"Hacen falta 100.000 ingenieros en el mundo"

Se habla de que hay un déficit de ingenieros, pero al mismo tiempo hay muchos profesionales que por primera vez en su vida están en paro.

Lo cierto es que faltan unos 100.000 ingenieros en el mundo, no únicamente civiles sino de otras especializaciones. Solo en Suiza se necesitan 5.000, pero el problema es la movilidad y la existencia de otras profesiones que pagan mejor que la ingeniería como son las finanzas y los mercados. En nuestra oficina, trabajan personas de once nacionalidades distintas.

¿Hay ese déficit porque no se incentiva más el estudio de la ingeniería?

Hay varias razones. Se necesita mucho esfuerzo y un gran trabajo. En los últimos decenios se ha hablado mucho del medio ambiente. Se pusieron en marcha campañas muy fuertes y hubo quien pensó que no quería ser ingeniero para luego destruir la naturaleza. Eso tuvo graves consecuencias y la gente no pensó que el nivel de vida actual, las posibilidades de la modernidad han sido debido en primer lugar a la ingeniería. Depende del uso que se haga de la técnica, puede ser bueno o malo. Resulta conveniente enseñar a los niños que las cosas no suceden por casualidad, sino porque hay razones para ello.

¿Considera que para un ingeniero es conveniente estar colegiado e inscrito en un registro regulador?

En Suiza, nosotros tenemos un registro de los ingenieros, que garantiza que el profesional cuenta con el diploma pertinente y experiencia suficiente para desarrollar proyectos. En varios países, existen controles y yo creo que debería ser obligatorio para todo tipo de profesiones.

¿Cuándo se le ocurrió ser ingeniero?

Mi padre era ingeniero y tenía una empresa en Francia, cerca de la frontera española. Yo trabajaba con los camiones, soldando, así que dudé entre estudiar ingeniería civil o mecánica. Al final, me decidí por la civil porque pensé que era más importante.