La Expo de Zaragoza subasta sus restos

Aficionados al coleccionismo, nostálgicos y, sobre todo, cazadores de auténticas gangas tienen la última oportunidad para llevarse a su casa alguno de los objetos que decoraron los pabellones de la Expo de Zaragoza. El miércoles y el jueves salen a subasta los restos de la muestra internacional, un acontecimiento que atrajo a más de cinco millones de visitantes y cambió la fisonomía de la capital aragonesa.

Las pujas van a celebrarse, exclusivamente, a través de internet, lo que facilita la participación y la comodidad de los licitadores. Los objetos, cerca de 3.000, han sido agrupados en 1.400 lotes. Y los hay de todo tipo: más de 300 ordenadores, despachos, teléfonos, bicicletas, televisores, proyectores, altavoces, vídeos, equipos electrónicos, pequeños electrodomésticos, fotocopiadoras, sillas de ruedas o percheros. Para delicia de caprichosos y coleccionistas, también se incluyen tres pingüinos que adornaron el espectáculo del Iceberg y seis Fluvis, la mascota de la exposición, de un metro de altura.

El grueso de la subasta está constituido por los objetos utilizados por los empleados que se ocuparon de las tareas posteriores a la clausura de evento. Anabel Beltrán, jefa del área de Contratación, subraya que "se trata de artículos de excelente calidad y que mayoritariamente sólo han sido utilizados durante un espacio de tiempo muy corto". En la práctica, se trata de objetos que hubieran podido pasar perfectamente por nuevos, aunque su precio de venta sea muy inferior.

Particulares y empresas

De la gestión de la subasta se ocupará la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ferbossa Industriactiva e Hilco Industrial Europe, dos compañías con una dilatada experiencia en la organización de este tipo de eventos. La primera lleva más de 80 años dedicándose a la venta y valoración de activos y está particularmente especializada en la realización de subastas y liquidaciones. Por su parte, Hilco Industrial Europe se haya integrada en la multinacional Hilco Organization, líder mundial en la valoración, compra y disposición de bienes.

Las personas interesadas en la puja pueden registrarse ya en la página web de Ferbossa (http: // www. ferbossa-industriactiva.com). Allí encontrarán un catálogo electrónico, que puede ser descargado en formato PDF, por aquellos que quieran estudiar más detenidamente cada artículo. Eva Rozalén, directora de marketing de Ferbossa, señala que "dado el carácter eminente profesional de una parte de los lotes, también se estudiarán las posibles ofertas por grandes cantidades", Y es que la subasta no sólo ha despertado el interés por parte de los particulares, sino también de las empresas.

Rozalén subraya que "el precio de salida de los objetos será muy inferior a su valoración en el mercado de segunda mano, para que todo el mundo pueda realizar sus pujas de acuerdo con su bolsillo. En la práctica, algunos artículos partirán de una tarifa simbólica, próxima a cero, aunque luego las pujas hará que vayan subiendo". El día grande de la subasta será el próximo jueves, día 14, porque "hasta un segundo antes del cierre, el precio puede cambiar", señala.

Los compradores deben tener en cuenta que , al precio de adjudicación de los lotes se le añadirá un 15% de comisión y el preceptivo 16% del IVA correspondiente. Un lote tipo, por ejemplo, puede ser una mesa de reunión con cuatro sillas o una mesa de despacho y su back.

En la anterior subasta de la Expo, celebrada en noviembre de 2008, participaron más de 7.000 personas. De ellas, 4.500 lo hicieron desde sus casas o empresas a través de internet. En marzo se liquidaron online los elementos de seguridad, vigilancia y comunicaciones utilizados en la muestra internacional. En esta ocasión, las pujas fueron protagonizadas mayoritariamente por profesionales.

Quienes ahora decidan participar pueden visualizar en la red una completa información sobre cada artículo a subasta. Se facilitan imágenes on line y las características técnicas: marca, modelo o dimensiones. El único problema que puede surgir es que alguien decida pagar un precio superior al que su interés e incluso su bolsillo le permita, desvirtuando la puja. Aunque, en esta ocasión, no sea lo más importante, participar también tiene su encanto. Y ya puede hacerlo, porque la sala está abierta y el mazo preparado para ratificar la última oferta.