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El deterioro de las finanzas públicas

La UE prioriza el ajuste fiscal y deja en segundo plano el crecimiento

Lo países de la UE están acelerando los planes de ajuste y adoptando medidas adicionales para lograr la titánica tarea de situar el déficit público en el 3% del PIB. Los países con mayores números rojos -Irlanda, España o Portugal- son los que deben adoptar las políticas más impopulares. Ahora, prima la consolidación fiscal frente al crecimiento.

Todo indica que la Comisión Europea llevaba razón cuando advirtió que buena parte de los programas de estabilidad que los Gobiernos enviaron a Bruselas a principios de año pecaban de optimismo. Desde entonces, Reino Unido, Francia, Portugal, España o Grecia, entre otros países, han anunciado medidas adicionales. Los Gobiernos se sienten acuciados por la desconfianza de los mercados de deuda y, además, se han dado cuenta de que las políticas adoptadas hasta ahora se quedan cortas. De hecho, las previsiones fiscales de todos los países de la UE están por encima de las estimaciones de Bruselas. El caso paradigmático es Grecia, cuyo plan de estabilidad fija el déficit para este año en el 5,6% del PIB, muy lejos del nivel del 10% que prevé Bruselas.

En cualquier caso, si en 2009 la prioridad de los Gobiernos pasaba por dedicar ingentes cantidades de recursos para luchar contra la crisis, este año el mayor reto consiste en acotar el inmenso boquete que las ayudas fiscales y la caída de ingresos públicos han provocado en las finanzas de los países de la UE.

Francia retirará este año 11.000 millones de los estímulos fiscales aprobados en 2009. España, por su parte, eliminó en 2010 la rebaja de 400 euros, una medida anticrisis que costó unos 5.000 millones al Estado, y aprobó un aumento de los dos impuestos más importantes del sistema fiscal, el IRPF y el IVA. En este sentido, Alemania parecía una rara avis, ya que en lugar de retirar incentivos fiscales anunció un plan de rebaja fiscal 24.000 millones de euros para los próximos tres años. Ello se debe, en parte, a que en 2009 hubieron elecciones generales y, al igual que pasó en España, los periodos electorales son momentos propicios para prometer rebajas de impuestos. Si bien Alemania -que registró un déficit del 3,3% en 2009- se lo puede permitir, la reciente derrota electoral de los conservadores y liberales en el land más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, desencadenó que el Gobierno de Angela Merkel postergara dos años el ambicioso plan de rebajas fiscales.

El déficit de los países que han subido el IVA dobla al del resto de Estados miembros

Sin embargo, en 2009, Berlín aprobó aplicar un IVA reducido a los servicios de restaurantes y bares. Una medida que anteriormente también adoptó Francia. En cualquier caso, Alemania ya ha anunciado la puesta en marcha de un plan de austeridad que aún no se ha concretado. Sin capacidad para influir en la política monetaria, los países de la zona euro tienen dos armas para enfrentarse a la crisis y al deterioro de las finanzas públicas: elevar o reducir los gastos presupuestarios y modificar los tipos impositivos.

La mayoría de Estados optaron por apretarse el cinturón y nueves países de la UE aprobaron en el último año subidas del IVA, el impuesto que grava el consumo.

La medida resulta contraproducente en términos de crecimiento, ya que penaliza a consumidores y empresarios, pero el alarmante estado de las finanzas públicas de los Estados miembros obliga a tomar este tipo de decisiones. España, Reino Unido, Hungría, Portugal, Grecia, República Checa, Lituania, Letonia y Estonia son los países que ya han subido o anunciado aumentos del IVA. La media de déficit fiscal de estos Estados en 2009 fue del 8,6% del PIB, mientras que el promedio de los países que no elevaron el impuesto indirecto se situó en el 4,6%.

Sin embargo, los Gobiernos son más recelosos a la hora de subir el IRPF o el impuesto sobre los beneficios empresariales. Es una tendencia que se observa en los últimos años, mientras que los gravámenes que pagan las empresas se reducen, se incrementa la fiscalidad ligada al consumo.

No obstante, la grave situación por la que atraviesan los países de la UE provoca que no baste con los aumentos impositivos y todos los países de la Unión han recurrido a recortes de los gastos presupuestarios, adelgazando así la joya de la corona europea, el Estado del bienestar. Grecia y España son los Estados que con más decisión han agarrado las tijeras del recorte de presupuestos. Sin embargo, estas medidas se imponen en la mayor parte de países. El nuevo Ejecutivo británico, formado por conservadores y liberales, planea un recorte de 7.000 millones de euros. Francia se muestra aún recelosa a recortar el gasto, aunque ya ha anunciado una congelación presupuestaria hasta 2013.

Nunca antes en la corta historia de la Unión Europea se había visto un esfuerzo de tal envergadura para rebajar el gasto público, y es que también es cierto que nunca el déficit se había alejado tanto de ese nivel del 3% del PIB que, por momentos, parece inalcanzable.

Reino Unido. Cameron prepara un tijeretazo de 7.000 millones

La primera receta que aplicará el nuevo Gobierno británico será recortar en 7.000 millones de euros el presupuesto. Con esa promesa ganaron los conservadores de David Cameron las elecciones. También se aprobará, con el visto bueno de los liberales de Nick Clegg, una tasa sobre la banca.

Gran Bretaña acumula un déficit público del 11,5% del PIB, por encima del español y, según las previsiones de la Comisión Europea, los números rojos del Reino Unido superarán a los de Grecia a finales de este año. Cameron ha iniciado su mandato prometiendo austeridad. El primer paso, si bien simbólico en términos presupuestarios, ha sido rebajar un 5% el salario de los ministros y congelarlos durante los próximos cinco años.

Portugal. Nueva subida del IVA y rebaja de sueldos públicos

El Gobierno socialista logró el viernes que en los medios y en la calle se dejara de hablar del Papa Benedicto XVI, de visita en Portugal, para hacerlo del IVA y del IRPF. El primer ministro José Sócrates anunció la semana pasada un aumento de entre 1 y 1,5 puntos en el IRPF. Hace justo un año, el Ejecutivo ya elevó el impuesto sobre la renta para los más ricos.

Además, dos años después de bajarlo, anunció un incremento del IVA del 20% al 21%. Todas estas medidas, incluyendo un aumento del 2,5% para las grandes empresas y la banca, deben servir para ahorrar 2.100 millones de euros. El Gobierno portugués prevé que el déficit en 2011 baje hasta el 4,6%, dos puntos más que lo previsto en el plan de estabilidad.

Francia. Presupuestos congelados durante tres años

Las finanzas públicas francesas cerraron 2009 con un déficit del 7,5% del PIB, un punto por encima de la zona euro. Si bien su saldo fiscal se encuentra lejos del español o británico, el Gobierno de Nicolas Sarkozy ya ha anunciado que en los próximos tres años se congelará el gasto presupuestario, entre otros motivos, para evitar que su deuda soberana pierda la triple A.

Además, el Ejecutivo ya trazó un plan de retirada paulatina de los incentivos fiscales, que permitirá ahorrar este año 11.500 millones de euros. Con todo, el gran objetivo de Nicolas Sarkozy pasa por aprobar una reforma de las pensiones. Propone ampliar de 60 a 63 años la edad de jubilación e incrementar el periodo para calcular la cuantía de la pensión.

Alemania. Merkel, al final, se aplica la receta que recomienda

Alemania ha sido el país que más ha presionado al Gobierno griego para que redujera drásticamente el gasto público. Sin embargo, Angela Merkel aún no predica con el ejemplo y, de momento, no ha aprobado ningún recorte presupuestario, aunque ya ha avanzado que estudia un plan de austeridad. Alemania, es de los pocos países de la UE que puede permitirse el lujo de elevar el gasto e, incluso, bajar impuestos, ya que su déficit público se encuentra en el 3,3%.

Con todo, Merkel sostiene que Alemania "ha vivido por encima de sus posibilidades en los últimos años" y advierte que el plan de ahorro afectará "todas las áreas". Aun así, nadie espera medidas drásticas como las aprobadas en España o Grecia.

Grecia. El reto de refundar un modelo viciado

Cuando el Gobierno griego anunció a principios de año que obligaría a dar recibos a los clientes en las gasolineras y los taxis, se convocó una masiva manifestación que paralizó al país.

Un dato que puede parecer anecdótico, pero que ilustra la debilidad de la economía griega, que creció con unos fundamentos endebles y con una enorme bolsa de fraude fiscal. El Gobierno de Yorgos Papandreu, con las fuertes medidas fiscales aprobadas -rebaja de sueldos públicos y pensiones, subida de impuestos y recorte en el gasto- pretende no sólo evitar la bancarrota de las finanzas públicas, sino crear una nueva economía sobre bases más sólidas. Con todo, a día de hoy, pocos confían en que el déficit público griego baje hasta el 3% en 2013.

Irlanda. Opta por reducir el gasto frente a subir impuestos

Irlanda ha visto en dos años como su economía pasaba de ser de las más elogiadas de la UE a levantar el pánico entre los inversores internacionales. Con un impuesto sobre sociedades del 13% -un nivel que para algunos analistas es propio de un paraíso fiscal- incentivó la deslocalización de empresas del Reino Unido y atrajo a hedge funds de medio mundo.

Ahora se enfrenta a un déficit del 14,3%, el mayor de la UE. Sin embargo, se muestra reacia a subir impuestos. Si bien ha establecido un nuevo tributo sobre el combustible, ha aprobado un recorte de medio punto en el tipo del IVA. Su ajuste proviene, sobre todo, por el lado del gasto. Dublín aprobó unos presupuestos con un recorte de 4.000 millones de euros.

117.630

millones es el déficit que España registró en 2009. Representa el 20% del saldo fiscal negativo del conjunto de la eurozona.

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