El Gobierno considera el copago sanitario una "línea roja" que no se plantea cruzar
El Gobierno considera el conocido como copago sanitario, que implicaría que los pacientes de la sanidad pública tuvieran que pagar una pequeña cantidad por recibir asistencia, es una "línea roja" que el Ejecutivo no se plantea rebasar.
Fuentes oficiales subrayaron hoy que no está en sus planes implantar esta fórmula, después de que el lehendakari, Patxi López, abogara por abrir el debate sobre la conveniencia de que los "pensionistas ricos" paguen "parte de sus recetas para garantizar que los pensionistas que menos tienen estén absolutamente cubiertos".
Desde Moncloa se insiste, tal y como ayer ya hizo la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, en que este departamento "no contempla" poner en marcha el copago sanitario, una medida que, según admitió, los expertos están "estudiando", pero de la misma manera que "desde hace más de 20 años". Jiménez también reconoció que el copago se ha tratado "entre otras fórmulas" en el Consejo Interterritorial de Salud y en la Subcomisión del Pacto de la Sanidad.
Por su parte, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, comentó hace unos días que esta medida se planteó también para ser incluida en el decreto ley de reducción del déficit convalidado hoy, pero al final se descartó y se optó por rebajar los precios de los medicamentos para reducir el gasto sanitario.
Para el Gobierno, una buena fórmula para reducir costes en esta materia sería que el consumo de medicamentos se ajustase realmente a lo que prescriben los facultativos para cada tratamiento. Sin embargo para lograr ese objetivo, según admitieron las mismas fuentes, sería necesaria una educación sanitaria que hoy por hoy España no tiene.