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Banco de España

Ordóñez elogia el papel de los inmigrantes, pero avisa de su efecto en las pensiones

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó ayer que el fenómeno de la inmigración está representando un alivio para las cuentas actuales de la Seguridad Social, aunque advirtió de su incidencia 'dentro de dos o tres décadas', cuando los actuales cotizantes extranjeros se jubilen.

La inmigración experimentada durante los últimos diez años ha sido crucial para el crecimiento económico español, si bien supone un reto para dentro de dos o tres décadas. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, lanzó ayer este mensaje durante la presentación del informe anual de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), dedicado a la inmigración en España y financiado por el organismo regulador.

En su discurso de presentación, el gobernador del Banco de España recordó que, según el padrón municipal de 1 de enero de este año, los inmigrantes representan un 11,3% de la población española, y su número ha aumentado en 4,7 millones desde 1996. En el mismo periodo, la población total aumentó en siete millones de personas. Fernández Ordóñez destacó que, con una mayor tasa de actividad que los nativos, los inmigrantes son responsables de la cuarta parte del aumento de renta per cápita en España en la última década.

Respecto a su incidencia en el mercado laboral, el gobernador destacó que su papel ha sido 'complementario' al de los nativos, y que su movilidad geográfica y sectorial ha servido para flexibilizar el mercado de trabajo. Por todo ello, Fernández Ordóñez atribuyó a los inmigrantes una importante responsabilidad en la reducción del desempleo y la moderación de los precios en los últimos años.

La parte menos positiva del discurso del gobernador del Banco de España fue la referida al impacto migratorio sobre la Seguridad Social. Así, afirmó que, en el corto plazo, el fenómeno está siendo muy positivo para sus cuentas, puesto que la población inmigrante tiene una mayor tasa de actividad y cotiza más que la media de los españoles. Sin embargo, Fernández Ordóñez subrayó que, cuando los cotizantes actuales se jubilen, 'dentro de dos o tres décadas', la consiguiente percepción de pensiones supondrá una presión adicional a las cuentas de la Seguridad Social.

Más lejos que Fernández Ordóñez en la defensa de la inmigración fue el coordinador del informe de Fedea, Michele Boldrin, quien se mostró contrario a que se incentive el regreso de inmigrantes a sus países de origen en los actuales tiempos de crisis económica. 'Los que llevan trabajando en España cinco o diez años han construido un capital humano que sería difícil de suplir. Una nueva oleada de inmigración dentro de tres años no supliría lo perdido en caso de que regresen', explicó.

El informe se refiere también a la incidencia de la inmigración sobre la Seguridad Social. Según explicó Boldrin, la llegada de inmigrantes de los últimos años ha retrasado en siete años el momento en que las arcas tengan problemas de sostenibilidad. En breve, el Gobierno hará público sus cálculos de cuando entrará en déficit la Seguridad Social.

Compra de activos bancarios

Por otra parte, y en un encuentro posterior con periodistas, Fernández Ordóñez se refirió al plan de compra de activos bancarios sanos por parte del Gobierno, que tiene como límite 50.000 millones de euros.

El gobernador del Banco de España se mostró partidario de que el desarrollo normativo de esa facultad incluya por escrito la necesidad de que las entidades financieras reviertan las cantidades obtenidas en préstamos a empresas y familias.

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