Hacienda ni ve ni espera brotes verdes en la recaudación
El déficit del Estado alcanza en cuatro meses los 6.553 millones de euros, un 0,6% del PIB.
Los llamados "brotes verdes", que algunos creen haber divisado en la economía española, ni se han visto ni se esperan en Hacienda. La recaudación fiscal sigue con su ya tradicional descenso y no aparecen signos de recuperación por ninguna parte. En los primeros cuatro meses del año, el déficit del Estado ya alcanza los 6.553 millones de euros, un 0,60% del PIB.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, explicó ayer que cualquier posible mejora en la economía tarda cierto tiempo en trasladarse a la estadística tributaria.
Con los datos del primer cuatrimestre en la mano, Ocaña aseguró que la situación no es buena aunque apuntó que no había empeorado respecto a las cifras de los meses anteriores. Triste consuelo. El déficit fiscal alcanzó en abril el 0,61%, lo que equivale a 6.553 millones de euros. Justo hace un año, el Estado disfrutaba de un superávit de 9.1213 millones.
Las arcas públicas ingresaron por el impuesto sobre la renta un 11,7% menos que en 2008. Sin embargo, parte del descenso se debe a la deducción de 400 euros, que supuso un beneficio fiscal para el contribuyente de 2.000 millones hasta abril. Así, en términos ajustados
-descontado los efectos de la política tributaria del Gobierno- la recaudación por el IRPF cae un 3,6%, lo que confirma que el impuesto sobre la renta es el tributo que mejor se comporta ante la crisis. En cualquier caso, las rentas del trabajo sufrieron un descenso del 10,3% "debido a la pérdida de empleos" y a la reducción de salarios.
El IVA, el segundo impuesto por recaudación, reportó a las arcas del Estado un 33,6% menos en el primer cuatrimestre. Sin embargo, Ocaña apuntó que este acusado descenso se explica, en parte, por las medidas del Gobierno para inyectar liquidez. Así, la "extraordinaria agilización" en el sistema de devolución en el IVA ha supuesto avanzar 3.870 millones más hasta abril respecto al mismo periodo del año anterior. Por otra parte, la extensión de la devolución mensual a todo tipo de empresas ha permitido anticipar 800 millones más. Los aplazamientos solicitados por los contribuyentes también han aumentado en 1.900 millones.
Por otra parte, la recaudación por el impuesto de sociedades, que grava los beneficios empresariales, aumentó hasta abril un 59%. Una cifra engañosa, reconoció Ocaña, ya que el año pasado se alargó el plazo para abonar el primer pago fraccionado de Sociedades. En términos ajustados, el descenso es del 28%. Con estos datos encima de la mesa, es simplemente imposible que las ultimas estimaciones del Gobierno -que contemplaban cerrar el año con un déficit del 5,8% para el conjunto de Administraciones Públicas- se cumplan. Lo más probable es que las nuevas previsiones que el Gobierno presentará antes de finalizar junio, sitúen el déficit público cerca o incluso por encima de los dos dígitos.
Seguridad Social, a la baja
Los números muestran que la Seguridad Social aún se mantiene el superávit. Sin embargo, mientras los ingresos disminuyeron un 0,9% hasta los 41.553 millones de euros en el primer cuatrimestre respecto al mismo periodo de 2008, los gastos ascendieron un 7,94%, y alcanzaron los 31.382 millones.
Las cifras ofrecidas por el Ministerio de Trabajo indican que los gastos previstos pendientes de imputación suponen un importe de 1.143 millones, cifra que deberá restarse del ya de por sí menguante superávit de la Seguridad Social, que asciende a 10.172 millones de euros.
Ocaña alega que la situación es favorable para aumentar las emisiones de deuda
El Estado gozaba en abril de 2008 de una capacidad de endeudamiento de 3.561 millones de euros. Doce meses después, la situación es diametralmente opuesta: precisa de una necesidad de endeudamiento de 43.986 millones. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, explicó que esta situación se debe, en parte, a que el Tesoro está acumulando caja para hacer frente a futuros pagos.Estrategia que consideró acertada por la situación actual en el mercado de deuda pública, donde los "relativamente bajos tipos de interés benefician el incremento de la emisión". En cualquier caso, Ocaña aseguró que la mayor emisión de deuda en este momento no responde a un posible colapso del sistema a corto plazo. Así, se aleja del comisario de Economía de la UE, Joaquín Almunia, quien el lunes vaticinó tensiones entre los Estados miembros por financiar su deuda. El Gobierno espera que a finales de 2010 la deuda pública alcance al 60% del PIB, 20 puntos por encima del nivel registrado en 2008. El Tesoro anunció ayer la emisión de una nueva obligación a 10 años con un volumen de 7.000 millones de euros.Por otra parte, los gastos del Estado aumentaron hasta abril un 13,5%. Una cifra que contribuyeron a engrosar los pagos de Hacienda al Servicio Púbico de Empleo Estatal, que ascendieron hasta los 2.000 millones. Una partida que no se desembolsó el año anterior porque este organismo no precisó de financiación.
La cifra
12,6% es el porcentaje de caída del conjunto de ingresos no financieros del Estado, que en el primer cuatrimestre recaudó 9.300 millones menos que el año anterior.