Un año para invertir a golpe de titulares

2012 será peor que 2011". La sentencia con la que culminó el pasado año, un mantra compartido por políticos, empresarios y expertos de toda índole, venía preparando a los inversores para lo que se avecina. Prudencia, mucha, ante unos mercados convulsos. Oportunidades, algunas, para los más atrevidos. Lo que venía siendo la tónica habitual, pero en dos tazas.

La oscilación de las Bolsas seguirá muy ligada al devenir de la banca, sector capaz de ser el principal motor o el mayor lastre del parqué, en función de su suerte. Las grandes entidades europeas se centran en estos seis primeros meses en la consecución de las nuevas exigencias de capital impuestas por la Autoridad Bancaria Europea (ABE). Un 9% de core Tier 1 que exigirá nuevos esfuerzos a un sector ya castigado por la crisis financiera, crediticia y soberana. En ese mismo periodo, el sector español deberá amoldarse a la reestructuración que prepara el nuevo Gobierno, que ya ha adelantado la necesidad de que saneen sus activos inmobiliarios con 50.000 millones más.

La reforma del mercado laboral y los recortes destinados a ajustar el déficit marcarán la senda del desempleo y la reacción de los mercados a la marca España. Mientras, el euro celebra sus primeros 10 años en curso con severos achaques. Los líderes europeos, sin Reino Unido, han acordado un nuevo pacto de austeridad que refunde la UE y devuelva a la deuda pública su carácter de máxima seguridad. Algunos expertos advierten, sin embargo, del peligro de que los recortes masivos deriven en una nueva recesión. Algo que haría repuntar aún más los valores refugio, como el oro.