrollo de mercado no son estáticos. La idea es ir incorporando países de manera progresiva, en los que, por otra parte, ya estamos realizando actividades de forma activa. Indonesia o Filipinas, por ejemplo, son dos países que son claros candidatos a tener un plan en el futuro.
El empuje de las exportaciones no ha servido, sin embargo, para ganar cuota en el comercio mundial. En 2010 se perdió un 11%, ¿cómo se explica eso?
Todos los países desarrollados están perdiendo cuota en los últimos años, ya que las exportaciones de los emergentes están creciendo muy deprisa. Por lo tanto, nuestro objetivo no es ganar cuota de mercado, sino perder la mínima posible. España es uno de los países de la UE, junto a Alemania, que mejor ha conseguido mantener su cuota en los últimos años. El descenso de nuestra cuota se debe también a que la OMC calcula las exportaciones en dólares y el euro se depreció un 5% frente a esta moneda en 2010.
Una de las vías para ganar presencia en el exterior es con ganancias de competitividad. ¿Hay margen con el último repunte del IPC?
Los precios en España han crecido más que en el resto de la UE. Pero nuestro IPC incluye alzas como la del IVA, que no afecta a los intercambios comerciales. Si se analizan los precios de exportación, no perdemos competitividad. Las empresas han sabido contener los precios para preservar sus cuotas de mercado y en el último año hemos apreciado ya un aumento en los márgenes. La apuesta tiene que ser por escalar en la cadena de valor. Los países emergentes han ocupado las actividades productivas de menor valor y debemos colocarnos en segmentos superiores.
"El Icex dará créditos a los exportadores"
El secretario de Estado ha vivido en primera persona la negociación que culminó hace una semana con la presentación en Consejo de Ministros de la nueva estructura jurídica del Instituto de Comercio Exterior (Icex).A partir de ahora se convierte en un ente público empresarial, lo que, en su opinión, le permite adecuarse al entorno actual. "Las empresas no son las mismas que hace 28 años. Ahora están más internacionalizadas, han ganado dimensión y requieren otros servicios como la financiación", recalca.Bonet destaca entre las principales novedades de la reforma que va a permitir al Icex "entrar en el ámbito de la financiación mientras termina de abandonar los vestigios de subvención", que había ido dejando de forma paulatina. "Lo que viene haciendo desde hace años es una labor de coinversión con los sectores y empresas que estén dispuestas a apostar por sus proyectos", dice.Para poder otorgar esos créditos, una parte de las transferencias del Estado que nutren los presupuestos del Icex deberán ser activos financieros, lo que le convertirá en agente financiador, como hace el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con los créditos en I+D para las empresas.Bonet destaca que otra vía para elevar los ingresos será la búsqueda de patrocinios. "Sabemos que hay empresas interesadas en patrocinar eventos del Icex como encuentros, foros empresariales u otros", afirma.
