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Informe

España suspende en los indicadores de sostenibilidad

Diez años de crecimiento en España no han servido para garantizar a largo plazo la calidad de vida y la supervivencia del medio ambiente. Un informe realizado por la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y patrocinado por el Gobierno repasa 88 indicadores básicos, y concluye que nuestro país sólo sale bien parado en 17 de ellos. Lo que es más grave: hasta 13 de los aspectos analizados presentan una 'situación crítica'.

El libro Sostenibilidad en España 2006, segundo que se realiza con estas características, señala que los aspectos a mejorar se centran, principalmente, en el mercado laboral, la eficiencia energética, el suelo y la emisión de gases contaminantes.

Una de las principales preocupaciones es la dependencia y la eficiencia energética, una asignatura en la que España está muy lejos del aprobado. Desde el inicio de la primera crisis del petróleo, en 1973, se ha multiplicado por 2,5 el consumo de energía. A ello contribuyen la intensidad de uso de transporte en la economía y la pobre eficiencia de consumo de los vehículos. Al menos, el informe señala un cambio de tendencia en cuanto a intensidad energética de la industria, puesto que el año pasado el consumo energético creció menos que el PIB.

La emisión de gases de efecto invernadero creció un 48% entre 1990 y 2004

La calidad del empleo es otra de las grandes áreas de mejora: entre los indicadores 'insostenibles' aparecen la brecha salarial entre hombres y mujeres, el tiempo de trabajo no remunerado (sobre todo, por parte de mujeres en tareas domésticas) y la proliferación del empleo irregular. Pese a la regularización extraordinaria del año pasado, los autores alertan sobre la cantidad de extranjeros sin papeles, alerta que extienden a la elevada tasa de dependencia.

El suelo copa otro de los capítulos del informe, en el que los autores recogen el fuerte aumento de la 'superficie territorializada' (la que pasa a dedicarse a uso residencial, comercial o de infraestructuras): un 30% en el periodo 1987-2000, previsiblemente elevado desde ese último año.

La contaminación también ha sufrido un aumento insostenible: la emisión de gases de efecto invernadero creció un 48% entre 1990 y 2004. Prácticamente todos los indicadores ambientales presentan situación negativa, aunque algunos evolucionan favorablemente, como el tratamiento de residuos urbanos, el reciclaje o la depuración de aguas.

Los autores recuerdan que un tercio de la superficie española tiene un riesgo de desertificación 'alto o muy alto'. Las regiones más amenazadas son Murcia, Canarias y la Comunidad Valenciana. La nota positiva la pone aquí la evolución de los incendios forestales: aunque siguen suponiendo un problema grave, la superficie quemada ha venido reduciéndose desde 1994.

Indicadores de esperanza

Pese a las malas noticias, el estudio deja hueco a indicadores positivos. Entre ellos están los medidores cuantitativos del mercado laboral: la tasa de empleo pasó del 38% de la población en 1994 al 52% el año pasado, al tiempo que mejoran los indicadores de empleo de personas mayores y se reduce el paro de larga duración. Las empresas salen bien paradas respecto a sus sistemas de gestión ambiental y la responsabilidad social corporativa.

España pasa el corte en algunos aspectos relacionados con la salud, como la percepción ciudadana de su calidad o la esperanza de vida. En cambio, el gasto en sanidad es insuficiente, y se empieza a abrir paso una plaga asociada al desarrollo incontrolado: la obesidad.

Huir del 'cortoplacismo' en la agenda política

El informe cuenta entre sus patrocinadores con el Ministerio de Medio Ambiente, cuya titular, Cristina Narbona, pidió ayer en su presentación que se huya del 'cortoplacismo' en agenda política. 'Se habla mucho del coste del protocolo de Kioto, pero no tanto del coste que supondría no cumplirlo'. Narbona considera imprescindible que los precios de la energía y el agua reflejen mejor sus costes: 'Más allá de las demagogias que el tema genera en política, no tendría que suponer un aumento del gasto ciudadano. Bastaría con concienciarse y realizar un consumo más responsable'.Narbona se refirió también al encargo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al Ministerio de Industria, para que elabore un escenario sobre el consumo previsto de energía en España en un plazo de 30 años.

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