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Diplomacia

Turquía relaja su postura sobre Chipre para acercarse a la UE

Ankara busca un impulso a las negociaciones de adhesión que podría materializare con la presidencia española

El Gobierno turco flexibilizó el pasado sábado su postura sobre Chipre en un intento de recuperar el ritmo de negociaciones para la adhesión en la UE. El ministro turco de Asuntos Europeos y principal negociador, Egemen Bagis, se mostró dispuesto a permitir la entrada de barcos y aviones con bandera chipriota en los puertos y aeropuertos turcos si Nicosia acepta que los países de la UE puedan comerciar directamente con el norte turco de la isla. El conflicto mantiene bloqueada la apertura de los principales capítulos de la negociación entre Ankara y Bruselas.

La propuesta llegó sólo 24 horas después de que el informe anual de la Comisión Europea sobre esas negociaciones constatase el creciente retraso. Turquía parece intentar subirse al tren de la próxima gran ampliación de la Unión Europea. Tras el ingreso de Croacia -previsto para 2012-, la UE intentará absorber al resto de países balcánicos, y algunas capitales, como París o Berlín, podrían dar por cerrado entonces el mapa comunitario.

"Europa estará incompleta sin Turquía", advirtió el pasado viernes el ministro turco Egemen Bagis, durante un encuentro con medios europeos, entre ellos Cinco Días. "Si Europa quiere ser un poder global necesita a Turquía".

Sin embargo, la posibilidad de que el país acabe desenganchándose del proyecto europeo parece haber ido en aumento desde que inició las negociaciones de 2005, a juzgar por las opiniones vertidas el sábado durante la Bosphorus Conference.

Ese foro, patrocinado este año por la Comisión Europea, reúne desde 2004 a representantes de la clase política turca y comunitaria y de la sociedad civil, para evaluar el estado de las negociaciones entre Ankara y Bruselas.

El ministro francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, alimentó el pesimismo al preguntarse "si los turcos todavía querrán formar parte del club cuando concluyan las reformas necesarias dentro de 20 o 30 años". Joan Clos, embajador de España en Ankara, no comparte ese calendario. "Es demasiado largo", indicó a Cinco Días.

Clos aseguró que, durante la próxima presidencia española de la Unión Europea, "nos gustaría ver una aceleración tanto en el ritmo de las negociaciones como en el proceso de reformas en Turquía".

Egemen Bagis también se mostró optimista. "Los turcos vinimos de Asia Central y llegamos hasta Viena. Ahora, llegaremos hasta Bruselas, pero en son de paz", bromeó el ministro durante la cena inaugural de la Bosphorus Conference.

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