La espiritualidad de Mine Kawakami peregrina a Santiago

La pianista y compositora Mine Kawakami, conocida por la prensa internacional como 'la pianista del alma', ofrece en tierras gallegas una función que la propia autora define como "una experiencia sensorial y de plena interacción con el público". La artista nipona ha recorrido los cinco continentes con sus composiciones, y tras sus aclamadas actuaciones en Pontevedra y Ourense, ofrecerá este espectáculo único en Santiago el día 24 de agosto y en Lugo el 5 de septiembre.

La actuación de Kawakami se compone de nueve piezas "improvisadas" en la que "cada sitio tiene un sentido", explica la pianista. Con una duración de unos 90 minutos, su música está acompañada por imágenes de las rutas jacobeas tomadas por el prestigioso fotógrafo japonés Jiro Hirayama y se enmarca dentro de la iniciativa "Camino de la Música" del Xacobeo 2010.

La figura de Kawakami a las teclas de un piano de cola, las proyecciones de Hirayama, una leve iluminación y una atmósfera intimista evocadora de las rutas y las gentes del Camino de Santiago, donde según la artista "la espiritualidad va mucho más allá de la música", componen una puesta en escena envolvente y mágica. Un escenario que permite a la compositora "dibujar y plasmar emociones a través de las notas del piano", en un espectáculo que transgrede los cánones habituales de los recitales.

Kawakami comenzó a tocar a los tres años y posee una formación académica clásica. Según afirma, en su amplio periplo formativo -pasó por Alemania, Holanda, Bélgica, Estados Unidos o Brasil- nuestro país sería clave. "España cambió mi vida, me permitió conocer la creatividad de otros músicos". De esta forma, se alejó de la rigidez formal de las composiciones y la música clásica, en pos de "una búsqueda de libertad con mi instrumento" y "de una manera de ser libre". Y en ese camino se encontró con Chucho Valdés, con el que compartiría escenario en 2004. "Es un pianista de libertad absoluta, que transmite sin barreras. Fue algo que yo no había experimentado y que me mostró cómo reflejar mis sentimientos con la música".

Una necesidad que determina sus creaciones recientes porque, para la artista, componer es "recrear y trasladar a la música un paisaje que ya existe". "Tocando ciertas notas de determinada manera, se puede representar, por ejemplo, el sonido del viento", asegura Kawakami.