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Zaragoza

La Expo 2008 atrae inversión privada con beneficios fiscales

El mayor reto para Zaragoza, la Exposición Internacional de 2008, requiere de una importante inversión pública, pero también privada. Para atraerla, las sociedades que inviertan en el marco de la Expo podrán deducir hasta un 15% de sus gastos en el impuesto de sociedades, el IRPF o el IRNR.

La celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, dedicada al problema de la escasez del agua, pretende ser el gran dinamizador económico que modernice la ciudad y sea un imán para la inversión.

El consorcio -órgano de gobierno de la Expo presidido por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch- aprobó una serie de deducciones fiscales (con la aprobación previa del Consejo de Ministros), que permite que invertir en Zaragoza sea más atractivo para el empresariado.

Así, se establecen deducciones de hasta un 15% para los contribuyentes que realicen actividades de construcción, rehabilitación o gastos de propaganda y publicidad, dentro de los programas establecidos por la Expo. Es decir, para ser uno de los beneficiarios, el consorcio deberá acreditar que la inversión realizada se encuadra en los objetivos del evento.

Los grandes beneficiarios por las ventajas fiscales en publicidad son los socios y patrocinadores. La Expo espera obtener de ellos unos 100 millones de euros. A día de hoy, hay cuatro socios y nueve patrocinadores, aunque en breve se sumarán tres más, según revelaron fuentes de la organización a Cinco Días. De momento, la Expo ha obtenido de estas trece empresas 50 millones. Por otra parte, en el ámbito de la construcción, la Expo ha impuesto ciertas condiciones para acceder a las deducciones. Una de ellas es que las viviendas que se levanten en el recinto ferial no podrán venderse en cinco años. Buscan, así, la compra y el alquiler y se evita la especulación.

Otro incentivo de especial interés para las constructoras es la deducción de un 95% en tasas locales. Ello incluye el Impuesto sobre Construcción, Instalaciones y Obras, cuyo gravamen es del 4% del coste total de una obra.

Según el Consorcio, aún es temprano para saber cuantas empresas se beneficiaran de las ventajas fiscales.

Como ya ocurrió con la Expo de Sevilla o los Juegos Olímpicos de Barcelona, estos acontecimientos además de ser un escaparate de la ciudad en el exterior y de albergar un acto determinado, son una oportunidad para saldar viejos déficit y emprender nuevas infraestructuras que no se extinguen con la clausura de la celebración. El caso paradigmático es Barcelona que gracias a los Juegos Olímpicos de 1992 logró que la ciudad -que siempre vivió de espaldas al mar- se abriera, por primera vez, al Mediterráneo.

El caso de Zaragoza no es de la envergadura de una cita olímpica, sin embargo, permitirá convertir al río Ebro -que hasta ahora estaba en un plano secundario- en un espacio prioritario de la ciudad. Entre las tres administraciones -central, autonómica y local- se prevé gastar 300 millones en acondicionar la ribera del Ebro y 600 en cinturones y puentes.

Más de seis millones de visitantes

Cuando en diciembre de 2004 se conocía en París la designación de Zaragoza como sede de la Exposición Universal de 2008, la capital aragonesa empezó una carrera contrarreloj que culminará con la inauguración el próximo 14 de junio de 2008. A partir de entonces y durante tres meses Zaragoza espera recibir más de seis millones de visitantes. Para hacerse una idea de la magnitud de la cifra basta compararla con los datos de 2005, en el que Zaragoza recibió 734.520 turistas, según el Instituto Nacional de Estadística.Para albergar a toda la gente y ofrecer una imagen de una ciudad moderna, se espera una inversión de más de 6.000 millones, la mitad de éstos procederán del sector privado y, según el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se crearán unos 38.000 empleos.Por otra parte, la Cámara de Comercio de la capital aragonesa, calculó que un 42% del gasto tendrá lugar en el recinto de la Expo y su área de influencia, y el 58% restante se materializará en la ciudad y su entorno. La construcción representará un 72% del gasto estimado.Por ello, antes de la inauguración, la mayoría del empleo se concentrará en el ladrillo (48%), seguido del sector de servicios con un 32%.Una vez se inicie la exposición, el impacto económico por la llegada de visitantes se notará por encima del resto en los servicios de mercado: en este sector, se creará el 89% de los puestos de trabajo totales y un valor añadido de 664 millones euros.Los otros sectores que aumentarán su presencia son los servicios de no mercado, seguido de la construcción. En total, se estima que el impacto turístico creará 14.000 puestos de trabajo, un valor añadido de 715 millones de euros y un impacto sobre la renta de los hogares de 416 millones de euros.

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