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Reforma de la ley Beckham

El Gobierno sube impuestos a los altos ejecutivos y futbolistas extranjeros

El Gobierno aceptó ayer modificar la denominada ley Beckham, que desde 2004 ha permitido que directivos, profesionales y futbolistas extranjeros con altos sueldos tributasen al 24%, el tipo más bajo del IRPF. Esta norma dejará de aplicarse para los nuevos contratados foráneos a partir de 2010 y que cobren más de 600.000 euros.

España perderá atractivo fiscal para aquellos extranjeros con grandes sueldos que vengan a trabajar a la península. Hasta ahora, cuando un no residente se instalaba en España con un contrato de trabajo podía acogerse al llamado régimen de impatriados, que permite tributar durante seis años al tipo más bajo en el IRPF, 24%, independientemente del salario.

La normativa, promovida por el Partido Popular en 2003, tenía como principal fin incentivar la llegada de profesionales cualificados. Sin embargo, uno de los colectivos más beneficiados ha sido el de deportistas de élite que, con sueldos astronómicos pueden tributar como si fueran mileuristas. El futbolista David Beckham, fichado por el Real Madrid en 2003 fue de los primeros en beneficiarse de la medida y dio nombre a la ley.

Ahora, otro futbolista, Cristiano Ronaldo, ha impulsado sin quererlo la reforma. La información publicada por CincoDías en junio señalando que el futbolista más caro de la historia del fútbol y uno de los asalariados mejor pagados de España tributaría al 23%, en lugar de aplicar el tipo más alto del 43%, levantó una ola de protestas y llevó a distintos grupos parlamentarios a pedir la reforma de la ley Beckham.

A pesar de que el Gobierno aseguró que no subiría más los impuestos, la necesidad de reunir apoyos parlamentarios a los Presupuestos de 2010 ha provocado que acepté una enmienda de Izquierda Unida y elimine los beneficios de la ley Beckham a los sueldos superiores a 600.000 euros. Si bien perjudicará a los futuros deportistas de élite que lleguen a nuestro país, la reforma también afectará a directivos foráneos que vienen a trabajar a España y cobran más de 50.000 euros mensuales.

Aun así, Hacienda recuerda que la reforma no tendrá un efecto relevante en la recaudación. Por otra parte, Cristiano Ronaldo, Ibrahimovic o Kaká, seguirán disfrutando del beneficio fiscal del régimen de impatriados, ya que la reforma sólo afectará a los contratos firmados a partir de 2010.

El cambio legislativo supondrá un varapalo para los grandes clubes de fútbol españoles, que pierden una ventaja competitiva frente a las otras grandes ligas como la inglesa o italiana. Ello es así, porque los grandes futbolistas negocian con los clubs su salario neto, y el coste fiscal lo asumen las arcas del club. Así, el Real Madrid o el Barça, pueden, con menos dinero, igualar o incluso superar las ofertas salariales de sus competidores europeos. Un estudio de Ernst & Young calculó que el coste fiscal de un jugador con un sueldo de dos millones de euros asciende a 680.000 euros en España y alcanza los dos millones en Italia. Dicho de otra forma, el Milán debe pagar un 49% más que un club español para ofrecer el mismo salario a un futbolista que puede acogerse a la ley Beckham.

Disfrutar del régimen de impatriados implica no poder aplicar ninguna deducción fiscal. Un trabajador foráneo con un salario inferior a 50.000 euros, le resulta más rentable tributar como un residente y disfrutar de las rebajas fiscales que incluye el IRPF.

La liga se rebela

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) amenazó ayer con paralizar la competición si se aprueba la reforma de la ley Beckham. Según el organismo, el cambio supondrá un coste de más de 100 millones de euros. "La liga dejára de ser la mejor del mundo", argumentan.

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