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CincoSentidos

Internet se abre paso en la cesta de la compra

El sector del comercio electrónico aprecia señales de despegue en España

El comercio electrónico comienza a salir del túnel. Después de la decepción de la burbuja tecnológica y de las posteriores dificultades que encontró para su desarrollo, el negocio del comercio online está dando este año las primeras muestras de consolidación, en opinión del sector. 'El comercio electrónico no ha sido un fracaso y ahora empieza lo bueno, es el momento', comentaba recientemente el director general de e-commerce de Planeta Directo, Nacho Somalo.

La referencia indiscutible para el sector es Amazon, la compañía estadounidense líder mundial en la venta de libros por internet. España aún está lejos de disponer de un referente semejante, aunque se han dado los primeros pasos, según las conclusiones lanzadas en el foro organizado la pasada semana por Landwell-PwC, Bankinter y PC World bajo el título 'Quince años de la www en las empresas: retos jurídicos y de negocio'.

Javier Ribas, socio de Landwell PricewaterhouseCoopers y experto en comercio electrónico, destaca las experiencias exitosas que empiezan a cosechar en este terreno las entidades financieras y compañías como Caprabo, El Corte Inglés o eDreams, la agencia de viajes por internet catalana que se ha convertido en la mayor del sur de Europa y ha sido vendida estos días al fondo estadounidense TA por 153 millones de euros. Ha sido la mayor operación de la historia del comercio electrónico en el sur de Europa. 'La venta de eDreams es uno de los ejemplos que muestra el buen momento que atraviesa el sector', añade Ribas.

De hecho, los billetes de avión y tren son el producto más demandado en las compras por internet, con el 31,7% del total en 2005, por delante de las entradas para espectáculos (17,7%), los libros (14,4%), las reservas para alojamientos (11,1%) y los artículos de electrónica (10,6% de la demanda).

A falta aún de datos disponibles para el presente ejercicio, la cifra de negocio generada por el comercio electrónico en 2005 fue de 2.143 millones de euros, lo que supone un incremento neto de más de 300 millones de euros, es decir, el 16,7% interanual. Además, el número de internautas compradores se elevó el pasado año a 4,326 millones, un 9,2% por encima de los casi cuatro millones del ejercicio precedente, según datos de la Asociación Española de Comercio Electrónico y Marketing Relacional. Si se eleva esta estimación al total de la población, resulta que el 11,7% de la población española mayor de 15 años compró en 2005 a través de internet.

Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. España ocupa el puesto decimotercero de la Unión Europea en cuanto a implantación tecnológica, lo que supone que, partiendo de una penetración discreta de internet en los hogares, el siguiente paso, el de las compras, resulta un poco más lejano. Así, sólo uno de cada cuatro internautas realizó compras online en 2005, un porcentaje que incluso se ha reducido ligeramente en relación con el año precedente. Sin embargo, si se tiene en cuenta a los internautas que aun no habiendo realizado compras por internet en 2005 sí lo han hecho con anterioridad, el porcentaje asciende al 35,5%. 'Suecia cuenta con el 80% de la población conectada a internet. Es cierto que en España hay un factor cultural que juega en contra del comercio online pero influye más el número de conexiones de banda ancha en nuestro país y el marco regulatorio', asegura Nacho Somalo.

El sector se enfrenta al gusto de los consumidores españoles por adquirir los productos en vivo, en contraste con la tradición escandinava de la compra por catálogo, y se lamenta muy especialmente de la regulación de su actividad. 'Necesitamos una legislación más favorable en protección de datos', denuncia Elena Gómez, vicepresidenta de la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (Fecem). Así, las multas relacionadas con la protección de datos son diez veces más elevadas en España que en otros países de la Unión Europea. La más gravosa alcanza los 600.000 euros, nivel compartido con Francia y que contrasta con los 3.000 euros de máximo que se aplica en Italia. 'A muchas compañías les compensa establecer su sede allí', apunta Javier Ribas, que asegura además que 'el 90% de las empresas sancionadas cumple con los requisitos de forma habitual'.

De cara al futuro, uno de los elementos de impulso al comercio electrónico en que confía el sector es en la mejora del poder adquisitivo de los inmigrantes, un colectivo habituado al uso de internet en la comunicación con sus países de origen.

Retos futuros

'Spam' o correo publicitario masivo. Su recepción, no deseada para el internauta, puede inhibir al posible comprador a través de internet.El debate de la propiedad intelectual. Muy presente en la venta de contenidos de música o cine, las compras se graban con un canon al que muchos internautas son contrarios.'Phishing' o dominios fraudulentos. La proliferación de sitios web que imitan a bancos con fin de obtener datos bancarios y cometer fraude disuade a menudo a los internautas de realizar compras online.Uso fraudulento de buscadores. Google y compañías similares no siempre garantizan fiabilidad absoluta en las búsquedas, que pueden verse manipuladas.Manipulación en los foros de opinión. Existen profesionales expertos que se dedican a intervenir en foros hasta lograr una opinión favorable sobre un producto concreto, lo que puede despistar al consumidor.Protección de datos. Las multas que contempla la legislación española son las más elevadas de la UE y dificultan la publicidad.Lucha antiterrorista. El control del uso de internet puede crear al ciudadano la sensación de sentirse vigilado en sus compras.

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