CEOE y sindicatos limitarán en el tiempo la renovación de convenios
La reforma de la negociación colectiva dio ayer un paso decisivo hacia un hipotético final feliz. Sindicatos y patronal consiguieron desatascar el que hasta entonces venía siendo el principal escollo: cómo agilizar la renovación de los convenios para evitar su prórroga automática (la llamada ultraactividad).
Avance importante en las anquilosadas negociaciones para reformar la negociación colectiva. La reunión que mantuvieron ayer los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, con el presidente de CEOE, Juan Rosell, abonó el camino para resolver el principal quebradero de cabeza que hasta ahora hacía poco factible una salida consensuada al asunto.
Según fuentes sindicales, las partes lograron ayer desbloquear la reforma de la ultraactividad. Hasta ahora, cuando un convenio expira se prorroga indefinidamente hasta que las partes acuerdan su renovación. Ello ha fomentado la longevidad de los mismos, en algunos casos protagonizando verdaderos escándalos, como pasó con el de los controladores aéreos (11 años de vigencia, que concluyó vía decreto).
Aunque las partes prefieren no revelar los detalles del consenso, la solución pasa por una fórmula que combinará varios aspectos. Se acotará el tiempo para negociar la renovación (presumiblemente uno o dos años). Si las partes agotan el plazo sin ponerse de acuerdo, se recurrirá a la mediación, cuyo resultado no es vinculante. En caso de que tampoco se concluya así el proceso, será un árbitro quien tome la decisión final, que las partes deberán acatar. æpermil;sta será vinculante para las partes, como lo fue la de Manuel Pimentel en el mencionado litigio entre los controladores aéreos y AENA.
El avance es muy significativo, ya que cumple con las líneas rojas impuestas por las partes en el tema. Así, los convenios no decaerán hasta que se acuerden los que les deban sustituir, por lo que, tal y como querían los sindicatos, no habrá vacíos de cobertura. Asimismo, la acotación temporal de las negociaciones, que como muy tarde culminarán con el arbitraje, agilizará notablemente el proceso, algo indispensable para la patronal.
Las partes aseguraron ayer que retomarán las negociaciones la semana que viene, aunque fuentes sindicales confirman que el acuerdo para el conjunto de la negociación colectiva no se cerrará hasta después de las elecciones del 22-M. Así, CC OO y UGT celebrarán los días 11 y 12 de mayo sus respectivos Consejo Federal y Consejo Confederal, órganos que deberán tomar la decisión de rubricar el posible acuerdo. CEOE, en cambio, retrasará su Comité Ejecutivo del 18 de mayo al 25.
El escollo que viene
Fuentes sindicales aseguran que ayer se produjeron importantes avances también en la reforma de las mutuas de trabajo, elemento señalado por las partes como decisivo para combatir el absentismo laboral, y en la estructura de los convenios.
El gran tema pendiente para la semana que viene, pues, será cómo retocar las medidas de flexibilidad interna (modificación de la jornada laboral, movilidad funcional, etcétera).
Blanco acusa al PP de torpedear el proceso
El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró ayer en una entrevista en TVE que el Partido Popular está intentando "dinamitar" el acuerdo de negociación colectiva."A mí me consta que el PP está presionando a algunos empresarios para dinamitar la reforma de la negociación colectiva, en esa idea del todo vale con tal de atacar al Gobierno, aunque le vaya mal a España", afirmó.Según Blanco, los populares han intentado, desde que se aprobó la reforma laboral, poner trabas a la actuación del Ejecutivo en el despliegue de todos sus aspectos, incluyendo la mencionada reforma de la negociación colectiva.La respuesta del PP no se hizo esperar, y como era previsible fue tanto o más contundente. El vicesecretario de Comunicación del partido, Esteban González Pons, tachó a Blanco de "irresponsable". "Blanco es el auténtico dinamitero del diálogo político en España. Con personajes como él se hacen muy difíciles los consensos", replicó en los pasillos del Congreso. "La negociación colectiva es muy importante para crear empleo, y si el Gobierno no es capaz de facilitar el acuerdo, lo mejor que puede hacer es dejar sitio para que otro intente crear puestos de trabajo", espetó.Mientras, desde CEOE se transmitía el mensaje de que la piel del toro se venderá cara. El vicepresidente de la patronal y también presidente de su Consejo de Turismo, Joan Gaspart, aseguró que los empresarios no firmarán "cualquier acuerdo" que no sea bueno para las empresas. "Si se trata de firmar por firmar, esto no lo va a hacer la CEOE", dijo. En ese caso, añadió, se dejarían "en manos del Gobierno" los cambios legales, a pesar de que insistió en que ambas partes "quieren y desean" llegar a un pacto social.Por otra parte, Gaspart eludió hablar sobre la presunta intromisión de los populares en el proceso.
Dos puntos clave para el éxito del proceso
-Ultraactividad. Hasta ahora venía siendo el principal escollo a las negociaciones. Ambas partes establecieron en el Acuerdo Social y Económico la intención de agilizar el proceso de renovación de los convenios expirados, que con la actual normativa se prorrogan de manera indefinida hasta que se acuerde su sustituto.- Flexibilidad interna. La otra gran incógnita es cómo decidirán las partes fomentar las medidas de flexibilidad interna en las empresas (jornada laboral, movilidad funcional, etcétera) como alternativa al despido. Los sindicatos pretenden que los trabajadores puedan participar en la decisión, mientras que la patronal quiere manga ancha para las empresas.