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29 S. La respuesta sindical a la crisis

Zapatero aprovechará los Presupuestos para volver al diálogo con los sindicatos

A tenor de lo que José Luis Rodríguez Zapatero dijo ayer a puerta cerrada a la ejecutiva del PSOE, está más preocupado por la próxima calificación de Moody's a España que por la repercusión de la huelga general. El presidente enfatizó que la reforma laboral no tiene marcha atrás, que sacará adelante la de las pensiones y que aprovechará los Presupuestos para reanudar el diálogo con los sindicatos.

Esta vez no tenía delante a los escualos de Wall Street, sino a la mayoría de los dirigentes nacionales de su partido. Zapatero les dijo ayer a puerta cerrada lo mismo que viene sosteniendo estos días en público para que los mercados, sobre todo, tomen buena nota: la reforma laboral recientemente aprobada en el Congreso no tiene marcha atrás, en breve se abordará la de las pensiones, quizás más importante por su alcance que la del mercado de trabajo, y lo más importante en estos momentos es consolidar la credibilidad ante los mercados internacionales.

El presidente respondió a la preocupación del PSOE por el daño que puede sufrir la relación con los sindicatos con el anuncio de que aprovechará el diálogo presupuestario para volver a acercar posturas. Una demostración de que partido y Gobierno no andan bien coordinados es la citación de hoy a los sindicatos en el Ministerio de Economía para informarles de las cuentas de 2011, invitación que UGT y Comisiones han rechazado porque la consideran una provocación a tan sólo veinticuatro horas de la huelga general. Pero una cosa es el Gobierno y el Ministerio de Economía y otra muy distinta el partido, donde hay una preocupación real y creciente por la deriva que pueden tomar los acontecimientos si después de la huelga general convocada para mañana, con independencia de su alcance, no se tienden rápidamente puentes de entendimiento con las centrales sindicales.

Al dar cuenta de la reflexión hecha por Zapatero ante su ejecutiva, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, acentuó ayer la importancia que le da el presidente a mantener "la solvencia que España ha ganado en los mercados financieros". La agencia Moody's está a punto de publicar su nueva calificación para el Reino de España, en la que podría rebajar la triple A, devolviendo la marejada a los mercados de deuda. Zapatero quiere evitar esto a toda costa y en las últimas semanas repite de forma machacona que los efectos de la huelga general no se traducirán en nuevas rectificaciones gubernamentales porque lo que está en juego no es otra cosa que la salud de la economía española en su conjunto.

El presidente también destacó ayer el perfil de austeridad que encierran los presupuestos del año que viene y el gran esfuerzo que tendrán que hacer todas las administraciones públicas para lograr reducir el déficit al 6% en 2011. A Zapatero no le duelen prendas en afirmar que el PNV ha demostrado un gran sentido de Estado en su decisión de apoyar las cuentas del año que viene, elogio que también extendió al Partido Socialista de Euskadi por haber primado los intereses nacionales sobre los puramente partidistas. El PSE y, en concreto, el lendakari Patxi López han quedado desdibujados después del pacto sellado la semana pasada en Madrid por Zapatero con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu.

Esfuerzo equitativo

La dirección del PSOE intentó también ayer poner en valor la subida de impuestos a las rentas más altas que el Gobierno ha decidido incorporar a los Presupuestos de 2011, paso que supone un guiño a los sindicatos y a las voces que dentro del Partido Socialista han venido exigiendo en las últimas semanas alguna medida que sirva para compensar el daño que la reforma laboral y, en adelante, la de las pensiones, pueden infringir al electorado socialista.

En este contexto, Zapatero también colocó ayer en este mismo plato de la balanza su decisión de no reducir el año que viene las partidas presupuestarias destinadas a becas, educación, I+D+i y protección por desempleo, esta última dotada con más de 30.000 millones de euros.

Plantón sindical a Salgado

Versión del Ministerio de Economía: aquí no había para hoy ninguna convocatoria formal con los sindicatos para abordar los Presupuestos de 2011. Sin embargo, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO) sí entendieron que la había y por esta razón públicamente anunciaron que no asistirían, pues la consideraban "una tomadura de pelo". En un comunicado conjunto, horas después de que Zapatero tendiera una mano al diálogo con ambas centrales, UGT y Comisiones aseguraban que no atenderían "a la maniobra de manipulación del Ministerio de Economía". Y añadían: "Si su oferta, entre otras, incluye negociar las pensiones tras la huelga general cuando ya ha anunciado su recorte, o los Presupuestos para 2011 cuando ya los ha aprobado, no estamos dispuestos a aceptarla".La vicepresidenta Elena Salgado evitó polemizar. "No hay una convocatoria para mañana por hoy. Hay un ofrecimiento de reunirnos cuando ellos deseen. Si quieren que sea antes de llevar los presupuestos al Congreso tendrá que ser mañana (por hoy), porque no parece razonable reunirse el día de la huelga".

Perfil bajo

El PSOE no dio ayer respuesta airada a los reproches que estos días lanzan los sindicatos contra el Gobierno. Pajín comentó que el juicio de CC OO de que Zapatero camina "hacia el suicidio político" le merece "discrepancia total y respeto absoluto".

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