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Ciencia & Salud. Actualidad

Los mayores, inocentes del encarecimiento de la sanidad

Un estudio refleja que el envejecimiento solo incrementa entre un 0,14% y un 0,49% el gasto

A pesar de que se pudiera pensar que el envejecimiento de la población es la principal causa del incremento del gasto sanitario, la realidad es que no es así. Al menos es lo que asegura un informe realizado por Pfizer y la Fundación Gaspar Casal, presentado ayer en Madrid y coordinado por la Universidad de Castilla-La Mancha.

La cuestión del envejecimiento es algo que afecta a todo el mundo occidental. Se calcula que el porcentaje de europeos mayores de 65 años pasará de un 16,1% en 2000 a un 27,5% en 2050, mientras que los mayores de 80 años, que representaban un 3,6% de la población en 2000, alcanzarán un 10% en el 2050.

Para comprobar hasta qué punto el envejecimiento es causante del aumento del gasto, el presente estudio ha realizado un análisis de dos comunidades autónomas concretas, de gran extensión de territorio y población dispersa, Castilla León y Castilla-La Mancha, como indicativo de lo que sucede en el territorio español. Se han seleccionado por tener un mayor envejecimiento que la media nacional. Así, en el 2010, el porcentaje nacional de mayores de 65 años alcanzaba el 16,84%, mientras que en Castilla y León era del 22,49% y en Castilla-La Mancha, del 17,68%.

Las personas con más de 65 años dependen más del sistema público

Los resultados indican que el gasto sanitario público solo crecería un 0,14% por causa del envejecimiento de la población en el caso de Castilla-La Mancha. En Castilla y León sería de un 0,49%. De aquí a 2020, el efecto demográfico únicamente supondría un incremento acumulado del 1,67% y 5,45%, respectivamente, en los presupuestos.

"Por tanto, el envejecimiento por sí solo no parece ser un factor que amenace seriamente la sostenibilidad financiera de los sistemas sanitarios públicos, al margen de aspectos concretos, como el elevado gasto en el periodo inmediatamente anterior al fallecimiento de personas muy mayores", se indica en el informe.

Son, sin embargo, otros factores los que engordan la factura sanitaria, según Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, quien señala a la asistencia sanitaria "más cara, en más lugares, a más personas y más intensa" como uno de los motivos, junto a al aumento de coberturas, de prestaciones y la introducción de tecnología. "Más que el envejecimiento, son responsables del encarecimiento las decisiones clínicas, de gestión y las políticas, como abrir o no un hospital", coincide el exministro de Sanidad Julián García Vargas, patrono de la Fundación Pfizer.

También influye en el gasto que España es un país "hiperfrecuentador de los servicios, vamos mucho al médico", asevera Del Llano, quien añade que los ciudadanos en este país acudan más a los servicios médicos que en Francia (el doble) o en Reino Unido (el triple).

Aunque sí hay algunos datos en el estudio que indican el mayor uso de la población de la tercera edad y su consecuente aumento de coste. De momento, se calcula que en España el gasto sanitario de las personas mayores de 65 años es 2,7 superior al gasto medio.

Los resultados muestran también que las personas de la tercera edad cuentan con una mayor dependencia de la cobertura sanitaria pública, reduciéndose su capacidad de acceso a la sanidad privada, por la merma de ingresos que suele suponer la jubilación.

La escasa relación con la dependencia

"Para los sistemas de protección social, la atención sanitaria y la cobertura de la dependencia son los problemas esenciales derivados del envejecimiento demográfico", se señala en el informe.Dos aspectos, la sanidad y la dependencia, que para el director de la Fundación Gaspar Casal se muestran actualmente "como compartimentos estancos, sin relacionarse entre ellos". Esto puede provocar un aumento del coste de la atención de la salud. "La asistencia sanitaria y la dependencia no pueden funcionar de forma independiente el uno del otro. Porque así se está sanitarizando muchos problemas de los servicios sociales", denuncia.Otro de los problemas que aumentan la inflación sanitaria es la cronicidad, que normalmente va asociada a más de una patología, y que conlleva una asistencia sanitaria más prolongada y una intensificación de la tecnología. Por eso, Del Llano advierte de la importancia de las campañas que lleven a modificar los hábitos hacia otros más saludables. "Los ciudadanos tiene que hacerse responsables de su propia salud", un aspecto ligado "estrechamente a la sostenibilidad del sistema", recoge el estudio.

Aprender de otras autonomías

Aunque el patrón de comportamiento marca una tendencia similar en las dos autonomías analizadas, sí se pueden ver divergencias entre una y otra. En Castilla-La Mancha el número de visitas medias en atención primaria en 2009 fue de 17,30 en el caso de los mayores de 85 años (frente a los 4,11 del grupo de edad entre 35 y 39 años). En la otra Castilla la cifras se rebajaron a 12,14 visitas y 3,07, respectivamente.Pero más resultados remarcan estas diferencias. El gasto medio en atención hospitalaria para los mayores de 85 años fue de 1.224 euros en Castilla y León y 1.393 en el otro territorio analizado.Eso lleva al exministro García Vargas a reflexionar sobre la coordinación entre autonomías: "Como resultado de la descentralización se ha acelerado el gasto. Todas hacen cosas mejor y otras peor que la vecina. Ahora se trata de que las comunidades pongan en común sus resultados y aprendan unas de otras cómo mejorar".

Las cifras

2,7 veces más que la media es el gasto sanitario de las personas mayores de 65 años.1.130 euros es el gasto en farmacia de los mayores de 85 años en La Mancha.7% del PIB es el gasto medio en la OCDE, que se disparará al 13% en 2050.

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