La UE entra en la carrera con EE UU y Rusia por la explotación del océano Ártico
La Comisión Europea aprobó ayer una declaración política en forma de Comunicación que reivindica el derecho de la UE a explotar los hidrocarburos y las rutas marítimas que se pueden abrir en el Ártico gracias al deshielo del casquete polar.
Bruselas entra así en una frenética carrera en la que ya están embarcadas Moscú y Washington , entre otras capitales.
El premio pueden ser unos yacimientos que contienen, según distintas estimaciones, el 25% de las reservas de gas y petróleo sin explotar de todo el planeta. Y rutas más cortas y baratas para el transporte marítimo entre los puertos europeos y los de Japón, China o Corea.
'Los efectos del cambio climático son más rápidos en el Ártico que en ninguna otra parte y eso plantea desafíos pero también abre oportunidades', señaló ayer la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner en una rueda de prensa conjunta con el comisario de Pesca, Joe Borg, para presentar el documento comunitario sobre el Polo Norte.
El informe recuerda que ningún país tiene soberanía sobre el Polo Norte o sobre el Océano Ártico que le rodea y que hay varias fronteras marítimas en la zona donde los países costeros mantienen conflictos de territorialidad.
Bruselas propone un refuerzo de las acuerdos multilaterales sobre la zona firmados en el ámbito de Naciones Unidas. Y la CE solicitará el estatuto de observador permanente en el Consejo del Ártico, un foro intergubernamental que promueve la colaboración entre los países de la zona e involucra a las comunidades indígenas.
El avance de la UE hacia la explotación de una zona tan frágil ecológicamente ha suscitado protestas entre los grupos medioambientalistas. Pero el comisario Borg señaló que 'las nuevas realidades son lo que son. Y a menos que tomemos medidas, la pesca, la extracción de hidrocarburos o la navegación continuarán y se intensificarán sin una adecuada regulación'.
'Nos limitamos a reconocer lo que es una realidad. La explotación ya está produciendo', añadió Ferrero. Rusia, sin ir más lejos, plantó el pasado verano su bandera en el fondo del Ártico en señal de propiedad.