La nueva meca del deporte mundial

La concesión del Mundial 2022 de fútbol a Qatar, un país de apenas 1,5 millones de habitantes, ha merecido la reprobación de buena parte del deporte internacional. Sin embargo, no es más que la culminación de un proceso de un par de décadas que ha ido llevando hasta los acaudalados Estados del Golfo acontecimientos deportivos de primera línea, en un proceso que tuvo el sábado una nueva plasmación con la firma del patrocinio de la camiseta del FC Barcelona por la Fundación Qatar.

En estos momentos, los Emiratos Árabes -en particular Dubái y Abu Dabi-, Qatar y Bahrein cuentan con acontecimientos de primera línea en fútbol, tenis, golf, Fórmula 1, motociclismo, rugby y turf, incluyendo en algunos casos ya las principales citas del calendario.

Es el caso de la prueba final del Mundial de Fórmula 1, que este año se decidió para el alemán Sebastian Vettel en el circuito de Yas Marina, en Abu Dabi; de la Noche de la Copa del Mundo de Dubái, la sesión mejor pagada del mundo del turf con 26 millones de dólares en premios; o del Mundial de clubes de la FIFA, que por segundo año se celebra -esta misma semana- en Abu Dabi, y en el que el año pasado el Barcelona se proclamó campeón intercontinental. Una alineación de eventos que ya casi iguala a estas alturas la de los grandes centros tradicionales del deporte mundial, como Londres, París o Nueva York.

Las razones para esta búsqueda de grandes citas deportivas no son solo de afición de los jeques locales, sino que se considera parte de una estrategia para convertir al golfo Pérsico en un destino turístico y organizativo de primer orden. No es casual que la mayor parte de las citas se celebren en invierno, cuando coincide un tiempo suave en la península Arábiga con el frío invernal en Europa y Estados Unidos.

A las comodidades para los espectadores se suman las inmejorables condiciones para los participantes. Por ejemplo, las dudas de algunos golfistas de participar en las primeras ediciones del Dubai Desert Classic de golf se solventaron a golpe de talonario: todos los participantes en el Mundial Match Play que tuvieran problemas para viajar a los Emiratos fueron invitados a desplazarse en jet privado. Allí, tanto a golfistas como a tenistas les aguardan hoteles de cinco estrellas pagados por la organización, desplazamientos en limusina y excursiones para probar la cetrería en el desierto.

En el caso del golf y el tenis, que tienen calendarios cerrados desde hace tiempo y en los que es difícil progresar, por el momento los eventos del Golfo se concentran en enero y febrero: en esas fechas se disputan el Masters de Qatar, el Dubai Dessert Classic y el torneo de Abu Dabi de golf, así como las citas de tenis de Doha (Qatar) y Dubái. Por cierto que, pese a que a las jugadoras de tenis se les recomienden vestimentas prudentes para la ocasión, el duty free del aeropuerto de Dubái es uno de los principales patrocinadores del circuito femenino.

El Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1 solo lleva dos ediciones, mientras que el de Bahrein -país de solo 700.000 habitantes- ya tiene siete ediciones de antigüedad, incluyendo dos victorias de Fernando Alonso. En motociclismo, el Gran Premio de Qatar se disputa en el circuito de Losail desde 2004, y en 2009 fue la primera prueba nocturna de la historia.