Nuevo récord de viviendas iniciadas

La voracidad constructora parece no tener fin. Si se analizan los datos disponibles hasta ahora correspondientes a los tres primeros meses del año, sólo de enero a marzo se iniciaron 200.452 casas, frente a las 169.088 que se comenzaron a edificar en el primer trimestre de 2005, lo que representa un espectacular crecimiento del 18,5%.

Además esta cifra descuenta, porque así lo desglosan los aparejadores lo que es obra nueva de meros trabajos de ampliación, gran reforma o rehabilitación de casas. No desagrega, por el contrario, cuántas de esas viviendas son libres y cuántas protegidas (VPO).

Con este nuevo avance de la actividad, algunos expertos consultados no descartan que, de mantenerse este ritmo de construcción, 2006 sea un nuevo año de récord y se puedan llegar a alcanzar las 850.000 casas iniciadas, ya que, a excepción del mes de agosto, cuando cae sensiblemente la producción, el primer trimestre del año suele ser el que registra los peores números.

Precisamente a los efectos que ha tenido sobre el mercado el elevado volumen de construcción de pisos (según los aparejadores, desde 2000 se inician en España más de 500.000 pisos cada año) se refirió ayer la titular de Vivienda, María Antonia Trujillo. La ministra, que acudió a la inauguración de unas jornadas inmobiliarias organizadas por UGT-Madrid, recordó que ese espectacular aumento de la oferta no ha contribuido en los últimos años a frenar la espiral de precios.

'æpermil;sta es la prueba de que el mercado inmobiliario no se fundamenta únicamente en las leyes de la oferta y la demanda', comentó.

En este sentido, Trujillo explicó que la nueva ley de suelo, cuyo proceso de diálogo y negociación se inició ayer, nace con vocación de introducir mayor transparencia en el sector, a través de la participación de los ciudadanos.

Entre las novedades que presenta, el anteproyecto regula por primera vez en la historia la reserva mínima que deberán incluir todos los nuevos desarrollos urbanísticos de vivienda protegida, porcentaje que el Ministerio ha establecido en un mínimo del 25%, aunque las comunidades autónomas podrán establecer cuotas mayores.

La ministra precisó que para hacer efectiva esa reserva va a plantear a las regiones la necesidad de establecer plazos máximos en los que deberá constatarse que se han construido esas casas protegidas, 'porque si no nos aseguramos de que se hagan, de nada servirá que establezcamos porcentajes superiores, en clara alusión a la Comunidad de Madrid, que establece el 50%'. Trujillo aclaró que en demasiadas ocasiones se descubre cómo no se cumplen las reservas para edificar VPO y así 'se permutan los terrenos y se acaban construyendo las viviendas de protección oficial mayoritariamente a las afueras de las ciudades y se dejan los mejores enclaves casi en exclusiva para pisos de renta libre'.

Para evitar estas situaciones, se comprometió a que desde el Gobierno central se realice un seguimiento de las políticas de las administraciones para confirmar el destino de esos porcentajes de reserva y que 'se pedirán responsabilidades en caso de un mal uso de los mismos'.

'Existe la obligación para que en plazos breves se puedan ejecutar y construir las viviendas protegidas', añadió la titular de Vivienda, aunque no quiso precisar la duración de dichos plazos. Trujillo reconoció, de hecho, que 'hay determinados aspectos de la ley de suelo que tendrán que someterse al desarrollo por parte de las comunidades autónomas', ya que 'son preceptos básicos que hay que desarrollar en el ámbito autonómico'.

Y es que frente a la situación registrada durante buena parte de la legislatura anterior, cuando de cada 100 pisos que se edificaban, sólo siete tenían algún grado de protección, el Ministerio prevé alcanzar el 30% cuando culmine la aplicación del nuevo plan 2005-2008. Para ello también cuenta con el potencial impacto de la futura ley de suelo, aunque los efectos de ésta se verán a medio y largo plazo.