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Diego López Garrido. Secretario de Estado para la Unión Europea

"Los críticos con España quieren menos Europa"

El responsable del día a día de la presidencia europea advierte que los que cargan contra el liderazgo español en el semestre temen la propuesta de fondo de crear una unión económica en la UE.

Originario del ala socialdemócrata de Izquierda Unida, el economista y abogado López Garrido ha llegado a convertirse en cabeza visible de una presidencia española de la UE marcada por un ambicioso programa de reformas económicas. El anuncio de la ausencia de Obama en la cumbre bilateral ha ensombrecido el impulso inicial, aunque el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha explicado que el hecho de que Obama no la encuentre urgente "demuestra la buena salud de las relaciones mutuas".

¿Qué conclusiones saca del primer mes de presidencia española?

Hemos observado un apoyo total a los objetivos de elevar la coordinación económica de forma vinculante, para evitar los errores de la Agenda de Lisboa. Contamos con el apoyo de los grupos políticos y sociales en España y del resto de países miembros. Esperamos que tome posesión la nueva Comisión Europea para que trabaje a pleno rendimiento, y celebraremos encuentros bilaterales sectoriales con los nuevos comisarios el día 23 o el 24 de febrero.

¿Se ha aclarado la polémica sobre la imposición de sanciones a quienes incumplan los objetivos económicos?

Lo que España ha propuesto desde el principio es que esos objetivos sean vinculantes. Las economías europeas deben integrarse o, si no, se pondrá en riesgo tanto la unión monetaria como el mercado único. Además, el Tratado de Lisboa impone la obligación de coordinar las políticas económicas y de empleo. Incluso establece un procedimiento por el que la Comisión Europea y el Consejo pueden dirigirse a los Estados miembros respecto a sus incumplimientos. Ahora bien, lo que queda por discutir son las técnicas concretas. A mi juicio, los estímulos positivos son los que pueden conseguir mayor consenso, por ejemplo condicionando fondos europeos al cumplimiento de los objetivos comprometidos.

¿Cuándo conoceremos propuestas concretas?

Creo que en los próximos días avanzará alguna idea el presidente permanente, Herman Van Rompuy. El día 11 se iniciará el debate en la cumbre informal, y después se concretará en las cumbres de primavera y de junio. Además, esperamos que el grupo de reflexión sobre el futuro de la UE encabezado por Felipe González esboce sus propuestas en la citada cumbre de primavera.

Algunos medios niegan que España pueda liderar la reforma con una tasa de paro cercana al 20%...

Lo que critican esos medios, por lo general de corte neoliberal, no se refiere tanto a España como al fondo de la propuesta realizada por la presidencia española. No quieren más Europa, que es lo que proponemos en materia económica. Por supuesto que tenemos autoridad para liderar el debate, como corresponde a cualquier presidencia rotatoria, pero además la tenemos porque nos va mucho en ello. España está sufriendo en sus carnes la falta de coordinación europea en materia de empleo. Si hubiera habido más coordinación económica, la crisis habría tenido menor impacto.

¿Peligra el objetivo de bajar el déficit presupuestario al 3% después del fuerte desvío respecto a las previsiones de 2009 anunciado el viernes?

Precisamente, ese desvío motivó el plan de austeridad que también se anunció el viernes. Tenemos el firme compromiso de cumplir con el Pacto de Estabilidad en la fecha prevista. De todos modos, hay que tener en cuenta que el fuerte déficit se debe a las inyecciones fiscales que han evitado el colapso financiero y acortado la crisis. La cuestión pendiente es el momento de retirar los estímulos, y el consenso europeo es que 2010 todavía no es el año de la retirada.

¿Por qué atacan los mercados a la deuda española, si está casi 20 puntos por debajo de la media europea?

El punto focalizador respecto a España es la fuerte tasa de desempleo. Es un fenómeno llamativo para los mercados ver que el país del milagro económico, que creaba dos de cada tres empleos de la UE, ahora los destruye. Eso lleva a que no se valoren aspectos como el tamaño de la deuda pública o la resistencia del sistema financiero.

Coordinación para un nuevo modelo productivo

El Gobierno planteó el viernes a los agentes sociales una propuesta de reforma laboral. López Garrido cree necesario reflexionar sobre la "esquizofrenia" de un mercado que protege a los trabajadores fijos y centra el peso de la crisis en los temporales. Sin embargo, destaca que el paro español no tiene su origen en la regulación. "Hemos sufrido una crisis internacional sobre una mala forma productiva interna, con protagonismo de la construcción, que crea naturalmente empleo precario, y falta de competitividad de la industria. En Alemania, con un sector industrial muy competitivo, han podido utilizar fórmulas como el trabajo a tiempo parcial. En España ha habido empresas de construcción que han desaparecido, y ahí no caben fórmulas imaginativas. Son decenas de miles de puestos de trabajo que no volverán. Por eso, la estrategia de empleo, en España y en Europa, debe basarse en la formación, para poder competir con la materia gris y producir empleos más estables". López Garrido defiende la coordinación europea de las políticas económicas hasta el punto de vincular a ella el éxito de la Ley de Economía Sostenible: "El cambio de modelo productivo español depende de la coordinación con la UE. De hecho, el proyecto de ley coincide, en su filosofía, con la Estrategia 2020". Preguntado sobre el caso de las pensiones, el dirigente socialista recuerda que la presidencia española también ha planteado buscar un modelo social común. "Para lograr la movilidad laboral que necesita Europa para poder crear empleos, debemos conseguir sistemas de protección conectados", concluye.

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