A punto la temporada de nieve

Pendientes más que nunca de los partes meteorológicos, las 11 estaciones de esquí del Pirineo de Lleida ultiman durante estos días los preparativos para la apertura de la temporada 2003-2004, prevista para el último fin de semana de este mes. Con una oferta de 600 kilómetros de pistas, 3.400 hectáreas esquiables y la previsión de venta de 1.300.000 forfaits, Lleida consolida un año más su liderazgo en turismo de nieve, según datos del Patronato de Turismo de la Diputación provincial.

La marca turística Neu de Lleida, que engloba seis complejos de esquí alpino (Baqueira-Beret, Boí Taüll Resort, Espot Esquí, Port-Ainé, Port del Compte y Tavascan) y otros siete de esquí de fondo (Aransa, Baqueira-Beret, Lles, Sant Joan de l'Erm, Tavascan, Tuixent-La Vansa y Virós-Vallferrera), afronta el inicio de la campaña con el eslogan 'Tanto y tan cerca'. Y lo hace a la espera de comprobar si la línea de alta velocidad Madrid-Lleida aportará nuevos clientes que opten por la comodidad y rapidez de traslado. Pese a ello, el director del Patronato de Turismo, Xavier Moncayo, asegura que es 'la calidad, un crecimiento ordenado y progresivo y una oferta basada en la variedad' el principal atractivo del turismo de invierno de Lleida, que mueve al año 216 millones de euros, un 30% del producto interior bruto turístico de la provincia. Para la presente temporada, las estaciones leridanas han realizado inversiones por valor de unos ocho millones de euros en mejoras y equipamientos entre los que destacan el incremento de la capacidad de los remontes (80.000 viajeros-hora) y 70 nuevos cañones de nieve artificial que se suman a los 730 ya existentes.

La más moderna

La estación de Baqueira-Beret con 1.922 hectáreas esquiables es la mayor del Pirineo y sin duda la más moderna e internacional con numerosos servicios adicionales entre los que destaca su Escuela de Esquí, considerada la mejor del país. El complejo estrenará este año su nueva zona esquiable que conectará con el puerto de la Bonaigua. De sus 57 pistas, destaca la balizada Cara Nord que, con 3.111 metros de longitud, es la más larga de toda la zona pirenaica. Boí-Taüll Resort, por su parte, presume de tener la cota más alta del Pirineo, situada a 2.750 metros de altitud. La práctica del esquí se acompaña de actividades après-ski, como las excursiones de trineos, con raquetas o con motos de nieve. Con 23.000 plazas de alojamiento, la estación Espot Esquí ofrece la posibilidad de dormir en un poblado indio con tiendas de madera totalmente acondicionadas.

Los complejos invernales del Pirineo de Lleida afrontan la directa competencia que representan las estaciones aragonesas, agrupadas en Aramón, y las andorranas, asociadas en Ski Andorra, hasta el punto que la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Actividades de Montaña (ACEM) diseñará en 2004 un plan que prevé, entre otros aspectos, el incremento de las ayudas de las Administraciones. Y el objetivo es no perder cuota de mercado y 'competir en igualdad de condiciones', en referencia al esfuerzo que ya realizan los Gobiernos de Aragón y de Andorra. La reciente unión de las estaciones andorranas Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu-El Tarter bajo la denominación Gran Valira convierte este complejo, con 192 km de pistas, en el mayor del Pirineo.

El principal reto del turismo invernal de Lleida es la ejecución del proyecto de la empresa Vall Fosca Interllacs: una nueva estación de esquí en Pallars Jussà con 13 pistas alpinas.