El Gobierno intenta llevar cocinada al Congreso la reforma de las pensiones

La ratificación por el pleno del Congreso, el próximo 25 de enero, de las recomendaciones que ha elevado la Comisión del Pacto de Toledo sobre la reforma de las pensiones se configura como un mero trámite, previo a la aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de ley que contendrá el articulado preciso de dicha reforma. Esta segunda fase del proceso es la más importante puesto que en ella sí quedará grabada la posición de cada fuerza política al respecto y también reflejará los apoyos con los que cuenta el Ejecutivo para sacar adelante la reforma.

Con este fin de buscar el máximo consenso a una reforma que miran con lupa los inversores, el presidente del Gobierno ya ha abordado con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, los aspectos en los que el PSOE puede converger con los nacionalistas vascos. La disposición de estos últimos al consenso en esta reforma es total. En la búsqueda también de otros acuerdos, José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto reunirse próximamente, posiblemente en La Moncloa, con el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, para abordar también los capítulos más polémicos de esta reforma. La predisposición de los nacionalistas catalanes al acuerdo es también completa, como ya se demostró en la negociación de las recomendaciones del Pacto de Toledo que serán aprobadas en el Congreso el día 25.

La irrupción del vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las conversaciones que el Gobierno mantiene con los sindicatos ha hecho que en aras de alcanzar un acuerdo se hayan puesto sobre la mesa aspectos no solamente relacionados con la reforma de las pensiones, sino también otros vinculados al desarrollo de la reforma laboral. El Gobierno es consciente de que un eventual apoyo de los sindicatos a una prolongación flexible de la edad legal de jubilación estrecharía el margen de la izquierda parlamentaria para contestar esta reforma, a pesar de la actitud negativa que han mantenido IU, ERC y el BNG durante la discusión de las recomendaciones del Pacto de Toledo.

Rubalcaba dijo ayer en declaraciones a la cadena SER que existe "una voluntad de diálogo" por parte del Gobierno para llegar a un acuerdo con sindicatos, empresarios y partidos políticos en la reforma del sistema de pensiones y consideró "razonable" la propuesta de Comisiones Obreras de alcanzar un gran pacto socieconómico para sacar adelante las reformas que pretende el Ejecutivo. No obstante, el vicepresidente señaló que la distancia con los interlocutores sigue siendo "grande" y la posibilidad de un pacto está supeditada a los plazos comprometidos por el Gobierno.

Calendario del primer trimestre

Según ratificó Zapatero el martes en la presentación del informe económico anual que se elabora desde La Moncloa, este calendario comprende la aprobación del proyecto de ley sobre pensiones el próximo 28 de enero y la culminación de la reforma de la negociación colectiva antes del 18 de marzo, haya o no acuerdo con los sindicatos y empresarios. Es intención del Gobierno implicar también en el desarrollo de la reforma laboral a las fuerzas políticas, aunque de forma separada de la reforma de las pensiones, que ahora se considera prioritaria.

En la reforma de la negociación colectiva ya puede adelantarse que el Gobierno contará con el concurso entusiasta de CiU, la fuerza política que más énfasis ha puesto en la necesidad de acometer cuanto antes cambios en esta parcela. A priori, puede anticiparse también que el Gobierno también dispondrá del respaldo del PNV.

Pleno sin fecha

El Congreso está a la espera de que Zapatero proponga una fecha para el pleno monográfico al que se ha comprometido para explicar su política social. En la oposición se concibe esta comparecencia como una especie de debate de estado de la nación bis.