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Análisis

Las cajas medianas buscan la mayoría de edad en tamaño

La jugada de Ibercaja, de hacerse con el control de Caja3 y pujar fuerte por Unnim, ha metido presión a Liberbank, Grupo BMN, Unicaja, Kutxabank y Banca Cívica para cerrar alianzas

La clase media del sector de cajas quiere dar el salto definitivo de tamaño. La primera ha sido Ibercaja, que anunció el miércoles la absorción de Caja3 y se postula como favorita para comprar Unnim. Con estos dos movimientos, la caja presidida por Amado Franco duplicaría su tamaño y se quedaría a las puertas del selecto club de los 100.000 millones de euros de activos. Tras esta jugada, el resto de entidades medianas ha acelerado los contactos para fraguar alianzas que les permitan crecer y, al mismo tiempo, que les faciliten el cumplimiento de las nuevas exigencias en materia de saneamientos inmobiliarios. A decir de todos los expertos, en unos meses habrán desaparecido las cajas medianas y tan solo quedarán grandes jugadores de ámbito nacional. Liberbank, Grupo BMN, Kuxkabank, Unicaja o Banca Cívica son los que ahora tienen que mover ficha para garantizarse su futuro.

Grupo BMN. Máxima prioridad: ganar la puja por Banco de Valencia

El grupo presidido por Carlos Egea es de los pocos que ha dejado muy claro cuál es su máxima prioridad: conseguir que el Banco de España le adjudique Banco de Valencia en la subasta que empezará en cuanto concluya la de Unnim (probablemente, la próxima semana). La alianza de Cajamurcia, Caixa Penedès, Sa Nostra y Caja Granada considera que la fuerte presencia de la antigua filial de Bancaja en la Comunidad Valenciana encajaría perfectamente con la apuesta del grupo por el arco mediterráneo. Además, le permitiría crecer hasta rebasar los 90.000 millones de euros de activos, con la tranquilidad de contar con un esquema de protección de activos (EPA) que le cubriría de las potenciales pérdidas generadas por la entidad adquirida. El tercer gran atractivo de Banco de Valencia para BMN es que cotiza en Bolsa. "Su condición de entidad cotizada es vital para todas las cajas que aún no cotizan", explica un directivo de un banco de inversión extranjero. "La entidad que acabe adquiriéndola puede plantearse varias fórmulas, como transferir todo el negocio a la ficha de Banco de Valencia y captar capital en Bolsa". En el debe de BMN tan solo consta el haber recibido 915 millones del FROB, una circunstancia que, según sus rivales, le quita opciones de quedarse con una entidad con el respaldo de ayudas públicas o sectoriales.

Banca Cívica. En Bolsa, pero con problemas de liderazgo

La alianza de cajas liderada por Cajasol y Caja Navarra es la única entidad de tamaño medio que cotiza en Bolsa. Sus dos copresidentes, Antonio Pulido y Enrique Goñi, reconocían esta semana que han estado en contacto "con todos", al tiempo que aseguraban que el grupo tiene capacidad para seguir en solitario. Dentro del mercado, surgen algunas dudas a este respecto. El real decreto de reforma financiera ofrece importantes facilidades para aquellas entidades que acometan un proceso de fusión antes del 31 de mayo, y todos los analistas dan por hecho que Banca Cívica no dejará pasar esta oportunidad para ganar tamaño. La entidad logró un beneficio de 183 millones de euros en 2011, gracias a que provisionó 501 millones contra patrimonio. Para salvar las cuentas de 2012, debería vender parte de su cartera industrial y canjear emisiones vivas de preferentes por acciones. En cuanto al tamaño, los analistas consideran que los 72.000 millones de euros de volumen de activos es insuficiente para poder acudir a los mercados mayoristas con tranquilidad.

El problema que se va a encontrar el grupo al intentar fraguar una operación es el del liderazgo, junto a la mayor carga de ladrillo que ha desvelado una de sus socias, Cajasol. Banca Cívica es la única entidad que ha mantenido una bicefalia después de la primera ronda de concentración en el sector de cajas. A diferencia de grupos como BMN o Liberbank, donde está muy claro quién manda (Carlos Egea y Manuel Menéndez, respectivamente), la copresidencia de Pulido y Goñi se considera de conveniencia, como todas y, de cara a una combinación con otra entidad, podría generar complicaciones. Además, la entrada tardía de Cajasol en el grupo, con nivel de exposición inmobiliaria superior a sus socios puede traer complicaciones.

En cuanto a las posibles combinaciones, el movimiento de Ibercaja le ha cerrado puertas. Banca Cívica ha mantenido conversaciones con Ibercaja y con CaixaBank. Ahora, podría intentar pujar por Banco de Valencia o pactar con otra mediana, pero sus opciones se reducen por momentos. El grupo, al igual que BMN, ha recibido ayudas del FROB, en concreto, 977 millones.

Liberbank. La más pequeña, aunque una de las más solventes

El grupo compuesto por Cajastur (más Banco CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura es la entidad independiente más pequeña en el sector de cajas (a excepción de las diminutas Caixa Pollença y Caixa Ontinyent). La ruptura con CAM (con quien se habían embarcado en el proyecto Banco Base) le ha permitido quitarse un lastre de encima que podía haber hundido a todo el grupo. Su presidente, Manuel Menéndez, es uno de los profesionales más respetados en el sector, pero las constantes exigencias en materia de capital y saneamientos juegan en su contra. Tras la salida de CAM, Liberbank logró cumplir en tiempo récord con el nuevo límite de capital principal, fijado por el Gobierno en el 10%, sin tener que recurrir a emisiones de última hora ni a los recursos del FROB. Sin embargo, el esfuerzo en provisiones que marca la reforma financiera introduce una presión excepcional para el grupo y empiezan a surgir las voces que dudan de su capacidad para seguir siendo independiente.

Una de las vías que Liberbank está explorando para ganar tamaño es comprar la filial en España del banco público portugués Caixa Geral de Depósitos (CDG). Menéndez habría ofrecido 150 millones por quedarse con las 210 oficinas y más de 1.000 empleados. La operación le permitiría ganar 8.500 millones de tamaño, con lo que rozaría los 60.000 millones. De concretarse la transacción, el grupo contaría con dos años para cumplir con los nuevos saneamientos y reforzaría su posición de cara a una fusión posterior.

Unicaja. El órdago de Medel hace temblar a todo el sector

Cuando hace 12 meses Unicaja pactó la absorción de Caja España Duero parecía que se había resuelto uno de los problemas que habían inquietado al sector. Las cajas castellanoleonesas, después de haber sondeando varias alianzas, por fin habían recalado en puerto seguro. Eso era hace 12 meses. Ahora, ese matrimonio pregonado a los cuatro vientos, corre el riesgo de hacer aguas sin que haya llegado a formalizarse. El Banco de España y la Junta de Castilla y León tratan de presionar para que la integración siga adelante, pero el presidente de Unicaja, Braulio Medel, no quiere comprometerse de por vida, tras conocer el impacto que tendría en Caja España Duero la última reforma financiera.

La posibilidad de que la fusión descarrile asusta al sector. De acuerdo con fuentes cercanas al consejo de Caja España Duero, "no existe plan B, si la operación con Unicaja no sale adelante, la caja está abocada a ser intervenida por el Banco de España". Si finalmente Unicaja no logra que el supervisor le conceda ayudas para facilitar la operación, podría romper la alianza y tendrá que moverse con agilidad si no quiere quedarse sin silla. A esto se añade la celebración de las elecciones andaluzas del 25 de marzo. Si el PP no logra mayoría absoluta, Medel podría plantearse que Unicaja siguiera en solitario, con un volumen de activos inferior a 50.000 millones, mientras que, de cumplirse las previsiones, el presidente de la entidad tendría los días contados y podría buscar una salida digna pactando una buena fusión para la caja malagueña.

Kutxabank. Fortaleza financiera para ver el futuro con tranquilidad

La alianza de las tres cajas vascas ostenta el mejor ratio de solvencia, del 12,8%, de todo el sistema financiero español, lo que le permitiría absorber con comodidad alguna de las entidades más débiles. No obstante, su presidente, Mario Fernández, insiste en que no está previsto acometer ninguna operación de adquisición durante este año. Algo que no ha impedido que el banco vasco, con 74.700 millones de euros de volumen de activos, figure de manera recurrente en las quinielas como uno de los posibles compradores de entidades en apuros o forzadas a ganar tamaño, como Banca Cívica. Fuentes financieras señalan que la entidad podría estar interesada también en pujar por Catalunya Caixa.

Dos piezas relevantes: las cajas nacionalizadas

La subasta de Catalunya Caixa y Novagalicia Banco es la segunda pata de la reordenación que afrontará el sector en los próximos meses, junto a las posibles combinaciones de cajas medianas. Una vez que concluya la subasta de Banco de Valencia, a finales de abril, el Banco de España podría empezar a sondear al mercado para ver qué entidades estarían interesadas en hacerse con el control del 93% que el FROB tienen en Catalunya Caixa (producto de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa).Esta subasta, tal y como ocurrió con la de Caja Mediterráneo (CAM), estará reservada a jugadores con un cierto tamaño y una notable fortaleza financiera, dado el impacto en capital que tendrá la absorción de un grupo con un volumen de activos de 76.000 millones de euros. Entre las entidades destacadas para este proceso aparecen BBVA y Kutxabank, aunque se da por hecho que Popular también pujará en caso de que no llegue a hacerse con Unnim.Santander también podría presentar oferta por Catalunya Caixa, aunque según fuentes financieras, su interés también podría apuntar a Novagalicia Banco. También se espera que CaixaBank, otro de los grandes con capacidad de compra, llegue hasta la fase final de este proceso. El grupo presidido por José María Castellano tendrá hasta septiembre para tratar de convencer a inversores internacionales de que participen en el proyecto, pero en el sector se da por hecho que el directivo no conseguirá su objetivo. Así pues, si se cumplen los plazos, en otoño comenzaría la subasta por la entidad gallega. La adjudicación de Novagalicia podría poner punto y aparte en la reordenación de la banca española.

El 'club de los 100.000 millones'

En caso de que Ibercaja se haga con el control de Unnim, además de absorber Caja3, le permitirá alcanzar un volumen de activos de 96.000 millones de euros, con lo que se quedaría en una zona de confort de cara a captar fondos en el mercado mayorista. Liberbank, BMN o Banca Cívica están todavía muy por debajo de este nivel, por lo que intentarán buscar fórmulas para ganar tamaño. Además, una fusión les proporcionaría un año extra para cumplir con las nuevas exigencias de saneamiento.

Las cifras del ajuste

4.200. Este es el recorte en el número de oficinas del sector de cajas desde 2008. Supone una caída del 17%.19.500. Es la reducción de puestos de trabajo en las cajas por las últimas fusiones, un 14% de la plantilla total.

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